Contigo. ^Frerard^

017

Sin querer jamás soltarle le mantuvo cautivo. Juntaba su nariz a la suya besándole casto de vez en cuando, aumentando la intensidad de este y demandándole con ímpetu.

Se separaron a falta de aire, con el castaño removiéndose hasta quedar encima del mayor quien le tomó sutilmente de las caderas para así colocarle bajo suyo con suavidad.

- Buenos días, precioso.- Susurra entre besos castos llenos de sentimiento. Frank suspira entre ellos sonriendo y alzando sus brazos para así enrollar a su esposo del cuello.

- Buen día, Gee.- Murmura pestañeando.

- ¿Qué pasa?- Ríe cuando este le besa el cuello de forma provocativa.

- Tú hijo y yo tenemos hambre...- Canturrea suspirando y volviendo a besarle. Gerard cierra los ojos negando.

- ¿Qué se les antoja, mis amores?- Frank escala sus labios hasta su oído mordiéndolo leve.

- Un buen mañanero.- Dice para así colocar bien sus piernas y dejándolas una en cada lado del cuerpo del mayor, bajando sus manos hasta sus caderas y presionando por sus glúteos, haciéndole sentir su necesidad.- ¿Qué dices, amor?, ¿Nos darás lo que queremos?- Jadea para él.

Gerard gruñe poseso tomándole de los muslos y alzándolo hacia él, se restriega de modo fiero pero siempre precavido.

Devora los labios de su esposo, los devora con vehemencia y fervor, ama a Frank y se siente feliz, mucho.

Le besa el cuello mientras sus manos le acarician el cuerpo por los laterales, le quita su camisa dejando al descubierto su vientre y cuando va bajando sus labios por su pecho hasta llegar al borde de sus pantalones, bajándolos lentamente, besa anhelante aquel espacio donde su criatura crecerá.

Esta demasiado extasiado. Sabe que sueña con ello desde hacía una semana atrás que se habían enterado, sabe que ahora se han dado un buen tiempo para solo ellos, para no pensar en nada más, que en su familia.

Cuando se encuentra totalmente desnudo, ve a Gerard enderezarse mientras él mismo se quita su ropa, le ve colarse entre sus glúteos, le ve desaparecer por ahí para hacerle sentir en el cielo y el infierno juntos.

Gime alto y demandante de más, se mueve lentamente indicándole donde debe lamer, donde besar.

Sus piernas le tiemblan asintiendo ante la sensación, tensándose cuando siente un tirón en el vientre, algo que le indica que pronto va a correrse:- G-Gee..., oh, ¡Dios!, ahí, Gee.- Ahora siente la cálida boca de Gerard al rededor de su miembro y solloza gozoso cuando dos dedos se cuelan en su interior. Y estalla viendo miles de estrellas, gimiendo alarido, arqueándose entero.

Respeta agitado sintiendo aún los besos de Gerard en su piel, y suben, y suben. Ahora le besa de nuevo con amor mientras se deja hacer, se deja alzar de los glúteos, se deja embestir de manera lenta mientras su interior recibe gustoso a su hombre, mientras le aprieta de modo embriagante que hace al mayor gruñir intenso.

Se besan aún más, jadean y ríen. Le embiste siendo precavido, le hace gozar en distintos ángulos hasta dar con su talón de Aquiles y entonces le ve contraerse, llegado nuevamente, haciéndole llegar de igual modo.

Un espasmo le recorre, es majestuoso, y algo que solamente le ocurre con Frank.

Es un momento de su vida en el que realmente está enamorado. Y tan solo pensar en aquel pequeño ser que crece dentro del amor de su vida es...

- ¿Qué ocurre?- Le pregunta después de un rato.

Abre los ojos dándose cuenta que se había perdido pensando en el futuro. Gerard sonríe y niega alzando la mirada del vientre del castaño.

- Espero que tenga tus ojos.- Frank abre sus avellanas con sorpresa.

