Un anillo. [Starker]

Proposito

Desde siempre he tenido bastante claro que no soy la clase de persona que puede cuidar de otras.

Mucho menos ser una figura a la que idolatrar o seguir; si los padres supieran más sobre mi vida, mi verdadera vida, seguro no dejarían a sus hijos comprar cosas con el logo de Iron man en ellos.

Hasta yo entiendo que soy un asco de persona y que si no he ido aún a prisión es por obra y gracia de la que aún sigue siendo mi reputación.

No soy una persona con aires de suicida, pero tampoco es como que mi vida me importara demasiado; si hicieran un análisis de lo que es mi sangre en este momento seguro encontrarían que tengo más alcohol que globulos rojos; y si realizaran un estudio de mi cuerpo llegarían a la conclusión de que ninguna parte de mi podría ser donada. En resumen, estoy jodido. Aun me pregunto como sigo vivo.

Una vez escuche por la radio del auto a un fanático religioso hablar sobre los propositos en la vida y tu alma gemela, no es que yo crea mucho en eso pero Pepper no me dejo cambiar de estación; ese sujeto dijo que todos tenemos un propósito ademas de encontrar la felicidad, tambien menciono esa tontería de que todos tenemos a una persona hecha a la medida para nosotros, mandada por el cielo.

Recuerdo que Pepper estuvo muy emocionada escuchando todo el monólogo de esa espantosa señal de radio. Y no paro de hablar de ello hasta que Rhodey cambio de tema; vamos, incluso Vision se le había unido, eso si fue horrendo.

Como sea, en ese momento no lo pense demasido, es decir ¿quién quiere un proposito cuando te has rendido? O ¿en verdad habría alguien hecho a "mi medida"? La respuesta era simple "no".

¿alguien predestinado? ¿mandado por el cielo? Por favor, es simplemente absurdo.

Aunque, en todo caso, si existiera alguien así tendría que tener una paciencia del tamaño del mundo conmigo, también debería de tener un corazón enorme para perdonar mis modos que, entiendo, llegan a ofender a mas de uno de una sola vez, debería de ser noble y honesto, jodidamente honesto, me dan asco las mentiras; leal, muy leal, pero que me deje ser tan posesivo como quiera y por supuesto debería de tener un alto grado de convencimiento conmigo.

Y entonces...aquí estoy yo, el gran héroe de hierro; aunque difiero con ese nombre dado por las personas, mi traje ni siquiera es de ese metal, pensando estúpidamente en los requisitos que mi "ser predestinado" tendría que tener.

Quizas el alcohol ha comenzado a afectarme más de lo que pensaba o quizas es solo el hecho de que me removieran esas cosas llamadas emociones, esta mañana.

Miraba el anillo de ese chico por sobre mi cabeza, recargado de lleno en mi sofá. Mientras mantenía una botella de licor a mi costado. Era todo un logro, llevaba una hora ahí y no había probado ni una gota. Suspire y escuche pasos que se detuvieron a corta distancia de mi.

-creí que ya habías tirado eso- se escuchaba preocupada, supongo que piensa que recaere, lo que no sabe es que yo jamás salí.

No le conteste, tan solo le mire unos segundos antes de volver mi vista a ese trozo de metal. Verlo me relajaba de cierto modo.

Me pregunto quien lo eligió. Es tan simple que no parece que lo haya elegido una chica, entonces ¿quizas es el par de otro?

-un momento, ese no es tuyo ¿de dónde lo sacaste?- bufe, apenas lo noto, la mire de nuevo y guarde en anillo en la bolsa de mi camisa.