Capitulo 20

4.5K 270 190
                                    


Mi vida es una bomba de relojería hecha de goma dos y nitroglicerina.

Sigo desafiando con mi mirada a Taylor mientras continuo besando a Camila apasionadamente. Ella sigue ahí de pié y perpleja, me mira a los ojos, niega con la cabeza, se retira sin decir nada y sin interrumpirnos se marcha.

Yo tengo mi mano aún sujeta en la nuca de la morena, ahora que Taylor no está y no noto su presencia, vuelvo a cerrar los ojos para disfrutar de ella. Pero mi chica ya necesita aire, necesita respirar. Se separa de mis labios y me mira a los ojos pero esta vez no me sonríe como me hace habitualmente, esta vez me mira seria muy seria.

-Esto no puede seguir así…-Es lo primero que me suelta con un claro tono de arrepentimiento.

-¿No te ha gustado? ¿No te gusta como te beso Camila? –Le cuestiono medio sonriendo, quiero que se ría no quiero verla tan seria, pero me sale el tiro por la culata.

-¡Vamos Lauren! ¿Quieres dejar de hacerlo de una vez? –Me recrimina.

-¿Hacer qué? ¿Besarte? ¿Esto…? –Le respondo a la vez que me acerco a ella e intento de nuevo sellar mis labios contra los suyos pero ella se aparta y tira un paso hacia atrás.

-¡No! ¡Deja de hacer que te desee! ¡Deja de hacer que te quiera! Es que…es que te has apoderado de mi conciencia, de mi deseo, de mi voluntad maldita sea! ¡Es que no lo entiendo! No entiendo que mierda me pasa contigo...no puedo controlarme.

Yo la miro en silencio, la sigo con mi vista, veo como camina de un lado a otro y no me gusta lo que veo ni lo que oigo. La conozco y sé que ese discurso que tiene consigo misma irá a más, a más drama por supuesto y yo no quiero, no quiero dramas en ese momento. No le he dicho que Taylor nos ha visto y no voy hacerlo. No quiero ponerla nerviosa, para eso ya lo estoy yo, que en el fondo estoy temblando aunque parezca lo contrario. No sé como mantuve el autocontrol, no sé como desafié a Taylor. No sé que pasará con ese tema.

-Camila, escucha. No te agobies ¿De acuerdo? Tengo que hablar contigo. -La corto en su discurso, porque quiero retomar esa conversación que quedó pendiente.

No le ha gustado ese comentario de "que no se agobiara" sé que piensa que aquí la única que se agobia soy yo. Y razón no le falta. Me mira con contundencia a la vez que coloca sus brazos sobre sus caderas para dirigirse a mí.

-¿Vas a decirme que Matthew te ha pedido que salgamos juntas "de excursión" Lauren? ¿Es eso lo que tienes que decirme? ¿Es eso lo que es tan importante? –Me pregunta altivamente.

Me deja sin palabras y solo consigo balbucearle un triste:

-"¿Ya lo sabías Camila?"

-¡Claro que sí! ¿Y qué dices a eso? ¿Vamos hacerlo Lauren? ¿Nos vamos a ir a Nueva York? ¿Fuera de aquí? ¿Lejos de aquí? ¿Dónde nadie pueda vernos? ¡Dónde nadie pueda verte! ¡A escondernos! ¿Verdad Lauren? ¡A escondernos bien lejos! ¡En dónde nadie te conozca! ¡En dónde nadie te relacione conmigo! ¡En dónde nadie sepa que te gusta una mujer! –Me reprocha toda dolida.

-¡Para Camila! ¡joder, para! –He saltado ya desesperada. Está atacándome sin dar tregua, me está diciendo tantas verdades en la cara que no puedo soportarlo más y soy consciente que son verdades como puños, lo sé perfectamente. Siento cómo me golpean, pero esa noche también se que ella lo desea, que esta loquísima por mí, por pasar unos días conmigo, que hará lo que yo le mande, que me dará el tiempo que le pida porque no quiere perderme, sé que no quiere perderme.

Yo he condenado a Camila a qué me quiera para el resto de sus días. Desde que le toqué con dulzura su mejilla le he puesto su sentencia.
Mierda, ha renunciado a su deseo de ser madre !Eso lo dice todo!

En Mi Siguiente Vida [Camren EDITADO 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora