~Un Pequeño Accidente~

"Mark, encantado"

Al cabo de unas horas, el joven por fin salió. Iba en una silla de ruedas y tenía el pie escayolado. Seguramente estaría roto, pero conociendo a Vi y sus nervios, sería capaz de ponerse en lo peor.

Entonces, ella se levantó y se acercó corriendo.

- Oh Dios mío, lo siento muchísimo de verdad, perdoname, no era mi intención. Soy una irresponsable. ¿Estas bien? ¿Necesitas algo? - dijo Vi preocupada.

El chico se quedó un poco flipando. No la conocía de nada, ¿Por qué se preocupaba tanto por él?

- Em, si, tranquila, estoy bien. Bueno, tengo el pie roto pero estoy bien. -respondió el joven.

Violet se sintió rara. Sentía mariposas en el estómago, una sensación nueva que nunca había experimentado. ¿Qué la pasaba?

Antes de que pudiera responder, Miguel se acercó a ellos.

- Hey. Soy Miguel, el primo de Violet, la chica que te ha atropellado sin querer. Lo sentimos mucho enserio. Perdona a mi prima, es bastante exagerada a veces. -se rió un poco.

Mark se le quedó mirando. Su cara le sonaba pero no caia en quien podría ser. Pero en fin.

- Mark, encantado. -respondió él.

En su tono de voz se podía notar que aunque fuera simpático, estaba un poco cabreado.

- ¿Te pasa algo? -preguntó Vi.

- Nah, simplemente estoy en un hospital con el pie roto cuando podría estar con mis niños. - dijo Mark con tono sarcástico.

De nuevo, esos sentimientos. No sabía que la dolía más, si el que le acabara de fastidiar el pie unos meses, o que el joven tuviera niños. Niños. La dolió en el alma y no entendía el por qué.

-Yo... perdoname. Soy una irresponsable. No debería haber acelerado. Lo siento. -dijo ella. Acto seguido, Violet se fue del hospital y fue directamente a casa.

Miguel suspiró.

- Perdona el accidente. Toma, para un taxi. - le dio 20€ para que pudiera volver a casa, y después salió corriendo detrás de Vi.

-Genial... - Mark cogió el dinero, cogió un taxi, y se fue a casa con su madre y con su hermana.

Violet seguía hecha polvo.