- ¿Por qué?, es decir, yo quiero que tenga los tuyos.- Ríen.

- No. Tus preciosos ojos, serán.- Le guiña un ojo y sube hasta él besándole con ternura. Frank suspira haciendo un mohín.

- Eso no lo decides tú.

- ¡Claro que si!, es mi hijo, yo lo he puesto ahí, así que, inconscientemente ya he decidido como será y sé que será igual a ti.- Declara solemne. Frank estalla en una carcajada rodando los ojos y suspirando.

- Si, claro...- Se deja abrazar por él sintiéndose seguro en sus brazos. Sabe que ha huido ya varios días de su realidad. Los únicos que saben de su embarazo son Gerard, Mikey y su doctor, y bueno, para que quiere más teniendo una madre que odia a su esposo y un amigo que le ha traicionado.

Intenta dormir puesto que se siente aún más cansado de lo normal, con las caricias de Gerard entre su nuca y su pelo. Su pesada respiración le calma, y eso es todo lo que necesita.

Le ve dormir sonriendo mientras se levanta poco a poco empezando a vestirse.

Cuando está listo tapa a Frank y besa su frente, entonces camina haya salir de la habitación y bajar las escaleras, yendo a la cocina y preparando un café, tomándolo luego.

Escucha la puerta abrirse viendo a Mikey. Este sonríe y le saluda.

- ¿Cómo está el enano?

- Mejor.- Sonríe.- Sus gustos han aumentado en cuestión de días pero no me importa.- Se encoge de hombros.- Al fin tendré una familia, Mikey.

- Lo sé. Se lo feliz que eso te pone, Gee.- Asiente.- Y bueno... Hablando de Frank, ¿has pensando en retirar tu oferta pacífica de aquel cavernícola que intento lastimarlo?- El mayor le ve frunciendo el ceño extrañado.

- ¿Qué intentas?

- Meterle un demanda, quemar su auto, tirarle piedras a las ventanas de su casa, yo que sé. No estoy muy contento de ver como no le partiste la cara.- Gerard ladea el rostro y niega.

- La violencia no es buena.

- Ese tipo merece no tener bolas. Por Dios, tocó a tu esposo.

- Y que bueno que no pasó a más, ¿no es así?

- ¿Cómo?

- Si algo más hubiera ocurrido, créeme, estarías luchando en este momento en un juzgado por mí por intento de homicidio.- Mikey rodó los ojos suspirando.

- Eres tan... Ugh.

- Gracias.

- Cállate. Yo hablaré con él.

- No.

- Gerard.

- He dicho que no.- Ordenó serio. El rubio le vio algo descolocado.- Solo no quiero que se siga metiendo en nuestras vidas. Le dejé muy claro las cosas. No hace falta que intervengas. ¿Puedes por favor, dejarlo así?- Mikey apretó los labios gruñendo y bufando.

- ¡Bien!- Gerard sonrió acercándose a él y revolviendo su pelo.

- Gracias pequeño.

- ¡No me digas así!

- Siempre serás mi pequeño.

- Ugh. ¿A dónde vas?- Gerard le miró tomando su chaqueta en el perchero y luego las llaves de su auto.

- Cuida a Frank por mi. Iré a dar un paseo.

- Gerard.- Le llamó alarmado.

- Iré a ver a mi suegra.

***
Hellou

Ya sé, siempre actualizando tarde y eso :v Sorry

Pero, es promesa que mañana actualizo sí o si EUNDH, ahí les cuento un problema que tengo con esa historia :c no es grave pero me pone sad jajaja

En fin

Súper mega re contra huper duper Feliz Navidad!!!!⛄️⛄️🌻❤️

Pásensela increíble con todos sus familiares y amigos :)

Les deseo lo mejor, les quiero un chingo chicas, sin ustedes no soy lo que soy:) gracias por leerme, las aprecio mucho ⛄️🌻