Karol.
-¿¡Donde estan mis zapatos!? -exclama Katja caminando por todo el camerino lanzando cosas al aire, podría decir que estamos en aquél momento de crisis en el que no encontrábamos nada porque el camerino es el real desastre en este momento.
Digamos que Katja, Valentina, Carolina y yo no somos la más organizadas del elenco.
-¿Han visto mi collar en forma de corazón? -pregunta Caro quien busca de bajo del sofa.
-Esta en mi bolso -señala Katja.
-¿Se puede saber que hacias con el?
-En serio ¿nadie a visto mis zapatos? Queda media hora para el show -dice ignorando a Carolina.
-Hol... Joder ¿como hacen para hacer este desorden en tan solos dos horas? -niega Lio entrando al camerino cuidando no pisar nada.
-Es un don -me encojo de hombros mientras me miro en el espejo- ¿Porque soy tan linda?
-Porque no eres fea -dice obvio Lio y suelto una carcajada.- Valentina vine a recuperar mi celular.
-Aún no termino de pasar las fotos al mio ¿como es que tu cámara es tan buena? -dice sin despegar la mirada de ambos celulares.
-Habló en serio Vale, lo necesitó.
Me levanto de mi tocador y salgo del camerino dejando a Lio y Valentina discutiendo, Carolina y Katja ahogándose en el desorden. Por alguna razón del destino yo estoy lista para salir a escena.
-Esposa mia ¿puedes venir un segundo? -pregunta Gaston asomándose por la puerta de su camerino.
-Claro cielo -entró al camerino y veo como Jorge duerme en el sofa tranquilamente mientras que Ruggero sostiene una cubeta por encima de su cabeza y Agustin agarra lo que parece ser harina.- ¿Que van hacer?
-Tu solo graba -Gaston me pasa su cámara y toma su guitarra.
-Están dementes -murmurro mientras enciendo la cámara.
Lo siguiente que pasa es que Ruggero deja caer agua en todo el cuerpo de Jorge en qué Agustin deja caer la harina sobré el mientras que Gaston toca la guitarra cantando a todo pulmón.
Al menos no me tocó a mi esta broma.
Recuerdo qué en la gira de Latinoamericana después del show a los chicos se les ocurrió la grandiosa idea de dejarme encerrada en mi camerino por toda la noche, lo qué más me ofendió qué mi madre fuera la de la idea.
Toda un amor.
No voy a decir que soy un ángel porque estaría mintiendo, una vez tiñe de rosado el cabello de Lio, también hice desaparecer una de las maletas de Rugge en plena gira por lo cuál tubo qué comprar ropa nueva. Y como olvidar cuándo hice que Katja, Chiara y Agus perdieran su vuelo a Mexico porque les dije qué debíamos tomarlo una hora más tarde.
Jorge se levanta del sofa como un resorte y maldice al versé, mira a todo su alrededor con la mandíbula apretada, entoces como hombres valientes que son mis amigos salieron corriendo.
