Capítulo 2

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Un mes. No había transcurrido más de un mes desde que comenzaron las clases y ya Marinette había demostrado un punto.

Bueno, dos.

Primero. Ella era, junto con varios chicos, el objetivo de las burlas en el salón y segundo, Chloé y sus amigas si eran unas idiotas. Siempre la fastidiaban. No todo el tiempo era la rubia quien lo hacía, pero sí sus amigas y Chloé sólo se reía de Marinette. Alya, aunque nunca se hubieran metido con ella por su gran carácter, siempre permanecía con Marinette y Lila para que así no las molestasen más de lo debido.

Lila Rossi. Era una chica que Marinette había conocido en el baño, cuando terminó embarrada de sopa. Un chico le había jugado una broma a la hora del almuerzo.

Alya faltó ese día a clases y por esa razón estaba sola, o eso pensó, hasta que escuchó unos débiles sollozos provenientes del baño y descubrió a una castaña sentada en el piso. Se colocó junto a ella. También tenía el cabello mojado y permanecieron en silencio, hasta que Marinette habló.

-¿Qué te hicieron?

-Metieron mi cabeza al inodoro-le sorprendió, ya que las chicas de su salón eran malas pero no llegaban a tales extremos-. Fueron los de quinto-aclaró, al ver la mirada horrorizada de Marinette.

Ella suspiró, pensando estúpidamente que Chloé era mala pero tampoco tanto. Se regañó mentalmente al pensar en ella. ¿Por qué le sucedía?

-Oh, ya veo.

-¿Tú?-le preguntó, detallando su camisa manchada de un liquido espeso.

-Sopa de champiñones-arrugó la nariz y después olfateó la tela-Lo peor es que odio los champiñones-la chica soltó una risa débil.

-¿Cómo te llamas?

-Lila Rossi, ¿y tú?-preguntó, estrechando su mano.

-Marinette Dupain.

Eso fue hacía unas dos semanas atrás y las chicas de inmediato hicieron clic. Le presentó a su compañera castaña y ahora las tres eran un trío de amigas inseparables. Si alguien intentaba molestarlas, salía Alya a su defensa e incluso dejaba en ridículo al mismo abusivo. Por ello Marinette y Lila la adoraban.

Pero hoy, sus dos amigas se encontraban en clase de Arte mientras a ella veía Historia. Se hallaba guardando unos libros en su casillero cuando observó una libreta azul en el piso. La recogió y pensó que era similar a la de Chloé. Ella sabia que era estúpido pero, siempre que la rubia estaba cerca de ella, Marinette no podía evitar mirarla.

Por esta simple razón podría asegurar que esa libreta debía pertenecer a Chloé Bourgeois, la rubia la cargaba con ella casi todo el tiempo. Escuchó unos pasos apresurados por el pasillo, acercándose, y una voz hablándole.

-¡Oye, eso es mío!-reconoció la voz de la rubia y se volvió para mirarla. Allí estaba frente a ella y pasaba sus ojos de la libreta al rostro de Marinette -. Devuélvemela-pidió, muy autoritaria.

A Marinette le molestó un poco su tono de voz, pero prefería no hacerla enojar. Verá Dios que le hacían ella y sus amigas si no se lo entregaba. Al recibirlo, Chloé lo abrazó contra su pecho y suspiró, aliviada. Después clavó sus ojos oscuros en Marinette, muy severamente.

-¿Qué hacías con el?-preguntó de forma acusatoria y Marinette arqueó una ceja.

-¿Yo? Nada. Sólo lo encontré, en el suelo-dijo, observando con irritación sus ojos azules, le fastidiaba saber que la ponían nerviosa.

-Oh, claro. Y sobre todo, yo te voy a creer-replicó sarcásticamente, los ojos de Marinette prácticamente estaban en llamas.

Perdía la paciencia.

Rivales | Chloenette Where stories live. Discover now