Capítulo 35.

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________'s P.O.V:

»Maldita sea, _____. ¿Qué demonios estás haciendo?«

—Yo... Yo no puedo —dije separándome bruscamente de él.

—¿Qué? —se levantó de la cama.

—Sí, estás ebrio y...

—No estoy lo suficientemente ebrio para no saber lo que hago —me interrumpió un poco disgustado.

—¡Ni siquiera podías caminar! —me quejé. Él iba a contestar pero seguí hablando—. Además, tú estás con Juliet, el hecho de que ella se bese con todos no significa que yo también o que tú tengas que hacerlo.

—No te compares con ella, no son iguales —apretó los puños.

—Sí, "la gran Juliet Simms" no se compara a la "don nadie de _______"

—¡Cállate ya, maldita sea! —gritó interrumpiéndome. Parecía que todo rastro de alcohol había desaparecido de su sistema—. Por favor...

Sus puños —Aún apretados— comenzaron a temblar.
»Genial, _______. Ya la cagaste«

Andy, tranquílizate —dije viéndolo a los ojos.

Comenzó a caminar hacia mí, por instinto retrocedí, hasta chocar con la pared.

—Tú no eres igual a ella —susurró cerca de mi cara.

»¡Se supone que lo odias, empujalo o algo!«

—No te acercas a ser ella —su labio inferior temblaba—, y eso es lo bueno —susurró en mis labios. Y me besó.
Sus labios al principio quedaron estáticos, como si dudara de lo que hacía.

»Es ahora o nunca. ¿Dónde dejaste el ego?«

Sus labios comenzaron a moverse sobre los míos. Ese zoológico de maripositas se volvió uno lleno de todo tipo de animales revoloteando en mi estómago. Colocó sus manos en mi cintura y cientos de millones de descargas eléctricas recorrieron todo mi cuerpo.
Yo simplemente me quedé estática.

»A la mierda el ego, el idiota besa increíble«

Sentí como se separaba un poco de mí y ahí, fue cuando reaccioné. Le devolví el beso. Sonrió cuando sintió mis labios moverse sobre los suyos.

»Dios mío. ¿Cómo se le ocurre? se siente tan increíblemente bien y se supone que tengo que detenerlo. Si sigue así, terminaré como todas las demás«

Por instinto llevé mis manos a su cuello y amplió su sonrisa.
¡Dios, qué bien se sentía!
Era el mejor beso que me habían dado en toda mi maldita vida.

Sus labios se movían tan perfectamente en los míos que me estaba volviendo loca.
Mis pulmones necesitaban aire.

»Carajo, un poco más«

Se separó un poco de mí. Sentí un enorme vacío en mi estómago.
Y como si escuchara mis pensamientos, me besó de nuevo.

—¡_______! —gritó Alice desde bajo.
»Demonios«

—Me tengo que ir —dije en medio del beso, bajando mis manos hasta su pecho.

Sus manos en mi cintura se apretaron más y me jaló aún más hacia él.

—Aún no te vayas —suplicó con una voz ronca que erizó mi piel.

—Me tengo que ir —repetí y me separé por completo de sus labios. Los atrapó de nuevo.

»El idiota sí sabe cómo retenerme«

—De acuerdo —me soltó de repente—. Pero no se va a quedar así. —Yo salí disparada de la habitación.

»¿Qué demonios acaba de suceder? ¿Qué es lo que había hecho«

¿Les gustó? ✨
Quería avisarles que no podré actualizar el resto del año y quizás hasta mediados de enero.
¿Recuerdan que les dije que mi teléfono se había descompuesto?, pues el que estoy usando no es mío. :(
Y lo voy a regresar, me compraré otro después y en cuanto lo tenga ¡Juro que voy a actualizar!
Las quiere:
-💜

El chico de las cartas. •[Andy Biersack]•Where stories live. Discover now