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~Narra Emma~

—¿Porque hace eso, Ash? Y ¿porque me afecta tanto?—le grité furiosa a mi amiga, que por cierto, no tenía la culpa de los actos de Camelia o de Nick, solo me desquité con ella.

—Ya, no estés así—dijo acariciando mi cabello, yo me encontraba abrazada a su pecho en el salón de nuestra primera clase, en el cual no había nadie—Si ese idiota no se da cuenta de lo que se pierde, pues allá él y que siga mintiendose a sí mismo con la silicona que está a su lado... O lo que sea que esté intentando con ella.

Reí con lo que había dicho "la silicona"
Ella seiempre le decía así a Camelia porque decía que ella solo seguía las "reglas" de la sociedad porque quería ser como esas típicas muñecas de silicona.

— Sí, estoy así Ash...— me quedé en silencio unos minutos y seguí—
¿y sabes porque no sabe lo que se pierde?— ella negó con la cabeza— porque ni siquiera me conoce, no sabe nada de mi, para el no existo... No puede perder algo que nunca tuvo... Que nunca le interesó...

Anunque esas palabras me dolieran mucho, era verdad, más allá de todas las iluciones que en mi cabeza inventé con Nick, ninguna va a ser real porque él está con Camelia, o bueno, eso parece.



La primer clase fue historia con el
señor Mathew. No presté a atención en toda la clase, solo miraba a un punto fijo y no escuchaba absolutamente nada.
Desde de el momento en el que vi que se besaron simplemente quede paralizada y algo molesta por pensar que a veces me encantaría ser Camelia.

La siguiente clase fue Filosofía. En esta no me encontraba con Ashley.
Al inicio presentaron a un nuevo alumno que se quedaría de intercambio por un tiempo indeterminado, desde que entró por  su mirada quedó fija en mí, y no es que sea paranoica, es que literalmente su mirada no se despegaba de mi y yo pues... Yo también lo miraba algo avergonzada.

—Bien chicos el es Eros, se quedará como alumno de intercambio, me encantaría que le den una buena bienvenida— Dijo la profesora que nos miraba con una sonrisa mientras lo presentaba—Ahora sí Eros, elige el lugar que quieras.

En ese momento el me sonríe y comienza a caminar para quedarse justo a mi lado.

Yo levantó la mirada para encontrarme con unos ojos color miel y una dulce sonrisa.

—¿Puedo sentarme ahí?— pregunta señalando el banco vacío a mi lado

—Cl-claro— digo nerviosa y moviéndose hasta el banco vacío para que él pueda sentarse.

—Gracias— dice sentándose y colocando sus cosas en el suelo.

Era bastante guapo... Pero aunque una parte de mi quiera buscar en lo más profundo de su belleza para olvidar la de Nick no podía, simplemente Nick era perfecto para mí.
Ashley siempre me cuestionó diciéndome que el era horrible y que no podía entender cómo me gustaba un chico así... Pero para mí era perfecto, no es fácil sacar a alguien de tu mente.

En fin con ese tal Eros no entablé conversación en ningún momento, en mi mente solo había quedado la imagen de ese beso, el beso que en algún momento podría ser mío si me lo propusiera, pero vamos... Estamos hablando de mi, de Emma  Adams, la persona más cobarde en todo este mundo que prefiere no mostrar sus sentimientos por miedo al rechazo...

Mi Crush, Mi Niñero Where stories live. Discover now