La hija de supercorp

el comienzo

-LARISSA ASTRA DANVERS LUTHOR TIENES CINCO SEGUNDOS PARA LLEGAR A LA COCINA

Dieciséis años pasaron desde que la nave aterrizó en Midvale, y la pequeña niña alienígena era ahora toda una adolescente normal a los ojos de cualquier persona, y para los ojos de su madre Lena, era la adolescente más desordenada de ciudad nacional.

-Cada vez que me gritas el nombre completo me haces cuestionarme cual fue la necesidad de nombrarme así -le dije a mi madre intentando bromear-

Los cinco segundos de Lena Luthor siempre fueron una cosa seria en la casa, no es que alguna vez se le diera oportunidad de terminar de contar, ya que con super velocidad, llegar a la cocina era cuestión de dos segundos, pero Larissa aprendió rápidamente a temerle a la cuenta atrás de su madre.

-Siempre me pregunté por qué el Larissa, supongo que es tradición Luthor, así que la única condición para que estés con alguien es que su nombre empiece con L -intervino Kara-

-Kara, estoy intentando imponer orden -le reprochó Lena- Hija, ¿cuantas veces te he dicho que no dejaras las cosas en cualquier lugar de la sala?

Kara miró a su hija, y esta la miró a ella

-Todo eso es de mamá Kara -dijo la menor de todas aguantando la risa- Al menos esta vez

Larissa se sirvió su desayuno mientras veía como Lena intentaba enojarse (o al menos parecer enojada) con su esposa, pero muy para el disgusto de la chica, eso terminó en que la pareja se besara justo en frente de ella

-¿Es necesario hacerlo en frente de mi desayuno? -reclamó mientras tomaba un poco de café-

Kara rió y tomó sus llaves

-Apurate que llegaré tarde al trabajo -fue lo único que obtuvo como respuesta-

-Ruby pasará por mí, nos llevará a mi y a Spencer. Ya sabes, adora demostrar que es la prima cool por tener licencia -respondió balanceando sus pies- pero gracias de todos modos

-Entonces sólo seré yo y Matt -dijo subiendo las escaleras-

Larissa terminó su desayuno mientras veía a su hermano Matt bajar por las escaleras por inercia y escuchaba a su madre murmurar sobre cómo su hermano parecía más un oso en época de hibernación y sus malos olores

-Deja de oír lo que dice tu madre -reprochó Lena-

-No es justo, ¿de que sirve tener poderes y no usarlos? -Vió el reloj- Es tarde, pero esto no quedará así

Larissa entró corriendo a la habitación y tomó su mochila. Se fijó en el espejo, y vió que aún seguía en pijama, por lo que usó su super velocidad para estar lista. En cinco segundos se visitó como si pareciera su madre Lena en el cuerpo de una pequeña Kara. O así era como el resto definía su forma de vestirse
Al oír el ruido del motor del auto en el que venía Ruby.

-Ya debo irme, Ruby está por llegar -dijo Larissa al bajar de su habitación-

-Debes dejar de usar tus poderes, es por tu bien hija. No sabemos quién es un aliado y quien no lo es -dijo Lena preocupada-

-Está bien, nada de poderes en la escuela -sonrió inocentemente- Desde este año

Larissa abrió la puerta antes de que su madre dijera algo, y ahí estaban sus dos primos. Ruby Arias y Spencer Danvers Sawyer, la primera iba en el asiento del piloto y el segundo iba de copiloto.

-Spens, dejame ir ahí. Hoy me toca

-No, hubieras ido a la casa de Ruby si querías este lugar -respondió el chico de cabellera castaña-