Capítulo 30

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Al día siguiente, se había despertado con un dolor horrendo por todo el cuerpo, y era una mierda. Su madre, al enterarse, la había llevado al hospital. La ojiceleste insistía en que no era nada grave, pero al llegar, tenía un chichón en la parte posterior de la cabeza, un moretón en el hombro y parte de su brazo derecho. Tuvieron que colocarle un ungüento y unas vendas, pero no era tan grave como para faltar al colegio. (Fuck)

Mientras Marinette se colocaba una camiseta miró la gran venda blanca que le cubría todo el brazo y parte de su hombro, parecía mitad momia y estaba segura de que Adrién sacaría provecho de aquello para insultarla. Terminó de colocarse los short y bajó por la escalera con cuidado, su mochila colgaba del hombro izquierdo, para así evitarle el dolor. En la cocina estaban sus padres, desayunado, quienes le sonrieron cálidamente al verla llegar.

— Buenos días, cariño.

— Buenos días, papá — respondió, tomando asiento con lentitud mientras tomaba un croissant de la cesta de la mesa.

— ¿Cómo te sientes, amor? — preguntó su mamá, claramente preocupada.

Marinette le sonrió.

— Mejor, mamá — dio un mordisco —. Aunque, me duele un poco.

— ¿Segura que quieres ir al colegio?

— Sip — dijo restándole importancia.

Después de comer un rato en silencio, su madre la miró con una sonrisa burlona.

— Así que... cuéntanos ¿Cómo fue el accidente de las animadoras?

Marinette ladeó la cabeza a un lado, pero se limitó a responder, sin entender las segundas intenciones de su madre.

— Se cayeron y yo... bueno, yo salvé a una chica de que se rompiera al cráneo contra el piso — dijo intentando sonar indiferente, su madre sonrió aún más.

— Aww, que bella es mi niña ¿Era Chloé Bourgeois? Aurore me contó los detalles — confesó fingiendo inocencia y Marinette casi se atraganta con la comida. (Aurore es perfecta. Obvio, la creé yo)

— Si... si era ella.

— Pero, cariño, no me contaste que te llevabas malísimo con esa chica y ahora me llegan con que la salvas ¿Por qué será? — dijo soltando una risa y Marinette comenzó a sentirse nerviosa.

— Yo supongo que soy buena persona.

— ¿Qué sucede con esa chica, Marinette? Siempre hablas de ella y sobre cómo te atormenta, pero al hacerlo tienes un brillo en los ojos-comentó su madre risueña, llamando la atención de Tom.

— ¿Estás enamorada de esa chica?— preguntó un poco confundido mientras doblaba el periódico.

Su hija siempre hablaba de esa Chloé y lo hacía con tanto entusiasmo y regularidad que el ya había concluido que su hija estaba enamorada ¿Por qué no lo admitía y ya?

— ¡Papá! — exclamó Marinette completamente roja, mientras su mamá se reía de ella y festejaba.

— ¡Yo lo sabía! Mi hija está enamorada ¿Cuándo nos presentas a la chica? — Sabine preguntó emocionada y Marinette negó con la cabeza.

— ¿Estás de acuerdo con esto? — preguntó la ojiceleste, mirando con súplica a su padre.

Tom se encogió de hombros.

— Los dedos no embarazan. Me parece perfecto — dijo antes de sonreírle y volver a leer el periódico, la mamá de Marinette seguía riéndose.

Rivales | Chloenette Where stories live. Discover now