Pescara Italia 12 de enero 2022.
Karol
Rodeó mis brazos en su cuello en qué sus labios se mueven sobre los mios tiernamente, mi italiano abandona mi boca y hace un trascurso de besos desdé mis comisuras hasta mi cuello. Encondo mi rostro en su cuello, término riendo por las cosquillas qué provocan sus besos en esa zona.
-Mmm desearía quedarme asi todo él día. -murmura contra mi piel, entierro una mano en su pelo mientras reposo la otra en su mejilla y la acarició.- ¿Porqué eres tan linda?
-Porqué soy Karol Sevilla. -bromeó.
-Con razón. -sonrie también, suelto una exclamación al momento en qué posa sus manos en mis caderas y me hace sentarme a horcajadas sobre él.- Hola.
-Hola a ti. -digo también si poder aguantar la risa. Dejo un beso fugaz sobre sus labios en qué sus manos desciende bajó mi camisón- Deberíamos estar empacando para ir a México.
-Lo sé, pero quiero seguir disfrutando de mi esposa.
-Nos casáremos en tres meses amor... Otra vez. -recuerda, definitivamente los dos cometimos la mejor locura del mundo cuando decidimos casarnos en Las Vegas aquella noche.
-Shhh, si alguien se llega a enterar de nuestro secreto... -pasa un dedo por su cuello-...quedamos muertos.
-Ya, lo captó. -asiento.- ¿Recuerdas la conversación qué tuvimos en noche buena? -preguntó.
-No, no la he olvidado. -niega enredándo un mechón de mi pelo en su dedo.
-Me dijiste qué querías formar una familia conmigo. -él asiente confirmando mis palabras. Sonrió a medias y me estiro hacia la mesa de noche qué se escuentra al lado de nuestra cama, del cajón sacó la prueba de embarazo qué me había hecho hace unas semanas y se la entregó- Al parecer se te cumplió tu deseó amor mio.
Él mira él pequeño objetó en sus manos con los ojos abiertos, desliza su mirada de él hasta mi como unas cinco veces y yo sólo puedo reír por su reacción. Sus ojos se cristalizan y sus manos paran en mi vientre qué después de unos cuatros meses esta abultado.
-Fui con él doctor esta mañana y me lo confirmó. Llevo cuatro meses osito. -le digo aún con una sonrisa en mi rostro. Mi italiano ya se encuentra derramando lágrimas de la emoción, toma mi rostro entre sus manos y me besa infinita veces mientras repite cuanto me ama.
-No puedo creer lo feliz qué me puedes llegar hacer. -habla él acariciando mi vientre bajo mi camisón- Vamos a tener un bebé, vamos a ser papás.
-Si mi amor, vamos a tener un hijo. -le afirmó y él me envuelve en sus brazos en qué grita victoriosamente como si a ganado él mejor premio de su vida.
Me encata la manera en las qué nuestras vidas van marchando.
Ciudad de México 13 de marzo 2022.
-¿Donde está mi panzona? -escucho decir a mis espaldas. Dejo de hablar con Antonella para voltear a ver a mi esposo.
-Ruggero no le digas así a Karol. -le reprocha su mamá con su marcado acento italiano, Rugge me abraza desde mi espalda entrelazado sus manos bajo mi vientre crecido.
