Parte 9

36 3 0
                                    

Ya terminada la misma, se dirigieron a la casa de Inglaterra.

América: Inglaterra, ¿De qué estuviste hablando con Noruega?

Inglaterra: Ah...nada que te incumba (dirigiéndose a sentar en el sofá)

América: Todo lo referente a ti me incumbe...

Inglaterra: América, sabes que tengo varios temas con la Unión Europea, además que Noruega es un buen amigo mío.

América: ¿Qué tan buen amigo?

Inglaterra: Lo conozco desde hace muchos siglos, eso es que somos buenos amigos y porque tenemos intereses en común.

América (sentándose al costado del británico): ¿Qué tipo de intereses?

Inglaterra: Ah, de verdad eres un niño.

América: ¿Cuántas veces vas a repetir eso? (Hacía un puchero)

Inglaterra: Esta bien, te lo diré... Noruega quería saber la situación en que se encontraba Dinamarca.

América: ¿A qué situación te refieres?

Inglaterra: Dinamarca tuvo unos problemas económicos, pero, gracias a la ayuda de los países nórdicos se levantó.

América: No sabía eso...

Inglaterra: Exacto, es que somos Europeos y nos apoyamos entre nosotros.

América: Ya veo, pero, Noruega no se preocupa demasiado ni siquiera el mismo Dinamarca se le ve extraño con ese tema pendiente.

Inglaterra; Se ve que eres lento (frunció un poco el ceño).

América: No me digas que...

Inglaterra: Ves que no tenías motivos para tus celos, ellos están juntos, por eso Noruega se preocupa por Dinamarca, aunque no es muy demostrativo en sus expresiones.

América: Ya veo, entonces si puedes ser amigo de Noruega, yo haré lo mismo con Dinamarca.

Inglaterra: Yo siempre he sido su amigo, tú eres el que no tiene mucho trato con ellos...

América: Por cierto, estuve conversando con Japón...

Inglaterra (enojado): No me haces caso mocoso...siempre me interrumpes...

América (ignorándolo): Me dijo que sabe que estamos saliendo...

Inglaterra: ¿qué?

América: Lo que escuchaste, me dijo que sabía de nuestra relación y que algunas naciones también se han dado cuenta.

Inglaterra: ¿Cómo es posible? Si hemos sido discretos.

América: Inglaterra, era inevitable...nuestros sentimientos no se pueden ocultar...porque me amas, cierto?

Inglaterra (sonrojado): Idiota...ya sabes la respuesta, no me avergüences repitiéndola...

América: Si no lo dices, haré una pataleta (sonrió).

Inglaterra: Haz lo que quieras.

El británico se paraba del sofá cuándo sintió unos brazos sobre su cintura, sentía la respiración de América sobre su hombro - haré mi pataleta de esta forma - mientras cargaba a Inglaterra hacía su habitación.

Inglaterra: ¿qué haces?

América: Dijiste que haga lo que desee, esto (señalando al británico) es lo que más deseo.

Inglaterra estaba sonrojado y se dejó llevar por las suaves caricias con las que América comenzó a tocar su cuerpo, el beso entre ambos hacía que se necesitasen más, el americano comenzó a desnudar al inglés, quién se ponía colorado hasta las orejas, América comenzó a tocar el pecho del inglés, a lo cual gimió suavemente, procedió a ponerle una marca a la altura de su pecho derecho, procediendo a tocar los pezones del británico, lo cual lo excitaba, ya que, éste comenzaba a producir una serie de gemidos, por lo cual se decía - bien, es mi turno - ingresando de esa manera en el interior del caballero inglés.

Ambos pasaron la noche juntos, ya el día había comenzado a asomarse por la ventana, siendo el primero en despertar el inglés, quien preparó el desayuno.

América (despeinado): Sabes Inglaterra, estos años de relación son lo mejor que me ha pasado. (Sonrió)

Inglaterra: No digas cosas vergonzosas tan temprano...

América: Es cierto, parecemos una pareja de esposos...aunque...

Inglaterra: ¿En qué piensas?

América: Es que, cuando veo a las personas, veo a las familias que salen a pasear con sus hijos, es una buena vista ¿no crees?

Inglaterra: América... ¿Tú?... Sabes que eso es imposible...

América (esbozo una sonrisa): Lo sé, no pienses mal...

Inglaterra: Somos naciones no humanos, nosotros no creamos vida y peor en nuestra relación (refiriéndose a que ambos son hombres).

América: Lo sé, te lo dije...pero, me entró esa inquietud...sabes hay milagros...

Inglaterra (cortándolo): Yo he visto muchos de esos milagros, pero nada referente a lo que deseas.

América: Entiendo Inglaterra, yo se que es imposible, aunque...

Inglaterra: ¿Qué ocurre?

América: Nada, me imagine como sería criar un pequeño tú (sonrió).

Inglaterra: América, creo que debes de descansar, termina de desayunar y tranquiliza tu mente.

América: Cierto, hay que desayunar...(se dirigió al comedor).

Mi deseo, Tu deseoWhere stories live. Discover now