Rivales | Chloenette

Capítulo 27

Al día siguiente, Marinette entró a la escuela un poco más relajada, llevaba unos shorts negros y una blusa campesina de manga larga color azul. Era lo más cómodo que había encontrado en su armario. Su cabello estaba suelto y entrelazaba su brazo con el de Lila. Su amiga le daba fuerza, hablaban con Alya y Aurore sobre salir al cine la próxima semana, eso hasta que el grupito de chicas se colocaron justo frente a ella.

— Hola, a mis raras favoritas — dijo Nathaly abriendo los brazos mientras intentaba buscar los ojos de Lila, ella sólo miraba al suelo.

— ¿Qué quieren? — preguntó Alya, fastidiada.

Marinette miró a Chloé brevemente, vestía una falda de mezclilla y una blusa que dejaba ver su abdomen, junto con unas zapatillas en conjunto. Tan linda que dolía.

Sus ojos se encontraron y Marinette apartó la mirada, sentía aún el agua sucia en su garganta.

— Yo, yo quería hablar con Dupain — dijo la rubia, capturando la atención de todas.

— Yo no quiero hablar — rebatió Marinette y vio un brillo de tristeza en los ojos azules, eso la debilitó.

— Pues tienes que, vamos — le dijo tomándola de la muñeca y jalándola fuera del grupo.

Marinette les hizo señas a sus amigas para que no las siguieran, Chloé la llevó hasta una esquina junto a los casilleros y comenzó a hablar torpemente, mirándose los pies.

— Ayer... ayer me ignoraste — dijo más como una afirmación, dándole pequeños vistazos.

— Sí, ¿y? — intentó hacerse la indiferente, pero no le salió muy bien.

— Nada, olvídalo — soltó un poco molesta, aunque después comenzó a jugar con sus manos —. Nosotras... bueno, tenemos que terminar el ensayo... y podríamos hacerlo ésta tarde, en mi casa.

Marinette abrió los ojos ¿La estaba invitando a su casa? ¿Era un sueño? ¿Debía de tener fiebre? Oh, por Dios, su casa, era su casa y ellas podrían... ¡Para ya, Marinette!

(No, sigue, quiero saber)

— ¿T-tu ca-casa? — preguntó como una tonta y Chloé la miró como si en verdad lo fuera.

— Si. Mi casa, Marinette — dijo y la azabache se sonrojó.

— ¿Vas venir o no? — preguntó impaciente, Marinette pareció dudar.

— Me... me llamaste... ¿me llamaste por mi nombre?  — preguntó, abriendo los ojos.

Chloé rodó los ojos, aunque sus mejillas estaban ligeramente ruborizadas.

— Yo, bueno... — comenzó a indagar ya que no debía estar cerca de Chloé, Adrién la mataría, pero en parte, también quería conocer la casa de la rubia.

— Te recuerdo que vale mucha nota,— dijo cruzándose de brazos-. No vemos en la salida, te vienes conmigo — zanjó, dándose la vuelta y volviendo con sus amigas.

Marinette no pudo decir nada, tendría que ir y ya. Durante el resto del día estuvo muy nerviosa, no le dijo nada a sus amigas ya que comenzarían a delirar y a decirle que no fuera. Lila le preguntó que sucedía y no tuvo más opción que decirle, pero su amiga no hizo nada más al respecto ya que era una nota muy importante, le advirtió que tuviera cuidado y dándole un fuerte abrazo. Sus bajas y altas con la chica de ojos turquesas la tenían mal y Marinette entendía, también le devolvió el abrazo aún con más fuerzas.

En la hora de la salida, intentaba buscar a Chloé sin encontrarse a Adrién, fue fácil ya que últimamente no se les veía muy juntos (comparado con el año pasado). Sus amigas se habían ido con Alya y sintió a alguien tocándole el hombro, dio un brinco y al voltear se encontró con Chloé, que la miraba con una ceja alzada.