Día 4

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En una cita

—No... no... no... ¡menos! ¡ARRRGG!—Gritaba Peter frustrado.-

—¿Pete? ¿Cariño?—Dijo la Tía May entrando a la habitación de su sobrino.—¿¡Pero qué?! ¿Qué es éste escándalo?—Preguntó al ver toda la ropa en el piso y a Peter con cara de que quería morirse.

—¡TIA MAY! ¡AYUDAAAA!—Lloriqueó con un tono de voz que daba a entender que estaba desesperado.

May negó con la cabeza mientras reía. No importaba si Peter tuviera dieciséis, diecisiete o dieciocho, habían veces en las que se comportaba como un niño de cinco años.

—Ya, niño, tranquilízate.—Dijo sentándose en la cama de Peter.—Dime: ¿Qué pasa?

—Es que...—Peter se sonrojó y empezó a juguetear con sus dedos, nervioso.—es que... hoy tengo una cita.

May se quedó callada durante unos segundos, luego se levantó, gritó de emoción y abrazó fuertemente a su sobrino.

—¡Oh, mi pequeño Petey! ¡Ya tienes tu primera cita! ¡Cuánto haz crecido!

—Tía May... no puedo r-respirar...

—¡Oh!—May soltó a Peter.—Lo siento cariño, jeje... ¿Y bien? ¿¡Quién es la afortunada?!

—¿Te acuerdas de mi amiga MJ...?

—¿La que tiene la linda piel, el lindo cabello y que huele a flores?—Peter asintió con la cabeza, apenado.—¡Oh! ¡Siempre me gustó esa chica! ¡Es muy linda y se nota que es buena persona!

—Ella es maravillosa...

—¡Oh, cariño!—May se limpió una lágrima.—Estoy tan orgullosa de ti... ¿y bien? ¿Cuál es el problema?

—No sé qué ponerme...

May rió ligeramente, lo cual causó que el sonrojo de Peter aumentara.

—¿Eso es todo? ¡Oh, cariño! ¡Pero si tienes un montón de ropa linda! Si no encuentras algo que te guste, podemos ir al centro comercial... ¿a donde van a ir?

—Bueno... quería llevarla a un concierto de una cantante que le gusta... una tal Lana de la Reina o algo así.

—¿Lana del Rey? ¡Se nota que te sacaste la lotería, Petey! Además de linda y educada, tiene buen gusto musical!

—Ella es la pura perfección...

—¡Aw! ¡Mi niño está enamorado!—May le apretó las mejillas a Peter y él soltó un quejido.

—¡Tía May! ¡Ya no soy un niño!

—Sí, sí lo sé...—May suspiró, mientras le peinaba el pelo a Peter con las manos.—Ya tienes diecisiete y eres un hombre... aún me acuerdo de cuando tuve mi primera cita con tu tío Ben, él me llevó a ver un concierto de Blondie.

May sonrió, y Peter por un momento se sintió mal. Entendió que, ya que su tía May había perdido a su esposo, tenía miedo de también perder a su sobrino, ya que ella sabía que algún día Peter crecería, se casaría y se iría.

 30 Days SpideychelleWhere stories live. Discover now