Capítulo 28

3.6K 250 191
                                    

Noto en suspensión el avión bajo mis pies.

Cómo cuando vas en uno de esos ascensores de hospitales o de grandes centros comerciales.

Me mareo o tengo vértigo, no lo sé.

Hacía bastantes años que no me mareaba trabajando a bordo de un avión. Es curioso porque no hay demasiadas turbulencias, no hace viento ni mal tiempo y además Brad pilota bien, es uno de los mejores de la compañía.

El caso es que me mareo y tengo que sentarme en la entrada del avión, cerca de la cabina de pilotos al lado de la puerta de embarque, en la zona de los empleados. Brad ha asomado la cabeza desde la cabina para interesarse por mí estado, el avión vuela en piloto automático.

- Lauren, ¿estás bien? –Me pregunta agachándose hacia mí.

Estoy acompañada por Hayley que me pasa por un momento un paño húmedo por el rostro, por lo visto estoy un tanto pálida.

-Regular Comandante, regular me encuentro. -Me confieso haciéndole un gesto con mi mano abierta de que no estoy del todo bien.

-Dice que no sé alimenta como dios manda desde hace días Comandante –Le informa Hayley.

-Pues que coma –Le ordena él –Dale fruta o un yogurt lo que sea pero que coma algo Williams.

-¡No! ¡Por favor, comida no! –Respondo enseguida, no sé qué me pasa exactamente pero siento rechazo por la comida –Si como algo les juro que lo vomito. Ya se me pasará. Pero no quiero tomar nada –Les suplico a ambos con mi mirada.

Él me conoce, estuvimos tiempo juntos y sabe perfectamente que si digo que vomito es que vomito como una mala cosa. Su baño puede dar buena cuenta de ello, seguro que aún recuerda cierto fin de año.

-De acuerdo…Oye quédate un rato aquí sentada ¿ok? Qué se encarguen de todo Hayley y Ángela ¿Eh? Es una orden Lauren. Es una orden de un superior –Me recuerda guiñándome un ojo.

Yo asiento con media sonrisa. Me encuentro mal sí, pero si no fuera por ese detalle les diría que ha sido uno de los mejores vuelos que he tenido últimamente. Brad no me "obligó" a ir a la puerta de embarque, se ha estado portando muy bien conmigo, creo que en el fondo está contento de que no nos llevemos mal, está contento de nuestro reencuentro. Creo que ha aceptado gratamente mis disculpas, sii yo lo hubiera sabido me habría disculpado hace años.

Hemos aterrizado y yo ya estoy mejor. Al final me tomé una lata de Coca Cola y me ha ayudado a recomponerme un poco, estoy bastante más activa.

Tan solo dispongo de tres horas para el nuevo despegue así que tengo que darme prisa. Ni siquiera pienso cambiarme de ropa, no voy a perder un solo minuto.

-Brad...digo, Comandante –Rectifico al llamarlo porque no quiero tutearle delante de las demás compañeras –Necesito salir unas horas, ya sabe por lo que le expliqué en Miami -Le digo.

-Sin problema Lauren.Tiene tres horas, así que tranquila ¿De acuerdo? Le esperaremos diez minutos si hace falta.

-Gracias, muchas gracias Brad -Le susurro y cuando me giro para bajar por las escaleras oigo que se dirige a mí.

-¡Qué tengas suerte Lauren! ¡Qué tengas mucha suerte! –Me desea sinceramente.

Yo le sonrío con complicidad y finalmente bajo las escalerillas a toda velocidad.

Tomo un taxi. El taxista me ha mirado con los ojos abiertos de par en par porque voy con mi traje azul de azafata. ¿Qué coño le pasa? ¿No ha visto nunca a una azafata? Siempre he pensado que los taxistas de Nueva York han tenido que ver de todo. Este seguro que es de pueblo y es un recién llegado de Alaska por lo menos.

En Mi Siguiente Vida [Camren EDITADO 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora