La Profesora De Matemáticas (Camren)

39. Un par de lecciones

Camila

- El tiempo pasa volando

- Dímelo a mi - Dijo desganada - Ha pasado un mes desde la reunión y Ally no ha podido establecer una fecha para reunir de nuevo todos los padres... - Suspiró - Aún no sé si es algo bueno o malo - Se pasó la mano por cabello y lo peinó hacia atrás

- Hey - Tomé su mano - No es para que te pongas así - Levanté su mentón para que mirara - Todo saldrá bien - Di un besito en sus labios - Mira el lado positivo - Me senté a horcajadas sobre su regazo - Que Ally te haya dicho que bajaras el ritmo a las tareas y a los exámenes es maravilloso - Di un besito en su nariz - Así tienes más tiempo libre... - Besé sus labios - Puedes venir y dormir conmigo - La abracé y escondí mi rostro en su cuello - Y te estresas menos, mi amor

- Tienes razón - Acarició mi espalda por debajo de mi pijama - El ajetreo con las correcciones de exámenes y talleres era agotador - Dió un besito en mi cabeza sin detener las caricias - Y el estrés - Suspiró - Era enorme... Hasta que... Una cierta chica - Sonreí contra su piel - Me ayudó a liberar el estrés de una forma tan pero tan- Puse mi mano en su boca para callarla, mis mejillas ardían, me sentía muy avergonzada, tanto así que no me atrevía a levantar la mirada - Oye, suéltame - Se escuchó levemente, el sonido de su sexy voz ronca chocó contra mi mano, pero lo que realmente me mataba era el sonido de las carcajadas y el leve movimiento de forcejeo para liberarse

- Cállate - Dije llena de vergüenza, aquellas imágenes y recuerdos de mi frente a los pechos de Lauren aquella noche invadían mi cabeza

- Eres tan adorable cuando te sonrojas, Camz - Dijo divertida, ahogando las carcajadas que salían de sus sensuales labios

- Solo lo dices para avergonzarme más - No me había separado de su cuello

- Claro que no - Me tomó de las mejillas y me dió un beso corto, que me dejó con ganas de más - No sé por qué te avergüenza ese tipo de cosas, si en la sala de profesores solo se habla de lo charlatana que es Camila Cabello en TODAS las clases - Revolvió mi cabello

- Eso... Eso es mentira - Me sonrojé de nuevo y traté de ahogar la risa - Yo soy muy callada en todas las clases - Mentí, aquello era lo más falso del mundo, la verdad es que, yo no mantenía la boca cerrada ni dos minutos, tenía que bromear, burlarme de alguien o aportar al tema de la clase - Soy la más callada del aula - Dije fungiendo indignación

- Mientes - Me tomó de la cintura e invirtió nuestras posiciones, cuando me di cuenta de lo que realmente había hecho, ya estaba aprisionada entre el colchón y el sensual cuerpo de mi novia - Ni siquiera en la clase de matemáticas cierras la boca, Cabello - Entre cerró los ojos, podría jurar que solo con ese gesto, mi centro empezaba a palpitar - Y eso que todo el mundo guarda total silencio en mi asignatura - Elevó una ceja, ese semblante de prepotente la cubría, sus ojos se hacían más oscuros, sus facciones más serias y mis bragas más húmedas - Creo que debo darte un par de lecciones sobre el comportamiento dentro del aula de clases - Levantó poco a poco mi larga blusa de pijama - No puedo permitir que mi novia sea la más indisciplinada de todo el Abrahám Lincoln - Acarició mi abdomen y me tensé, mis bragas estaban a la vista y el leve sonrojo cubrió por millonecima vez mis mejillas - ¿O que creíste? - Jugó con el borde de mis bragas - Que por que me especialicé en matemáticas, ¿No puedo enseñarte el respeto por los mayores y las normas de comportamiento básicas?

Mi respiración se hizo pesada, el corazón me latía como loco y mi garganta está seca

Literalmente morí al ver la forma tan lujuriosa en que sus impactantes ojos verdes iban de un lado a otro en mi cuerpo... Y volví a la vida al acercarla en un beso apasionado y ver sus pupilas dilatarse frente a mis ojos