Sello.

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No podía dejar de verla.
Esa marca continuaba allí, impregnada en la piel blanca de su cuello ignorando la palabra "discreción". Cuando trataba de ocultarla debajo de su bufanda, incontables veces se desacomodaba dejándola a la vista. Sus ojos lagrimeaban, pero no le gustaba llorar por cualquier cosa. Quería dejar de cuestionarse cuando, como y más importante quién...había marcado su cuello hace dos noches.

Ató la bufanda con más firmeza a su cuello y trató de no recordar el momento en que la vio por primera vez para no recordarla, casi grita por lo grande que era. ¿Habrá sido el chico castaño? ¿Habrá sigo algún desconocido? ¿Algún universitario? ¡Definitivamente fue un pervertido, sea como sea!

Justo en esos instantes Haneul no se sentía como ella misma. Y sabía perfectamente quién era la causa de su gran cambio. Lee Taecyeon, el chico de sus sueños. El chico que solo puede ofrecerle una amistad. No sabía por qué le lastimaba si en algún punto de su enamoramiento del chico más lindo del instituto sabía que, no era para ella.

Quizás nunca lo sea.

Soltó un suspiro rendido para después mirarse al espejo. - Pudo ser peor, pudo ser peor...-Intentaba, auto consolarse así misma desde que entró al sanitario de chicas de la escuela.

-¡Haneul! ¡Ahí estás! Llevo buscándote por toda la escuela casi toda la mañana-Erin, su mejor amiga apareció empujando las puertas del tocador con escándalo, haciendo su gran entrada.

Sus ojos se conectaron con los de ella a través del espejo, regalándole una sonrisa torcida y de mala gana, no estaba feliz con ella. Pero tampoco no podía reprocharle nada, se supone que era ella, Haneul, la que iba a cuidarla y eso significaba no beber.

Ella hizo todo lo contrario después de un jodido beso.

-¿Que tal la resaca de ayer? La mía fue horrible, pero joder que desapareció en el momento en que me di cuenta de que estaba con un sexy universitario. -La ajena hablaba demasiado rápido, y Neul trató de procesar toda la información ignorando la pereza de su cuerpo- Su nombre es Park Jimin, 22 años y está para comerlo entero.

Los ojos de su amiga brillaban a más no poder, y justo en el momento en que ella mencionó al chico de su mañana, ella recordó el suyo. Cierto hormigueo recorrió su espalda recordando cómo la tenía apresada en sus brazos.
Y ahora que lo pensaba, ni siquiera le había preguntado su nombre, solo huyó como ratón.

-Si, experimente algo muy similar.-La pelinegra se giró sobre su eje recargando su cuerpo en los lavamanos- Desperté con un castaño...atractivo pero...muy intimidante.

La expresión de Erin se transformó en una completa entusiasta, soltó un pequeño gritillo al saber que su mejor amiga había pasado la noche con alguien al fin.

-¡Oh Dios mío! ¡Eres una-

-¡Calla! No me lo recuerdes...hice muchas cosas estúpidas esa noche. ¿Como fue posible que haya terminado en un barrio al otro extremo del mío?- La incredulidad teñía su tono exaltado.

Ella misma aún no podía creérselo, siempre pensó que su personalidad podía adecuarse con quien se llevara bien. Nunca optó por clasificarse, es espontánea, impulsiva, llena de adrenalina pero hay cierta parte de ella que la hace insegura. Mucho.
Los minutos siguientes ella y su mejor amiga terminaron por hablar de sus encuentros espontáneos con aquellos universitarios. Haneul era la única que le preocupaba y avergonzaba ese hecho, en cambio la peli naranja, estaba de lo más contenta.

Ella simplemente no tenía remedio. Y menos cuando le ponían a un chico guapo cerca de su visión.

-Oye...¿como te fue con Taecyeon?-Ahí estaba la pregunta que no quería que su amiga sacase a la luz.

Under ;; jjkDove le storie prendono vita. Scoprilo ora