La Profesora De Matemáticas (Camren)

52. Epílogo

- ¿¡En qué mierda estabas pensando, Karla Camila!? - Gritó furioso, los músculos en su cuello eran prominentes, sus dientes estaban apretados y en sus ojos ardía la furia, nunca lo había visto tan enojado en mis 18 años de vida - ¡Dime! ¿¡Que estúpidos pensamientos te pasan por la cabeza!?

- P-Papá... - Dije con la voz temblando - Y-yoo pued-do explicar t-todo - Las pocas palabras que había pronunciado se silenciaron. Me había abofeteado

- Señor Cabello - Habló mi novia con cuidado - Le pido que no la golpee, esta no es la forma de solucionar-

- ¡Cierra tu puta boca! - Se acercó, tanto, que Lauren tragó al tenerlo frente a ella - Tu no eres más que una corruptora de menores - Decía sin pensar en lo que decía - Tu te aprovechaste de mi hija ¡Y pagarás muy caro por eso! - La tomó del vestido de forma brusca - ¡Me aseguraré de que no puedas trabajar en otra cosa que no sea limpiando pisos! ESTÚPIDA LESBIANA DE MIERDA

- SUFICIENTE - Grité más allá del dolor en mi mejilla por el fuerte golpe - ¡No le digas así! - Me acerqué hasta él - ¡Suéltala! - Exigí - Podrás ser mi padre y obligarme a hacer cientos de cosas o prohibirme miles de ellas... Pero no permitiré que le pongas una mano encima a ella - Me referí a mi chica de ojos verdes - Por que si eso pasa,si que tendremos un problema gigante - Era mi turno para dejar salir todo mi enojo - ¡Suéltala! - Grité con la mirada borrosa y la respiración agitada, odiaba que los ataques de ansiedad llegarán en momentos como éste - ¡SUÉLTALA MALDITA SEA! - No sé cómo, pero logré safarla de su agarre y rodearla con mis brazos mientras sollozaba en su cuello

- Tranquila - Susurraba en mi oído - Yo estoy contigo... Yo estoy aquí, Mi todo

- ¡George! - El hombre que se hacía llamar mi padre llamó al hombre de seguridad - Saca a esta zorra de mi vista

- ¡No la trates así! - Me separé de forma torpe de Lauren y para caminar hasta el una vez más - ¡No pienses si quiera en referirte a mi novia con esas palabras!

- ELLA TE ENGAÑÓ, SE APROVECHÓ DE SU PAPEL COMO PROFESORA

- ELLA ES EL AMOR DE MI VIDA - Lo enfrenté de una vez por todas, sus ojos se abrieron de asombro y ví una sombra de tristeza y decepción en ellos. Su única reacción fué abofetearme de nuevo, pero esta vez con mucha más fuerza - ¿CUAL ES TU PUTO PROBLEMA? - Sentí la sangre en mi boca, las lágrimas bajaban por mis mejillas y dificultaban aún más que no entrara en un ataque por todo el estrés y caos a mi al rededor

- Eres tú - Dijo con el tono de voz más frío que alguien podría oír en su vida - Tu eres mi puto problema, Camila - Ví sus ojos ponerse vidriosos - Tus cosas estarán listas en 10 minutos, puedes llevarte todo... No quiero verte nunca más - Suspiró herido, tomó de la mano a mi madre quien no dijo una sola palabra y se marcharon a su habitación

Sus brazos me rodearon de nuevo y sentí que me desvanecería en cualquier momento

- Camz... Bebé... - Escuchaba a lo lejos

Mis sollozos eran cada vez más difíciles de controlar, me costaba respirar y el pecho me dolía como mil infiernos

- Camila... Camila... CAMILA, DESPIERTA - Abrí los ojos de golpe, estaba desubicada y confundida a la vez - Gracias al cielo, pensé que no despertarías - Suspiró, me atrajo a su cuerpo y besó mi frente, la cabeza me daba vueltas - ¿Otra vez ese sueño? - Me limité a asentir, no podía recordar ese día en lo más mínimo sin ponerme sensible y empezar a llorar - Lo siento, Camzi - Me acercó aún más, lo único que llegaba a calmarme era estar en sus brazos e inhalar su aroma, no había algo más reconfortante que la sensación de estar y ser protegida por ella, por mi Lauren - Vamos a tratar de dormir un poco más ¿Si, mi amor? - Su voz dulce me mataba de ternura - Aún quedan algunas horas para descansar - Mis labios buscaron los suyos y la besé