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Se había hecho tarde para su "cita" que Marinette, ya que gracias a Chloé, un nuevo akuma se había formado desde tempranas horas y recién habían podido vencerlo. Tuvo que regresar a su casa por cerca de una hora para alimentar al glotón de Plagg, para luego regresar a la morada de los Dupain-Cheng.

Apenas fue divisado por la joven, esta le recibió con un cálido saludo. Disminuyendo el tamaño de su bastón, tomó asiento junto a la azabache que tenía preparada una pequeña cena en su balcón. Ella había accedido a tener pequeñas charlas con el héroe algunas noches de la semana, a modo de permitir que se conocieran mejor sin descubrir su identidad como civil.

Esta era la primera de (tal vez) muchas reuniones a la luz de la luna, ese mismo astro que semanas atrás había presenciado el cómo Chat Noir probó los labios de frutilla de la joven aspirante a diseñadora Marinette Dupain-Cheng sin reserva alguna, en una muestra de deseo juvenil por un aparente amor unilateral, uno que escapaba a borbotones del corazón gatuno que juraba sólo latir por ella.


–Sabes, creí que sería más aburrido esto, pero es agradable hablar contigo fuera de tu papel heróico –comentó entre risas la estudiante.

–¿Eso es un cumplido? –Cuestionó riendo.

–Lo es.


Y es que, a pesar del medio año de charlas, ese en que se llegaron a considerar amigos, no hablaban realmente. La fémina dejaba que su compañero de batallas hablara todo lo que quisiera, lo cual al principio fue sólo sobre Ladybug, para luego cambiar a hablar sobre el akuma del momento o situaciones que le sucedían en los eventos oficiales que el ayuntamiento organizaba para ellos. Era gracioso, porque muchas de esas cosas ya las sabía, pero escucharlas de parte de Chat Noir, era una cosa completamente diferente.


–Supongo que si tanto te gusto, también debes de conocerme en tu forma de civil.


Aquello le cayó como un balde de agua fría al gato que se tensó por completo. Debía seguirle el juego.


–S-si, claro –tartamudeo– te veo muchas veces después de que salgo de clases ya que vengo a comprar en la tienda de tus padres.

–¿De verdad? –ella se mostró interesada–. ¿Hemos hablado alguna vez?

–No, soy muy tímido para ello.

–Es decir –sostuvo sus palabras por un instante, acercándose al rubio–, que tu personalidad varía detrás de la máscara... Ya veo –regresó a su posición original–. Creo que yo sería igual si fuese una súper heroína. Eso también permite que no te descubran.

–¡Cla-claro!


Adrien se sintió salvado, creía que los pensamientos de Marinette estaban lejos de relacionarlo con Chat Noir.

Estaba equivocado. Ahora más que nunca, ella sospechaba de su mejor amigo.

¿Sólo amigos? [Miraculous Ladybug Fanfic]Where stories live. Discover now