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Al fin la tortura había concluido. Tras lo indicado por su padre pudo retirarse a su hogar con un enorme cansancio mental. Los hombres le dolían a causa de la enorme tensión que soportó al estar frente a tantos ejecutivos que no había más que visto lejanamente las pocas veces a las que había asistido a las oficinas principales de la empresa Agreste.

Su reloj apuntaba cerca de las ocho de la noche. No demasiado tarde en realidad, pero sí para lo que había acordado con la joven de ojos color cielo.

La espera en el asiento trasero del vehículo parecía eterna. No dudo en caminar velozmente a su cuarto en cuanto llegó a la mansión. Era bueno que para esa hora Nathalie ya no se encontrara en aquel lugar, podía tener cierta seguridad de que nadie intentaría ir a verlo a su habitación que en unos segundo estaría vacía.

Transformándose, corrió con agilidad gatuna para llegar a la casa de los Dupain-Cheng que no estaba más que a unos quince minutos yendo por los tejanos de la ciudad luz.

Su mirada se volvió afilada para intentar ver si aquella silueta oscura era la chica que intentaba conquistar como Chat Noir o se trataba de alguien más, pues estaba justo parada sobre la barandilla. Observó como algo era lanzado, eso le dio la clave para descubrir que se trataba de Ladybug, ¿acaso algún akuma apareció y él no lo notó por ir enfocado en algo más?


—Veamos...


Deteniéndose, uso su bastón para sintonizar una frecuencia de radio en busca de alguna información de ataque enemigo, pero no había ninguna llamada de emergencia, o eso parecía. Estaban repitiendo constantemente que todo Paris estaba en perfectas condiciones, lo cual claramente no parecía algo bueno.

Apretando la pantalla, consiguió llamar a su compañera que no tardó en responder y explicarle que efectivamente hubo algo extraño, pero no parecía ser precisamente un akuma, sino más bien un nuevo aliado que estaba probando sus habilidades esa noche.


—Se llama Rena Rouge —sonrió la azabache que corría—. Te veremos en la torre Eiffel.

—Voy en camino.


Antes de continuar su andar pudo observar una silueta amarilla que volaba sin problemas y otra más de color verde que parecía llevar algo en la espalda. ¿Esos dos también serían aliados o se trataba de akumas que debían enfrentar?


—¡No te distraigas gatito!


Sintió una patada en la espalda, tras de sí una mujer de belleza singular portaba un traje negro con antifaz de mariposa.


Sweet Dream no tendrá piedad de ti.

—¡Ya veremos! —le retó el felino que a su vez mandaba una señal a Ladybug.

¿Sólo amigos? [Miraculous Ladybug Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora