Capitulo 11

4.8K 352 320
                                    

"Buenos días. ¿Sabes qué? Estoy contando los minutos que me faltan para reencontrarme con mis amados ojos verdes."

¿Adivinan quién ha sido verdad?

Es sábado por la mañana, acabo de abrir los ojos en mi casa, acabo de despertar y nada más al tomar el teléfono es lo primero que leo. Lo cierto es que desde el miércoles por la noche, desde que yo le escribí un SMS en aquel club de ambiente no hemos dejado de "textear" continuamente. Y cada vez ha ido a más. Cada vez han sido más intensos y ojalá más sinceros. Los míos sí, los míos por lo menos lo son.

Creo que Camila es una de esas personas que yo clasifico cómo diesel. Creo que es de ese tipo de personas que empiezan despacio, sin correr, sin tomar mucha velocidad pero que una vez lo hacen no tienen fin, se comen la carretera. Que equivocada estaba, que corta me quedé con mi suposición pues Camila no resultaría el "diesel" Camila sería una todo terreno.

"Me encanta despertarme así mi princesa rosa, y me muero por verte esta noche."

Le respondo yo sin poder evitar mostrar una sonrisa de complicidad, una sonrisa tonta de enamoramiento que obviamente no pasa desapercibida para Alessandro que acaba de entrar en la cocina.

-¿De qué te ríes? ¿A quién escribes? –Me pregunta distraído mientras se sirve en una taza algo de café caliente para desayunar.

-Con Vero que está loca, tonterías de ellas, ya sabes…-Le dejo caer.

Mi casa poco a poco se está transformando en un vertedero de mentiras y engaños. Solo hay una persona responsable de llenarlo de mierda hasta la bandera.

-¿Ya reservaste en el restaurante Lauren? –Me dice ahora, porque ha quedado totalmente convencido de mi anterior respuesta.

-Sí, he reservado en un vegetariano que queda detrás del Ayuntamiento. –Le informo mientras dejo el celular sobre la mesa.

Veo como arruga la nariz, no le ha gustado mucho la idea.

-¡Oh por favor! ¿Otra vez a comer pasti? –Refunfuña

-¡Si Alessandro! –Reacciono yo – Camila es vegetariana ¿Recuerdas? No querrás llevarla un asador Argentino. –Le recrimino.

-¡No, mierda! Pero podríamos ir a un Italiano y que se pida una ensaladita verde ¡Qué se yo! –Propone desesperado.

Yo lo miro con dureza sin poder evitarlo. Sé que Camila es vegetariana y cómo hemos estado hablando por mensaje durante estos últimos tres días, sé que le apetece ir a ese restaurante vegetariano en concreto y si a ella le apetece a mí me apetece. Solo deseo complacerla. Nada más.

-¡Mira Alessandro, pues llama tú y cancela el lugar y te buscas la vida para ir a otro! –Le escupo con crueldad.

Él me mira un poco confuso, no comprende porque me pongo de esa manera, me imagino que le parece un poco desproporcionada mi reacción.

-Vale, vale Lauren. Tranquila por favor, iremos al vegetariano ¿Ok? No te pongas así, era solo un comentario.

Ahora me sabe mal. Joder, no me estoy portando nada bien con él, pero el complacer a Camila me ha podido más.

-Perdona Alessandro, no quería ponerme así. Disculpa.

Yo estoy apoyada sobre la encimera y observo como él se acerca hacia mí. Deja su taza en la encimera y me rodea con sus brazos. Me siento atrapada, me asfixia. Veo en sus ojos que quiere hacerlo y yo no lo deseo.

-Si quieres que te perdone cariño…tendrás que hacer algo más que pedirme una disculpa verbal. -Bromea mientras comienza a besarme el cuello cerca de mi oreja. Él sabe que eso me pone muchísimo pero yo no estoy por la labor, no lo estoy.

En Mi Siguiente Vida [Camren EDITADO 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora