20

4.7K 218 11
                                    

—Levántate — escuché al otro lado de la puerta al tiempo que me azotaban con ¿Una almohada?— ¡dije que te levantes!—almohadazo-—O te levantas o juro que iré por un vaso de agua y... —abrí mis ojos lentamente y pude ver a un Nick con el pelo alborotado—PERFECTO—Dijo al notar mi mirada—Ahora arriba, vamos a ir por un helado, porque no pienso ver como te sigues deteriorando en tu cama—Lo miro confundida— VAMOS VÍSTETE, MUJER.—y sale de mi habitación.

Okey...

Muy a mi pesar me levanto, frotó mis ojos y me paro frente a mi armario.

Cabe destacar que solo hago esto por el helado. Bueno eso y porque Nick me está invitando un helado... ¿¡Dios, él me está invitando!?
No lo había pensado así.
Y no sé porque no me ilusiona. Osea, si pero, ¿no?
Supongo que no me afecta tanto desde, bueno, la fiesta, el hospital y...

No es que me haya dejado de gustar, claro que no, eso jamás. Es más, podría terminar siendo una vieja con cincuenta gatos si no pasa algo, por más insignificante que sea, entre nosotros.
Qué deprimente va a ser mi vida.

Solo que, no lo sé, esto de deprimirme... no va conmigo, pero es que no puedo hacer otra cosa, no sé qué hacer. Cada vez que intento salí de mi casa o hacer alguna actividad vienen a mi cabeza las pocas
Imágenes que recuerdo.

Me siento protegida a su lado, completa, aunque no seamos nada, una parte de mi está feliz porque, al menos, está aquí, conmigo. Y no con la zorr... Ejem, con Camelia. En lo que respecta a ella mi odio no cambió, obviamente.

Bien ahora sí, escojo lo primero que encuentro en mi armario, y por lo primero que encuentro me refiero a después de diez minutos buscando algo.

Me pongo unos jeans,una camiseta blanca holgada mis converse y... voilà, Una autentica vagabunda.
Ya puedo pedir limosnas en la calle.

La verdad es que generalmente uso este tipo de ropa, pero con Nick, bueno no es que me importe demasiado, pero... Ya me entienden, es Nick, punto.

Bajo las escaleras y disminuyo mi paso cuando veo a Nick al final de las escaleras con una ceja enarcada...

—¿Piensas tardar más o...?— dice sonriendo—Vamos, apúrate un helado nos espera.

Llevamos más de treinta minutos dentro del auto y no hemos llegado a la supuesta "heladería". Y digo supuesta porque estoy en pensando a temer por mi vida.

— ¿oye, estás seguro que con "tomar un helado" no te referías a "ir a un descampado y matarte"?… porque estoy segura que en el centro comercial podíamos tomar un helado, y el centro comercial está a cinco minutos de mi casa— suelto todo de repente. Nick echa su cabeza atrás y ríe abiertamente.

— No voy a hacerte nada, solo que este lugar al que vamos, que no es un descampado por cierto, es muy especial para mí— me mira directo a los ojos y veo una pisca de ilusión en ellos— y no eh llevado a nadie— agrega— así que sientete especial— dice divertido y choca nuestros codos.

— Especial— repito con una sonrisa boba en mis labios.

— Si, bueno, yo iba con mi madre antes y ella es muy especial para mí ¿sabes?, y supuse que si te llevaba...— una media sonrisa se apodera de sus labios y niega con la cabeza—  solo, quería distraerte un poco, es todo.— me sonríe.

Llegamos a un aparcamiento y frenamos.

— Y bien, aquí es...

Entramos y al alzar la visar me encuentro en una cafetería con temática de los años  cincuenta. Luces LED rojas, asientos de cuero, pisos a cuadros, música inspirada en la misma época, personas divirtiendose, tomando batidos... Es perfecto.

Mi Crush, Mi Niñero Où les histoires vivent. Découvrez maintenant