Venganza.

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Las personas suelen decir que la venganza es demasiado dulce. Pero cuando la venganza resulta amarga, es jodidamente insoportable. Neul había aprendido de su familia, que es mejor tener el cargo de conciencia limpia, que ensuciarla por cualquier tontería.
Pero esa vez, esa oportunidad que tenía frente a ella. Esos ojos oscuros que no dejaban de verla, ese chico que se ofrecía a cosas que, ella jamás pediría. Esa vez, aquel aprendizaje de su familia se desvaneció en el iris de aquellos ojos cafés.
Fue inevitable.

-¿De que estás hablando? ¿Q-qué plan?-La incertidumbre se adueñó de su tono de voz mientras trataba de mantener la mirada fija en aquel chico musculoso.

Jungkook ladeó el rostro mientras observaba la anatomía pequeña frente suyo. Llevaba días planeando aquella noche con ella, llevaba semanas queriendo conocerla y que ella hubiese terminado en su auto aquella noche, simplemente fue como oro entregado en una bandeja de plata.

-Toma esto como un favor para ti. Solo ven conmigo.-El castaño no dejo que la pelinegra respondiera cuando la tomó de la muñeca y tiro de ella.

Aquellos contactos físicos autoritarios que él ejercía en ella, la sacaba de balance, tanto que simplemente se obligaba a callar y seguirle los pasos aunque por dentro, estuviese gritando como frenética.
Pero una cosa era segura, Lee Taecyeon...la persona que Haneul no deseaba encontrarse se encontraba en el mismo lugar que ella y Jungkook. Definitivamente era algo que no quisiese formar parte, sea lo que sea que venga, ella simplemente no quería estar dentro de su plan.

Haneul forcejeo cuando Jungkook la sacó de la sala, ignorando por completo los audibles llamados de sus mejores amigos.
Muy en el fondo, él deseaba lastimar a Taecyeon, por haber lastimado a su sello.

-¡Estas loco! ¡Suéltame!-Neul exclamó, tirando de su muñeca pero sin lograr soltarse.

-Deja de moverte, joder.-Respondió el contrario, siseando en voz baja mientras continuaba arrastrándola hacia el club.

La música volvía a resonar a cada paso que se acercaban y el corazón de la chica estaba acelerado a un nivel que jamás había experimentado.
No quería verlo, no quería ver a el chico de sus sueños nunca. No quería obedecer a Jungkook, no quería hacer nada en ese momento, más que aferrar sus pies a la tierra y no moverse hasta que todo el torbellino de problemas en su vida, simplemente acabasen.
Pero Jungkook no se detendría.
Quería marcar territorio.

El castaño tomó a la chica de la cintura cuando esta decidió usar todas sus fuerzas para detener su paso, esto, provocó un vuelco en el estómago de Haneul. Soportar los repentinos contactos físicos estaba volviéndola loca.
Nunca había mantenido una relación así con ningún chico, además de Taecyeon. Quizá por eso él castaño la desconcertaba.

-Sé que muy en el fondo quieres esto ¿sabes?-Jungkook dijo.- Quieres herirlo como él te hirió a ti. Me lo dejaste muy en claro aquella vez.

Púdrete. Es lo que ella pensó al no poder recordar nada de lo de aquella noche. Volver a pensarlo hacia teñir sus mejillas de un color carmesí.

El castaño continuó: -Quieres demostrarle que tú pudiste haber dado más, quieres mostrarme frente a él y exhibirme ¿me equivoco?-Cuando ambos estuvieron en el climax del club, rodeados de gente gritando y bailando, con la música retumbándome en los oídos, la chica entró en pánico. - Quieres que sepa que no destruyó tu corazón.

-¿Eso es lo que tú quieres que le demuestre?-Haneul habló, aún presa de los agarres del castaño- Todo lo que dices suena más a algo que tú querías hacer. No yo. ¿Cómo es posible que quieras hacer esto por mi, si apenas me conoces?

Esta vez, ella atrapó la atención completa de Jungkook. Sin saberlo, había dado en el punto de lo que mantenía la duda en sus pensamientos. De repente pensó el por qué el acercamiento de aquel chico hacia ella, el por qué haberla escogido como su sello, él por qué llevarla de la mano a donde sea que él fuese como si estuviese guiándola por un camino que él desea que ella tome.
Hay una razón.
De eso no cabe la menor duda.
Jungkook no apartó los ojos de ella. A decir verdad, estaba un poco anonado por sus palabras. Pero no se permitió perder la compostura ni un poco.

-Solo sígueme, Haneul.-Él ordenó, llevando de la mano a la pequeña, ignorando las objeciones que ella pudiese decir.

Acercó su cuerpo al suyo, acercándose cada vez más a la barra de bebidas del club, había demasiadas personas alrededor, demasiado ruido y demasiados aromas que, estaba segura que alguna de ellas simplemente no era legal.
El corazón de la chica se detuvo en cuanto lo vio.
Taecyeon estaba sentado en uno de los asientos de la barra bebiendo con algunos amigos, y claro está, con aquella chica esbelta a su lado, acariciando sus mejillas aunque él la ignorase.
Algo en su corazón se rompió.
Aún no estaba lista para enfrentar algo así, más bien aún quería llorar un poco más para salir y retomar las riendas de su corazón.

-¡Taecyeon!-Jungkook exclamó con una sonrisa completamente falsa en su rostro. Acercándose junto con ella a donde estaba aquel grupo de chicos.

Neul trató de no mirarlo, así que sólo se aferró a la muñeca del castaño, apretando sus dedos contra los suyos por lo frenético que se encontraba su corazón en ese momento.
Sabía que él ya la había visto, sabía que ya la había identificado, pero aún no quería mirar.
No tenía cara para enfrentarlo todavía.

-Jeon Jungkook, ¿qué tal, amigo?

Escuchó su voz.
Y la palabra amigo dirigida al castaño la confundió demasiado. ¿Se conocían? ¿Son amigos? ¿Qué demonios?

-Me alegra que hayas podido venir, tenemos que seguir hablando sobre las carreras fuera de la ciudad.-Él castaño dijo, pasando el brazo por encima de los hombros de la chica, pegándola completamente a su anatomía.

En el momento en que él acortó la cercanía, Haneul dejó de respirar. Sintió las caricias ajenas en uno de sus brazos y algo en ella se encendió. Alzó el rostro y observó el perfil de Jeon, preguntándose el por qué. Siempre el por qué.

-Claro que tenemos que seguir hablando de eso...-Taecyeon le respondió, pero su atención estaba fija en su vieja amiga, Haneul que se encontraba presa en los brazos de su opresor.- Hola, Neul.

La chica al escuchar su nombre tenso todo su cuerpo, algo que no pasó por alto ante el tacto de el castaño. Miro en dirección hacia el chico de la barra y su estómago se contrajo al verlo nuevamente a los ojos. Su cabello teñido de gris se le veía espectacular, su estilo era asombroso y ante todo, recordó los momentos de niños mientras jugaban en las calles de su vecindario, recordó aquel beso robado debajo de un árbol en su parque preferido.

-Taecyeon.-La chica hizo una pequeña reverencia hacia él, en forma de saludo.

-¿No te había dicho, Taecyeon?-Jeon atrevidamente acarició la mejilla de Haneul, sorprendiéndolos a ambos por las libertades que se tomaba. - Haneul es mi chica.

Ambos, tanto él grisáceo como la pelinegra observaron a Jungkook completamente sorprendidos.
Su chica.

Under ;; jjkWhere stories live. Discover now