Parte 10

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Inglaterra fue a su encuentro y merendaron juntos. América subió a su recámara y comenzó a pensar en la posibilidad, así sea la más mínima de que junto al británico formarán una familia, se decía, Inglaterra es bueno con las tareas domésticas y la crianza, excepto cuando toma, lo alejaría del alcohol - sonreía - yo, sería el que trabaje y mantenga a mi familia, les enseñaría de videojuegos y como ser un héroe - ese deseo, se dijo; mientas comenzaba a dormirse.

América recordó que cuando era pequeño Inglaterra le contaba historias de hadas y que ellas podían cumplir cualquier cosa uno pueda desear, precisamente vino a su mente un episodio, cuando el británico se iba y dejaba a la joven nación sola, este pequeño deseo desde el fondo de su corazón que una hada apareciera, que cumpliera su deseo, que el inglés nunca se aleje de él, ese corazón puro e inocente rogaba con fervor ello, fueron días que se convirtieron en meses pensando en ello, cuando llegó de visita Inglaterra, quedándose un par de meses, lo que alegraba al americano

América de pequeño: Gracias hadas, aunque sean breves mis encuentros con Inglaterra, los atesoró mucho.

Cuando siente una voz suave que decía - aún no cumplo tu deseo mi pequeño.

América de pequeño: ¿A qué te refieres? Si Inglaterra vino a visitarme (buscando con la mirada donde se pudiese encontrar el hada).

Hada (apareciendo como una luz brillante, algo pequeña como un copo de nieve flotante): Mi pequeño, la visita de Inglaterra era algo ya planificado por él, tu deseo debe ser algo que no solo desees, sino que, no sea previsible que se pueda hacer por otros, sino que, solo nosotras, las hadas podamos cumplirlo.

América de pequeño: No entiendo... Yo lo que quiero es que Inglaterra permanezca a mi lado siempre...

Hada: Ya veo, pero yo no puedo intervenir en los sentimientos de las personas, si él te ama y desea permanecer siempre a tu lado será así.

América de pequeño: ¿Qué es lo que puedo hacer para que él siempre este a mi lado?

Hada: Primero, descubre que sentimiento él tiene por ti, si ambos comparten un fuerte sentimiento puedo hacer que permanezcan juntos sin que nadie los separe, pero, eso es de acuerdo a lo que sientan el uno por el otro.

América de pequeño: Inglaterra me ama como un hermano, yo también.

Hada: Los seres mágicos podemos ver en el corazón de todos, lo que observó en ti es algo distinto, tus sentimientos no están en orden.

América de pequeño: Pero, yo...sino es amor de hermanos, ¿qué siento por Inglaterra?

Hada: Eso debes de descubrirlo por ti, tienes un deseo pendiente, así que cuando sepas que sentimientos son los que te da esa persona y lo que siente él por ti, me puedes llamar.

América de pequeño: ¿Cómo te podré ver de nuevo?

Hada: Mi nombre es Ciena, solo llámame y vendré. Hasta pronto joven nación.

América de pequeño: Espera...

De ese sueño, de ese pequeño destello de recuerdo, se despertó América con lágrimas en sus ojos, no puede ser, se dijo, un deseo...mi deseo...

Inglaterra: América, ¿ya despertaste? (a lo que veía como las lágrimas brotaban en el rostro del americano) ¿qué te ocurre?

América (sintiendo las lágrimas que inconscientemente derramaba): Yo...tuve un sueño...un recuerdo del pasado...

Inglaterra (acercándose a él y sujetándole la mano): Cuéntame...que recuerdo te trajo tanta tristeza.

América: Yo estaba solo...Inglaterra tu no estabas y por más que rogaba no te podía encontrar...

Inglaterra: Ya veo, un recuerdo de tu niñez (pensativo) no te preocupes, yo estoy aquí, contigo.

América: Lo sé... No pienses que soy inmaduro, es solo qué tenerte aquí de este modo me hace tan feliz que si te perdiera de nuevo...yo...creo que enloquecería...

Inglaterra: América tranquilízate, estamos juntos, eso es lo importante...

América abrazo al británico tiernamente, quedándose ambos así por unos minutos más, los recuerdos de ambos eran dolorosos, no se sabría precisar cuál de los dos había sufrido más con las acciones del otro, pero, América sabía que los cien años que no estuvo con Inglaterra fueron los peores, lo que más le dolía era recordar que él causó ello; sin embargo, ahora hacía todo para remediarlo y disfrutar del amor que se tenían.

América sentía que con ese deseo pendiente pueda cumplir su anhelo de formar una familia junto a su adorado Inglaterra, tener un vínculo junto a él, un pequeño que les pueda dar felicidad, un pequeño Inglaterra se decía. Sin embargo, él sabía que tenía una condición su deseo, el hecho de conocer si Inglaterra tenía los mismos sentimientos que él y si quería formar una familia junto a él.

La joven nación estaba decidida a conocer bien los sentimientos del inglés, con ese objetivo lo alcanzó en la sala.

América: Inglaterra...necesito saber ¿cuáles son tus sentimientos por mí?

Inglaterra (sonrojado): ¿De qué hablas...tú ya los sabes...

América: Lo sé, pero necesito que me los digas...por favor...

Inglaterra: ¿Fue a causa de ese sueño?

América: Si...yo...

Inglaterra notando a un América inseguro se acercó al mismo: Cuando te vi desde pequeño sabía que ibas a ser una gran nación y que ya no podría estar más a tu lado, a pesar de eso, me esforcé por no pensar en ello, solo quería permanecer a tu lado, luego de tu independencia, entendí que ya no podía estar contigo como tu hermano, el sentimiento que me haz mostrado en este tiempo que estamos juntos, los aprecio y son correspondidos. (Sonrió dulcemente)

América (con lágrimas en los ojos): Siento mucho lo que sufriste por mí... Yo no supe manejar mucho mis sentimientos y a medida que crecían se desbordaban...no pude controlarlos...yo no podía vivir a tu sombra ni sin ti...supongo que era muy ambicioso...

Inglaterra (tomando del brazo al americano): Desde pequeño fuiste así... Supongo que te malcríe (sonrió).

América (abrazándolo): Te amo Inglaterra... No puedo vivir sin ti...yo te amo...

Inglaterra (sonrojado): Tonto, yo también te amo América.

Mi deseo, Tu deseoWhere stories live. Discover now