La Profesora De Matemáticas (Camren)

29. Besos

Lauren

- No, no, espera... - Me separé un poco y humedeci mis propios labios - ¿Por qué estamos besándonos? - Metí un mechón detrás de su oreja

- Buena pregunta... - Me mataba la cara de pensativa que tenía en ese momento, se veía hermosa - Creo que es por que... No puedes mantenerte lejos de mi - Habló con una fingida arrogancia que término con una risita por parte de las dos

- No debemos hacerlo, Camila - Suspire y me levanté del sofá - Además... Es algo tarde y dijiste que vendrías a dejarme en el apartamento y luego te irías ¿Recuerdas? - No quería ser grosera con ella

Pero lo que decía Camila era verdad, no podía mantener mis manos fuera de ella ni dos minutos cuando había pasado tanto tiempo sin hacerlo, sin sentir sus labios contra los míos, sin inhalar su olor a vainilla o acariciar su pequeña cintura o sus delicados brazos

Suspiré por el conflicto que había armado en mi cabeza en menos de 10 minutos a solas con ella en mi apartamento

- Lern yo... - Susurró, su mirada estaba fija en el suelo - Durante el tiempo que estuve suspendida de la escuela... Pensé en varias cosas... En ti por ejemplo - Sus manos se movían nerviosamente en sus rodillas - Y cuando digo que me enseñaste a amar, no sólo hablo de amar a alguien más... Hablo también de amor propio

- ¿Que tiene que ver el amor propio con lo acabo de decirte? - Pregunté confundida

- Una vez leí por ahí una frase a la que no le encontraba un significado válido, hasta ahora... "Recibimos el amor que creemos merecer", las ventaja de ser invisible - Levantó la mirada y conectó su mirada con la mia mientras se ponía de pie - Y creo que tu y yo somos el ejemplo más puro para la explicación de esa frase... Se que es algo confuso al principio, pero... Cuando te conocí siendo una profesora tan arrogante y estricta, de alguna extraña forma me sentía cómoda con eso, crecí en un ambiente con padres ausentes, sin alguien que me leyera un cuento antes de dormir o si quiera que llamará a la hora del almuerzo para saber si había comido bien... ¿Por qué crees que me encantaba y me llamaba tanto la atención que fueses tan tirana en clases? - Me sonrojé por su sonrisa traviesa - Y aunque aún me gusta esa profesora estricta por que fue de quien me enamoré, ahora que... Sané como a mi me gusta llamarlo, siento que merezco mucho más amor del que estoy recibiendo ahora que me estas diciendo que me vaya - Habló suave pero firme - Siento que realmente puedes darme más amor que el que me estas dando ahora mismo, por que siento que merezco más... La pregunta aquí es... ¿Cuanto amor crees merecer cuando necesitas a alguien para desahogarte? Por que sí hay algo que he aprendido de ti... Es que tu siempre eres el apoyo de los demás, pero nunca nadie está realmente allí cuando tu lo necesitas, como ahora... Y quizá cuando eso ocurre y alguien como yo quiere serlo, lo alejas, como ahora

Me quede sin palabra alguna luego de escuchar su pequeño discurso

Aquello era tan... Cierto que no podía creer que una adolescente de 18 años estuviese mostrándome la verdad que había tenido frente a mis ojos todo este tiempo

Ni siquiera yo que era la adulta aquí había visto las cosas de esa forma

Aunque el ambiente en el que crecí había sido completamente diferente al de Camila, el hecho de recibir cosas que ella no, era un impedimento para disfrutar del privilegio del amor propio en todo su esplendor

Desde que tenía memoria y edad suficiente como para ayudar económicamente en mi hogar, me había centrado en las necesidades de los demás antes de las mías tantas veces que simplemente perdí la cuenta

Crecer con una falencia como aquella era sin duda una falla en la balanza al momento de dar amor y luego recibirlo

No podía quejarme del amor recibido en casa o por parte de mis verdaderas amigas, mi familia y Ally, Normani, Alexa, Vero y ahora Keana se habían convertido en lo más sagrado del mundo para mi

Pero aquellas personas con las que había convivido más a fondo o de forma amorosa si que me hacían ver con claridad las cosas

Kellen, Erica y Lucía... Solo tres novias, pero por ellas había entregado todo de mi... Tanto que ahora me asustaba recordar todas las cosas que había hecho por ellas en el pasado

¿Y que recibía a cambio?

