Distancia.

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Han transcurrido dos semanas desde que Haneul y Jungkook han estado cara a cara.

Podría decirse que esas dos semanas fueron un completo infierno para la chica y claramente no era por la ausencia de su opresor, era exactamente por los fuertes rumores que corrieron por toda la escuela como un rayo arrasando por todos los pasillos.
"La inteligente Park Haneul se mete con universitarios" "Ahora sabemos de donde viene tanto falso conocimiento" "No creí que fuese tan arrastrada"
Apenas y sobrevivió.

Ahora se encontraba recostada en su cama echa un ovillo entre sus sábanas y almohadas agradeciendo el silencio de su hogar. Su padre se encontraba en el trabajo como todos los días, él llegaba cuando ella ya se encontraba dormida. Su mirada estaba perdida en algún rincón de su habitación, tratando de alejar los pensamientos negativos que últimamente se apoderaban de su mente.

-Todo está bien, está bien, todo está perfectamente bien...-El murmullo de consolación abandonó sus labios en algún momento de la tarde.

Por alguna extraña razón no podía sacar de su mente aquellos ojos cafés oscuro, aquella nariz redondeada, aquellos labios finos y delgados. Jeon Jungkook no salía de su mente aunque ella quisiese concentrar su atención en lo que en verdad debería preocuparle.
Era el centro de atención de la escuela junto a su querida amiga Erin.
Sentía que la habían empujado a una zona completamente desconocida y en especial esa zona que había tratado de evitar desde que inició la preparatoria.

Sacudió su rostro de repente, reincorporando su cuerpo con velocidad, tanto silencio estaba sofocándola así que se levantó de la cama y salió de su habitación, bajando con velocidad las escaleras en busca de un chocolate caliente de su cocina.
El timbre de su casa mató el silencio. Provocándole un susto de muerte en cuanto entraba a la cocina. Se acomodó la bata rosada a su cuerpo mientras caminaba descalza hacia la puerta.

No se detuvo a preguntar quién era, simplemente abrió la puerta con rapidez encontrándose a un alto chico frente a ella. Una sonrisa no ordinaria la recibía en ese momento, Kim Taehyung estaba frente a ella con su cabello grisáceo despeinado y una chaqueta de mezclilla acompañándolo.

-¡Neul-ssi!-No dejó que la pequeña respondiera cuando cortó la distancia y la abrazó elevándola del suelo.

Haneul no pudo procesar nada en este instante. Comenzó a palmear con fuerza los hombros de su mayor y de un empujón logró regresar al suelo, la confusión se reflejaba en su ceño fruncido pero a él no pareció afectarle la reacción de su ahora cuñada, ya que mantenía aquella sonrisa escandalosa en su rostro.

-¿Que haces aquí?-La pregunta de la menor no tardo en llegar. Más desconcertada no podía estar en ese momento.

-¡Oh! Buenos tardes para ti también.-La burla divertida que él dejo ir hizo remover a la pequeña- ¿Estabas dormida? Son las...-en ese momento elevó su muñeca para ver su reloj- 5:36 de la tarde.

-Quería descansar, eso es todo-Se excuso, aferrándose más a su bata-Pero no has respondido mi pregunta.

-Ah si, Jungkook me pidió que pasara por ti. Iremos a un club esta noche y me mando antes para esperar a que te arregles. -Las palabras salieron como si nada de su boca y eso hizo que Haneul se incomodara.

-¿Y quien le dijo a Jungkook que yo accedería a ir?-Se cruzo de brazos.

Taehyung cruzó también sus brazos con el fin de no hacer más tensión en el tema ya que aún adornada esa sonrisa su rostro. Eso le hacía más difícil a la pelinegra mostrar su intento de autoridad.

Under ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora