Úsame.

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La incomodidad que sentía en todo el cuerpo era inimaginable. Tenía once miradas mixtas sobre ella en ese instante, le corría la intriga por las venas y fue entonces cuando entendió que en lo que estaba metida no era una broma pesada. Las chicas presentes mostraban los mismos sellos en sus cuellos, tan notables como el de ella y por enfermo que parezca, lucían orgullosas de portarlos.

Ellas sonreían mientras se mostraban cariñosas con sus acompañantes y se preguntó cómo es que esas hermosas chicas habían aceptado todo esto. Sus ojos se posaron en su amiga de la vida, la cual estaba aún recargada en aquella pared café, igual de en blanco que ella. ¿Jimin la habrá marcado? ¿Que sucedía con ella?

Haneul palideció en el instante en que sintió los dedos largos del castaño entrelazarse con los suyos sin siquiera avisar. Lo caliente de su muñeca entro en fricción con lo helada de la suya.

-Encontré a mi sello.-Habló, sin ninguna expresión en su tono y erguido con firmeza- Que sea bienvenida como mis cuñadas.

-¡Será bienvenida! ¡La fami-

-¡ALTO!-No pudo procesar el instante en que el grito de auxilio salió de su garganta. Había interrumpido la exclamación del mismo chico alegre.

Tiro de su muñeca y soltó de golpe el enlace del castaño a lado de ella, se sentía mareada, sentía que todo esto era una broma, que Yuri no pudo arrastrarla a esto. El nudo en su garganta crecía y la presión en el estómago le dificultaba pensar con claridad.
Jungkook miró con una mirada fulminante a la chica a su lado, como si haberle soltado la mano hubiese sido el peor error de su vida.

-Escuchen...de verdad no sé qué traman.-Trato de tranquilizarse mientras observaba a cada uno de ellos y avanzaba hacia la salida-No pedí formar parte de esto...

Los chicos tenían la mirada fija en ella, todos mantenían su expresión serena. Valiéndoles una mierda lo que podría decir la pelinegra. Una vez que había quedado marcada por el menor del grupo, no había marcha atrás para ellos.

-De hecho, si lo pediste...cielo.-Jungkook recargo una de sus palmas en la pared, elevando su comisura con diversión y sus ojos intimidando a la pequeña- Pediste esto.

-¿De que diablos hablas?

-Cuando entraste en mi coche tuvimos una larga charla antes de que durmieras en mi cama.-La facilidad al pronunciar esas palabras le hacían hervir la sangre a Haneul-Querías a alguien a tu lado, alguien mejor que...¿Taecyeon, no?

Iba a gritar.

-Estaba ebria, si mal no recuerdas-Enfatizó aquella palabra manteniendo la mirada del mayor, no dejándose vencer- No estaba en mis cinco sentidos ese día. ¿Cómo puedes dar algo por hecho con lo que te dice una chica ebria y con el corazón roto?-Ironía, indignación, no se podía descifrar su tono de voz.

Todos los presentes se habían alejado de ellos con sumo silencio, Jimin tomó las muñecas de la confundida Erin y la llevo escaleras arriba. Los demás tomaron a sus chicas y salieron de la cabaña a esperar el veredicto final de los menores con personalidades encontradas.

Jungkook no podía dejar de retar a Haneul, era algo natural en él cuando encontraba a una persona que no se rendía fácilmente a sus palabras. Y eso damas y caballeros, le encantaba, especialmente en ella. La chica escurridiza.

-Dicen que el alcohol es el elixir de la verdad.-Él avanzó con pasos firmes y lentos a la escultura de ella, la cual se contrajo en su lugar y retrocedía en cuanto él avanzaba- Dijiste la verdad, lo vi en tus ojos. Querías huir de ahí, querías algo nuevo...querías demostrarle a ese idiota lo que él dejó ir.-Las palabras salían de su boca como murmullos seductores- Y yo, preciosa, puedo ayudarte en eso. Me lo pediste.

Under ;; jjkWhere stories live. Discover now