Capítulo 47

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Volví a entrar al salón en dónde gasté largas horas practicando, me quedé frente al espejo mirando mi reflejo, recordando aquel momento en el que por primera vez me dio un dolor en el pecho, cuando creí que tendría el mismo final que Nathaly.

Miré mi reflejo y vi a la misma chica que volvió a someterse a lo que prometió jamás volver, la misma que puso en peligro su vida de nuevo y la que regresó al hospital cuando estaba de gira con uno de los mejores ballets del Reino Unido.


—¿Cómo te sientes?


La voz de Marcus me saca de mis pensamientos, me vuelvo para mirarlo, él camina hacia mí y me recibe con los brazos abiertos.


—Sólo estaba recordando cuando solía pasar tanto tiempo aquí con tal de mejorar lo que Venecia veía mal en mí.

—Vamos, ahora eres una de las mejores solistas de la compañía, estás por hacer Don Quijote pronto.

—De solo pensar que estuve a punto de perderme todo esto...

—Mejor, vayamos a cenar algo. ¿Te parece?


Marcus rodea mis hombros con su brazo y me hace salir del salón, caminamos por el pasillo tomados de la mano hasta el estacionamiento y subimos a su auto dispuestos a ir al restaurante al que acostumbrábamos a ir todos los jueves después de los ensayos.

Marcus se había consagrado ya como primer solista de la compañía y cada que él se presentaba con el protagónico era seguro que los boletos se agotaban en unas cuantas horas, las chicas que venían a verlo se morían por él, lo consideraban uno de los bailarines más guapos que tenía en Ballet de Nueva York y no se equivocaban. Entre más pasaban los años, más lindo se ponía, con su cabello castaño siempre bien peinado, con los dientes blancos y alineados, con su nariz casi perfecta y su cuerpo atlético que siempre lo caracterizó en Benward-Lee.


—Creo que esa chica lleva bastante tiempo mirándote. —Le hago saber a Marcus, quien disimuladamente mira a la chica rubia que lo miraba desde la mesa que teníamos en frente.

—Seguramente pronto apareceremos en Instagram. Ya puedo leer un «la pareja favorita del Ballet de Nueva York sale en una cita previo al gran estreno de Don Quijote».

—Seguramente.

—Y bien, ¿cuándo será oficial? —Me cuestiona, haciendo referencia a nuestra relación.

—¿No te sientes cómodo saliendo así? Tenemos citas, tenemos contacto físico... No necesitamos hacerlo oficial, ¿o sí?


Habíamos tenido esta conversión antes, Marcus siempre tenía una esperanza nueva, quería saber si ya había cambiado de opinión respecto a tener una relación seria pues parecía ser que no le convencía del todo sólo salir conmigo sin poder llamarme oficialmente su novia.

Pero yo no me sentía lista para comprometerme de nuevo en una relación y parecía que nadie podía entender porque.


—¿Quieres ir a otro lugar?

—No, llévame a casa. Mañana irán a hacerme una entrevista.

—¿En verdad?

—Así es, Courtney Park me entrevistará para su revista. Creo que me han hecho demasiada promoción por interpretar a Kitri, ni siquiera cuando hicimos Giselle me pasó esto.

—Bueno ya sabes lo que dicen, Irina, eres la promesa del ballet.


Marcus puso la direccional para cambiar de carril en cuanto me negué a su invitación de ir a otro lugar esta noche. Quería descansar, mañana tendría que levantarme temprano para recibir a Courtney en el apartamento a la hora acordada para la entrevista.





Dulce perfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora