S E S E N T A U N O

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Karol

Nosotros somos personas civilizadas.

Lo fuimos hasta qué entramos al ascensor y estallamos a gritos celebrando la desgracia de otro sin remordimiento alguno.

Maravillosa manera de terminar la mañana.

-¡No voy a ir a la carcel! -chocó las palmas con Sarah emocionada y mi mamá me mira con reproche- se que es un tema delicado pero vamos, celebra qué no tendrás qué visitarme a la cárcel por lo siguientes años.

-Si ése maldito te ponia un dedo encima otra vez la qué iría a la cárcel sería yo. -asegura mi mamá abrazándome.

-Te amo mucho mami. -digo besando su mejilla.

-Lamentó interrumpir su momento de madre e hija para debemos salir del ascensor. -señala Lio un grupo de persona fuera del ascensor con caras de poco amigos.

-Si mejor salimos -rie Carolina.

-¿Que tal si vamos a almorzar? Karol y Carolina invitan -informa Lizardo sonriente.

-Si aprovechemos la situación -apoya el papá de Carolina.

-Qué pena por ustedes pero yo debo ir a resolver algunas cosas con mi copia masculina. -entrelazó mi brazo con el de Lio.

-¿Para dónde van? -pregunta mi madre cruzándose de brazos en plan de negación.

-Averiguar si Lio embarazo a una chica.

-¡Karol! -me reprende el y creó qué mi mamá sufrirá un ataqué.

-¿Que hiciste qué Ferro?

-Al parecer le llego la bendición. -intenta explicar Lizardo y lo fulminó con la mirada.

-No ayudas cariño -aseguró, el me guiña un ojo y me lanza un besó a lo qué yo ruedo los ojos.

-Luego te cuento mami -le prometo y miró a Lizardo- ¿porque no vas y llevas a mi madre a almorzar, así pueden chismosear de mi con tranquilidad.

-Con gusto -toma la mano de mi madre- vamos mamá Caro, seré buen anfitrión y invitare por hoy. Carolina amiga del alma también puedes venir con tus padres. -dice el pasando un brazo por los hombros de mi madre y me mira- mientras ustedes aprende a cambiar pañales nosotros disfrutaremos de un rico almuerzo.

-Lio cuidala -advierte mi mamá- ya vez que mi hija tiene como hobbie perderse en la ciudad y la llevas directo a casa cuando terminen, quiero dedicarle el día a mi bebé.

-Te entregaré a tu niña consentida desdé qué resolvamos todo. -promete el despeinando mi cabello.

-Me saludas a tu madre. -pide ella.

-También dile qué le mando saludos y qué pasaré un dia por su casa a hablar. -anucia Lizardo.

-¿Conoces a mi madre?

-Me la encuentro todo los fines de semanas en el super.

Vuelvo y repito; es amigo de todos.

 Imperfectos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora