Prólogo

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¿Alguna vez has sentido que tu corazón se cae a pedazos, pero que aun cuando intentas recogerlos estos se vuelven polvo y se escapan de entre tus dedos?

Nunca imagine que un corazón roto doliera de tal manera, ninguna de mis heridas en batallas pasadas se compara al dolor de este momento; un dolor que no puedo controlar con medicina o cuidados extra como se hace con las heridas físicas.

Es un dolor mas profundo, tan grande y pesado que te hace llorar sin parar y cuando logras detenerte solo sientes un gran vacío dentro de ti; en la escuela me enseñaron que quien rige las emociones es una parte del cerebro y no el corazón como se cree, entonces quiero que me expliquen porque este dolor en el pecho se siente tan fuerte y real.

Siempre supe que mi vida no seria fácil, después de perder a mis padres, pero también supe que no debía quejarme o considerarme una víctima puesto que tenia mas de lo que muchas personas poseen.

Justo ahora daría todo lo que tengo porque este dolor desapareciera.

Lo conocí por casualidad un día en la ciudad; Liz se había ido y yo sentía que había perdido algo muy importante en mi vida, cuando él llego a esta.

Me sacaba mas sonrisas de las que algún día pensé que podría tener, siempre me cuidaba aunque no se lo pidiera y se preocupaba por mi casi mas que mi propia tía; él se convirtió en mi amigo, uno muy importante para mi, era como una pequeña luz que había encontrado en la oscuridad que se había formado a mi alrededor.

Fue poco después que mi corazón comenzó a sentirse diferente estando a su lado, antes de darme cuenta yo...

Me había enamorado de él; del mercenario Wade Wilson.

Fue muy difícil para mi aceptar que me sentía de esa forma, pero era algo tan obvio que hasta mi tía se había dado cuenta antes de que yo pudiera siquiera afirmarlo.

Su forma de ser termino enamorándome por completo; era tan extraño, inusual, honesto, leal y siempre cumplía sus promesas sin importar que pasara. Él era esa clase de persona que encuentras solo una vez cada mil años, todos decían que él era malo, una pésima influencia, que era cruel y no le importaba nada mas que si mismo; pero yo sabia la verdad, él solo era alguien que había sufrido mucho, alguien que había tenido una vida verdaderamente difícil.
Sus cicatrices asustaban a todo el que lo veía, pero...para mi solo eran el reflejo de todo el dolor que cargaba dentro.

Quería amarle y ayudarle por el resto de mis días; meta que se hizo aun mas profunda cuando él dijo que me amaba.

En ese momento me sentí tan pero tan feliz, era correspondido por la persona que quería; era una felicidad tan grande que me era indudablemente difícil describir, mi corazón se sentía tan dichoso que apenas podía creer que fuese verdad. Nunca pensé que él podría fijarse en alguien como yo.

Cuando lo abrazaba sentía una paz tan reconfortante, como si todos los problemas del mundo desaparecieran por un instante; su aroma siempre fue un vicio para mi, colgarme de su cuello y pararme de puntas para poder abrazarle lo mas fuerte que podía, tenerle cerca; tomarle la mano, era suficiente para sentirme la persona mas dichosa del mundo.

Cuando me tomaba de la cintura y me acercaba a él, cuando me besaba sentía mi corazón latir tan rápido que temía se saliera por mi pecho, mis mejillas se sentían tan calientes, y sentía que el mundo se había detenido a nuestro alrededor; siempre me paraba de puntillas para poder alcanzarlo y aunque suene algo extraño, yo amaba eso, en verdad lo amaba.

Había ocasiones en que al verlo esperarme afuera de mi escuela, la emoción era tan grande que tenia que respirar profundamente para poder calmarme un poco; ¿como alguien puede ser tan feliz con solo una mirada?

Un anillo.       [Starker]Where stories live. Discover now