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Su respiración se volvió pesada obligándose a sí mismo a no bajar la mirada.

- Si.- Dijo finalmente. Gerard contrajo el rostro con decepción y dolor retrocediendo de él.- Pero yo no... Es que yo... Por favor escucha antes lo que tengo que decir.- Le pidió en un murmuro chico. Estaba temblando y le veía suplicante. Gerard a penas y pensaba. Su mente estaba hecha un lío entre sus ideologías y las que Linda Iero le había metido en la cabeza.

- Bien.- Respondió a lo bajo. Frank intentó tomarle de la mano y jalarle despacio hasta sentarse ambos frente a frente en la cama. Gerard algo reacio al final se dejó hacer. Miró entonces el vientre plano del menor quien empezaba a sollozar. Este se aclaró lo más que pudo la garganta.

- Yo estaba en deportes, un juego importante de la temporada. No recuerdo mucho más que haberme desmayado a medio de este. Cuando desperté, estaba en el hospital. Mi madre estaba frente mío y me dijo que estaba decepcionada de mí. Fue cuando ella descubrió que nos habíamos casado en secreto y que...- Sus labios estaban resecos y casi no sentía el aire para respirar. Gerard se sintió mal enseguida al verlo así, tomando su mano para darle fuerzas. Le incitó a continuar.- Me dijo que estaba embarazado.- Soltó entonces.- Me dijo que había tenido un aborto espontáneo a raíz de lo que ocurrió en el juego.- Negó.- Yo no sabía Gee, te lo juro, si lo hubiera sabido, jamás hubiera jugado aquel día, me habría cuidado.- Le miró ya con las lágrimas deslizándose en sus mejillas, teniendo que llevar ambas manos a su rostro por la desesperación de no poder parar.

El mayor frente suyo no entendía nada, pero el enojo poco a poco iba abandonando su cuerpo, reemplazándola con la resignación. No sabía que había ocurrido en realidad, pero aquello que leyó en el hospital era obra de Linda, no de Frank. Lo daba por sentado.

Sus manos enseguida corrieron hacia él, abrazando a su pequeño esposo y atrayéndolo a su pecho, tranquilizándole.

- Está bien, amor. Te creo.- Besó su frente y su cuello después, esperando a que el menor pudiera dejar de llorar.

No iba a decirle de sus dudas, no quería saber si en verdad Linda Iero era capaz de hacer lo que creía que hizo. Simplemente iba a cuidar de los suyos, sin dejar que nadie se interponga.




La campanilla del lugar sonó llamando su atención, parpadeó mirando disimuladamente hacia la puerta, viendo a una mujer entrar junto a su hijo.

Resopló bajando de nuevo la mirada hacia un recipiente de crema en polvo siendo esta lo más entretenido que había en ese sitio.

La campanilla volvió a sonar pero esta vez no se molestó en voltear a ver.

- ¿Ya has pedido?, siento la demora.- Alza la mirada viendo al rubio mastodonte de traje mirarle arrepentido, a lo que solo niega y se pone de pie para así saludarle.

- Robert.

- Ya te dije que solo Bob está bien.- Ambos se sientan frente al otro, con el recién llegado quitándose su saco para colocarlo a una silla a su lado.

Mikey hace una diminuta sonrisa. En el fondo, le agrada mucho la idea de que en el poco tiempo que lleva conociendo a Bob, ya haya decidido que usar pijama no era lo mejor. Casi un mes había pasado y el chico lucia mejor, mucho mejor de lo que él estaba a ese tiempo cuando a él le sucedió aquello.

- Veo que las pijamas fueron reemplazadas.- Le dice viéndole acomodarse mejor. Un mesero enseguida les da el menú.

- Un americano, por favor, con una rebanada de pie de fresa.

- Moka con crema batida encima. Una rebanada de pastel de chocolate.- El mesero se retira y Bob le mira ahora fijamente rascándose la nuca.

- Bueno, nuestras platicas me han ayudado. Hoy he regresado al trabajo.- Le dice. Mikey luce sorprendido asintiendo.

- Eso es genial. ¡Felicidades, Bob!- Dice sincero. Robert asiente agradecido mirando al rubio bajar la mirada apenado ante su un poco elevado tono empleado.

- Gracias, Mikey.- Le agradece. El menor alza la mirada entonces queriendo preguntarle algo, siendo interrumpidos por sus órdenes. Dan las gracias y continúan mirándose.- La oficina de Frank sigue vacía.- El menor aprieta los labios.

- Se niega a trabajar. Gerard está de acuerdo en que no vuelva si no quiere, le apoya. Además de... Bueno.- Suspira. Toma una cuchara para revolver la crema con el líquido y después tomar un sorbo. Bob sigue con la mirada sus actos dubitativo.- Frank está embarazado.- La cara de asombro del mayor no se hizo esperar, parpadeando levemente antes de sonreír.

- Me alegro mucho por él.

- Bob...

- Enserio.- Repite.- Me alegro mucho por él.- El rubio asiente entonces suspirando y tomando más de su Moka. Robert toma su americano mirando al menor, carraspeando y llamando su atención.- Yo... Quisiera disculparme con él.- Mikey parpadea algo pensativo para luego relamerse los labios.

- ¿Tienes algo en mente?- Abre los ojos sorprendido ante su respuesta.

- He de admitir que me sorprende tu apoyo.

- ¿Por qué?, digo, me parece muy bien el que quieras disculparte. Además, sé que es algo que igual necesitas para continuar. Si yo hubiera tenido la oportunidad de hacerlo... Bueno...- Sonríe de lado sin mirarlo causando intriga en el mayor.

- ¿Me contarás?- Le pregunta entonces. Mikey respinga viéndole de nuevo pensando.

- Es algo que ya no tiene importancia.

- Pero sigues pensándolo.- No lo niega. Sonríe vagamente tomando un pedazo del pastel que había pedido. Bob copia su acción sin dejar de verlo.

- No lo negaré. Me enamoré con locura. No sé si mi amor se compara con el tuyo por Frank, pero, he aprendido a superarlo. Ahora solo queda mi cariño hacia él.

- ¿Él?- Abre los ojos sorprendido. Mikey se sonroja avergonzado asintiendo.

- Su nombre era Raymond. Pero le gusta que le digan Ray.

***
Holi boli crayoli :v
Sin ideas time :/

Ando enferma además y la escuela como siempre me jode :/
I'm gonna die

Contigo. ^Frerard^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora