Capítulo 22

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Septiembre

Un largo verano, sesenta y dos días en la cuales se había divertido con sus amigas, y como no, Chloé Bourgeois había irrumpido en sus pensamientos cada vez que podía (ósea, casi todo el tiempo).

Marinette había planeado olvidarla, pero, ¿cómo hacerlo? Solo podía pensar en su beso, la atormentaba todos los días y en las noches soñaba con él. Sus labios, su sabor, su tacto, todo seguía en su memoria y lo añoraba aún más, pero sus amigas siempre le recordaban que Chloé tenía novio y que, en todo caso, estaba jugando con ella.

Marinette sabía que tenían razón, pero, la forma en que Chloé la había besado, era diferente. Igual le alegraba que ahora su amiga Lila no pudiese reñirla, ya que ella también estaba colada por la capitana del grupo de las plástico, Nathaly.

Cuando alguna de las dos caía en depresión siempre se consolaban entre ellas. Lila durante el verano lloró varias veces y pasó la noche en casa de Marinette, las dos juntas mirando películas románticas y comiendo helado mientras se abrazaban. Marinette amaba a Lila y Lila a ella, sufrir de amor por unas idiotas había fortalecido aún más su amistad. Alya lamentaba el momento en que sus tres amigas cayeron rendidas por unos idiotas, Aurore no podía parar de hablar de Robert tampoco. Estaban en el carro de Max, hablando tranquilamente, y listas para su primer día de clases. Lila estaba nerviosa, pero tenía en claro que iba a ignorar rotundamente a Nathaly.

- Te apuesto que al final del día, está hablando con ella - le dijo Aurore a Alya y las dos apostaron.

- Pues perderán, no le voy a hablar. Está decidido, la superaré a como dé lugar - dijo Lila muy decidida desde el asiento trasero, junto a Marinette, Aurore estaba de copiloto con su hermano.

- Descuida, chica. Cuando tú superes a la pelirroja, será el mismo día que Marinette deje de babear por Bourgeois - dijo alegremente Max, causando las risas de su hermana y Alya, las otras dos no estaban muy felices.

Marinette bufó, frustrada. Ella también tenía su lucha interna, ya que después de dos meses del beso compartido con Chloé, la iba a volver a ver. No estaba segura de sí la rubia actuaría como si nunca hubiese ocurrido o se vengaría de ella, haciéndole la vida imposible. Llegaron hasta el estacionamiento y se bajaron del coche. Lila dio un portazo, aún furiosa, mientras sus amigas se reían de su reacción.

-Vamos, Li. No te enojes-le decía Alya colgándose de su cuello y Lila la ignoró.

- Mary, ¿vamos entrando? -preguntó a su amiga con una cálida sonrisa, ignorando por completo a Alya, quien chillaba.

- Claro - respondió Marinette y los cinco comenzaron a caminar hasta la puerta.

Ahora, Marinette tenía dieciséis años y estaba lista para superar este año escolar, pero para lo que aún no estaba preparada, era para Chloé. Y allí estaba.

- Mierda - murmuró antes de detenerse a unos pasos de la entrada, Aurore siguió sus ojos y también la vio.

- Tendrás que pasar a su lado todos modos - le dijo en un susurro mientras los cinco veían a la rubia.

Junto a los mesones de piedra estaba el grupo de Chloé, allí estaba ella, hablando con una amiga y se veía increíble. Su cabello suelto y largo con algunos mechones oscuros y un lazo adornándolo, la piel un poco más clara, unos jeans de mezclilla y una camisa blanca manga larga que dejaba ver su abdomen. Chloé sonreía alegremente y la cabeza de Marinette estuvo a segundos de sufrir un cortocircuito. Estaba hermosa y Marinette sentía las piernas temblarle, la rubia hablaba con una amiga sentada en la mesa y parecía no haberla visto aún.

Rivales | Chloenette Where stories live. Discover now