Parte 1

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Hubo una historia antigua de que hay hadas legendarias que crearon a todos los seres mágicos, estas hadas tenían tanto poder que nadie se las enfrentaba y las demás sólo acataban lo que ellas les ordenarán. A medida que fue avanzando la sociedad, ellas se ocultaban más y más de los humanos por la falta de esperanza que había hacía sus poderes, lo cual hacia que estas se enfermen y la llama de su vida se pueda apagar. Las pequeñas hadas se alejaron tanto de los hombres que ya casi nadie creía en su existencia.

América de pequeño: Entonces, Inglaterra ¿Es por eso que no puedo ver a tus amigas las hadas?

Inglaterra: ( sonrió) No te preocupes, si tu crees lo suficiente en ellas ten por seguro que ellas aparecerán frente a ti.

América de pequeño: ( sonrió) Me esforzaré mucho para creer en ellas y así las veremos juntos

Inglaterra: (tocando la cabeza de América) Muy bien, América eso debes hacer, cree mucho en la magia y en lo imposible.

América de pequeño: Me terminas de contar el cuento...quiero saber que paso con las hadas. ( mientras se acomodaba en su cama)

Inglaterra: Esta bien, pero solo si prometes que te irás a dormir inmediatamente.

América de pequeño: Prometido.

Inglaterra: Bien, las hadas solo tenían contacto con algunas personas que aún no habían perdido la esperanza en ellas, pero, como sabían que la falta de personas que no creían en su existencia era mayor que del otro grupo, lo que hicieron fue aislarse de la humanidad y solo aparecerían ante las persona que se mantendrían fiel a la existencia de ellas. Ellas prometían cumplir cualquier deseo, si es que, era deseado desde el fondo del corazón de las personas y mantenían su fe hacia ellas.

América de pequeño: ¿Como tú?

Inglaterra: Exacto

América de pequeño: Yo también creeré en ellas y así me cumplirán cualquier deseo.

Inglaterra: (sonrió) Solo será el deseo más anhelado que tengas.

América de pequeño: ¿El tuyo ya te lo cumplieron Inglaterra?

Inglaterra: Si, creo que si ( mirándolo tiernamente)

América de pequeño: Dime ¿Cual fue ese deseo?

Inglaterra: No te lo diré, es un secreto.

América de pequeño: Vamos dime, puedes confiar en tu hermanito.

Inglaterra: ( sonrió) Aunque lo digas de esa forma no te lo diré.

Pasó su mano sobre los cabellos rubios del pequeño y lo acurrucó dulcemente diciendo : Descansa.

América de pequeño: Algún día me dirás cuál fue tu deseo, ¿Verdad?

Inglaterra: Creo que si...

Dijo ello, mientras se alejaba de la cama donde descansaba el pequeño y se repetía para sí mismo "conocerte fue un deseo cumplido", se decía mientras sonreía de manera cálida.

Mi deseo, Tu deseoWhere stories live. Discover now