Migajas... No es que esperara que aquellas relaciones fuesen perfectas, pero si al menos quería recibir la mitad de lo que yo ofrecía... Pero nunca recibí ni la tercera parte de aquello, lo gracioso aquí es que las relaciones no terminaron por eso, por el poco amor que recibía y con el cual me conformaba, sino por celos, distanciamiento o como bien saben, infidelidad...

- Deja que te demuestre que puedo ser una excelente novia y también puedo ayudarte a sanar, Lern - Se acercó y tomó mis manos entre las suyas - Por favor, solo confía en mi - Susurró mirándome con esa expresión de cariño en sus ojitos marrones

- Lo siento - Solté el aire de mis pulmones - Realmente lo siento pero son muchas cosas que procesar... Lo que acabas de decirme es muy cierto, Camila... Pero des afortunadamente tengo que poner toda mi atención en mi entorno laboral, no puedo perder mi empleo, no puedo arruinar mi curriculum con quejas como estas - Señalé el sobre casi a reventar con las quejas de los padres de familia - Eso arruinaría mi carrera como profesora y es... Lo más frustante a lo que me he enfrentado en la vida - Mi voz se corto un poco y desvíe la mirada - Justo cuando logré hacer que los alumnos se adaptaran a mi método de enseñanza y aunque tenía el corazón roto, pude sentirme completamente realizada como la profesora que siempre quise ser... ¿Sabes lo putamente gratificante que es sentarte cansada luego de un largo día en el instituto y ver en la planilla que la nota más baja hasta ahora es de 8? Eso no tiene explicación, Camz... Pero, luego de solo escuchar algunas de las frases que están en esas estúpidas cartas... No se que pensar sobre mi como profesional, no se si creer cada palabra ofensiva que esta allí escrita o si ponerme de pie con la frente en alto y decir con orgullo lo buena profesora que considero que soy

- Por eso mismo quiero ser tu apoyo - Acarició levemente mi mejilla - No puedo decir que sané por completo de todas mis heridas... Pero si de una de las mas importantes - Cerré los ojos un momento mientras disfrutaba del suave contacto - Juntas podemos hacer que la heridas de la otra se conviertan en cicatrices

- Por qué aunque las cicatrices son marcas para toda la vida, ya no duelen más - Dijimos lentamente al unísono - Lo leí en Tumblr - Repetimos de igual forma y reímos por eso

- No lo sé, Camz - La rodee con mis brazos - De verdad son muchas cosas que debo pensar con cabeza fría y no ahora... ¿Crees que puedas darme tiempo? - Asintió

- ¿Puedo besarte mientras pasa el tiempo que necesitas? - Preguntó tímida, yo reí por la ternura que expresaba

- Una vez te dije que si querías besarme no tenias que decirlo - Me acerqué un poco - Sólo hacerlo... ¿Recuerdas? - Su mirada bajó a mis labios y esas dos palabras querían salir de mi garganta, pero se lo impedí

Aprendí algo hoy y es que no debía dar todo de mi de inmediato, la otra persona debía ganarse cada muestra de cariño y cada pequeño avance

Camila se había ganado absolutamente todo de mi, todo conmigo, pero... Es mejor llevar las cosas con calma

Mi cabeza era un caos y mi corazón un asunto aparte, claro que podía besarla y dejar que me ayudara a llevar con eso por que yo también quería aligerar un poco más su carga

Sus labios se unieron a los míos después de lo que pareció una eternidad, el leve sabor a brillo de labial era algo que siempre me gustaba de Camila, no sólo por el olor frutal, si no por que aquella chica malcriada seguía siendo una niña en su esencia, una niña muy madura en algunos sentidos por cierto

¿Podría confiar en ella? ¿Podría decir esas dos palabras que me salían del pecho sin miedo a pasar por el rechazo de nuevo?

- No puedo prometer que siempre estaré ahí para ti, pero si puedo prometer que estaré cada vez que pueda hacerlo

Eso despejó mis dudas y solo me dediqué a besarla como había querido hacerlo todo este tiempo que estuvo lejos de mi

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