track 5

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I got 99 problems
이게 어지럽게
(me hacen marearme)
정해진 순서 없이
(sin tener ningún orden)


Todo gira, todos nosotros estamos en movimiento, nuestro alrededor tiene un flujo hacía contradictorias direcciones o congéneres. Pero siempre lo está, nos movemos. Hay un orden de las cosas, una energía que las ordena y las hace codiciables.

Pero hay una coyuntura. Para ella todo se para.

Tiene problemas por todas las orillas sintiéndose ahogada en todos los ámbitos.

No quiere mostrarlo a los demás pero su actitud es dañina pero sin saberlo lo es más para si misma. Se siente insuficiente, por su aspecto, por su manera de pensar, de amar quizá, se siente confundida, insegura y algo perdida.

Más en el club, con bebida en mano, mira el suelo sin saber el por qué de estar ahí sentada. ¿Era por ella misma? ¿O por quién era? Acecha su vaso, ella no solía tomar eso. De nuevo, volvía a preguntar que hacía allí, que era perdida de tiempo por todos lados.

Inhala sintiendo como el humo del cigarillo cala en sus pulmones, de nuevo es fumadora pasiva, está vez.

Sube el mentón observando el ambiente con una vista algo estrambotica del lugar.

Esta borracha. Claro que lo está, era el... ¿Quinto vaso? Quizá... ¿El sexto?

Pero no le importaba porque los noventa y nueve problemas que cargaba encima de su espalda habían desparecido como el alcohol de sus cinco vasos. No puede parar de subir sus dos comisuras, mostrando una sonrisa cretina.

Una risa hace que topen miradas, y de golpe todo en su alrededor se mueve, de nuevo nota todo moverse. Extiende su sonrisa como si fuera posible que se saliera del contorno de su rostro.

Pasos lentos hasta que la distancia que los separa son los vasos que los dos portan.

" ¿De nuevo aquí? " Le lanza soltando una risa algo sofocada, piensa que se ve como una tonta.

" Es mi segunda casa. " Llevan pegadas, como si se trataran de pegatinas, las cretinas sonrisas.

Hay un cierto silencio, pero hablan a través de la mirada.

" Te veo eufórica. " Debe inclinarse hacía su oreja, la música les impide oír.

" Lo estoy, el alcohol en vena consigue eso en mi. " Aún llevando zapatos con algo de tacón el chico debe permanecer ahí, escuchándola.

" Vaya. "

Vuelve a alejarse, pero ella mantiene en su recuerdo el olor que desprende el chico. A su recuerdo, ese olor le hace sentir paradisíaca. Su voz interior se niega, pero su delirio la empuja. No quiere, pero si lo quiere.

Quiere recorrer su rostro de nuevo, la mira, recorre sus ojos sobre ella, sintiendo la impropia mirada encima de él. Pero le da lo mismo, vuelve a repetirse que es otra más. Pero él lo niega, pero su voz lo quiere convencer.

Y realmente la razón de ambos les vocifera a todo pulmón dentro de sus mentes que se alejen, pero, qué más da.

Porque ya están devorando los labios ajenos con sabor a deseos callados y alcohol barato.

pour up › woo ji-hoWhere stories live. Discover now