Livewire

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Al día siguiente del despertar de sus poderes, la atmósfera de la casa Danvers-Luthor era tensa.
Larissa no le dirigía la palabra a su madre Kara, a penas hablaba con su madre Lena, y había dejado de intentar razonar con el resto de la familia después de la tercer llamada. Todo aquello en un periodo de tiempo de treinta minutos. Esa vez se fue caminando a la escuela, ya que sabía que Spencer y Ruby serían los portavoces de sus padres. Al entrar a la escuela, la pequeña Danvers fue a buscar a Danielle, la cual era la única fuera de su familia que sabía su secreto, además de ser una enciclopedia andante sobre especies alienígenas. Danielle estaba sobre el casillero de Larissa, evidentemente esperando por ella. La rubia se acercó y la arrastró por medio pasillo y entró al salón donde tendrían la próxima clase.

-Ahora sí, habla -dijo la chica de ojos verdes cruzándose de brazos-

-Como sabías que... ¿Acaso lees mentes también? -preguntó Danielle sorprendida-

-No lo sé, tu sabes más sobre los míos que yo -le respondió con una pequeña sonrisa-

-Hablaremos de ello después, antes te tengo noticias más importantes -cerró la puerta y se apoyó sobre esta- Estuve revisando el traje de mi padre, el que tuvo cuando se creó la legión, y creo que puedo hacer uno como ese. Tengo muchas ideas para ello. Los colores, el símbolo de tu casa... Ya sabes, para distinguirte de tus madre y tu tío -le respondió de forma acelerada y saltando de la emoción-

Larissa comenzó a buscar algo en su mochila y luego de unos instantes se quedó quieta. Cuando la rubia sacó lo que llevaba en la mochila, la chica de ojos grises lanzó una gran carcajada, lo que la pequeña Danvers había agarrado era una pequeña manta de color azul eléctrico y un escudo que tenía una luna en color blanco.

-El día en el que llegué al planeta, estaba envuelta en esto -al escuchar esto, Danielle dejó de reírse y la miró preocupada- Es lo único que aún me queda de mi mundo

-Entonces será un placer hacer un traje con estas cosas -sacó un teléfono y fotografió la manta- Así podrás quedartela y yo podré hacer el traje. ¿Tienes noticias sobre Livewire? -dijo cambiando de tema abruptamente-

-Claro que sí, no me encerré en mi habitación solamente a hacer nada. Luego de que se uniera a un equipo para derrotar a mi tía en su fase malvada, Leslie pudo volver a trabajar en una radio, la cual se abastece de su propia energía, lo cual es genial. ¿Crees que algún día pueda hacer eso? Es decir, imagina todas las cosas que podría hacer

Danielle se rió de la emoción de Larissa, pero luego se puso seria

-Larissa, ¿sabes si Livewire es anti-alienigena?

-Creo que se me olvidó eso -dijo en voz baja mientras jugaba con su pelo-

-Bueno, lo sabremos cuando la veamos -dijo sonriendo- Pero por favor, no le digas que eres la hija de Supergirl, aún odia a tu madre

-Entonces... ¿Después de la escuela? Estoy emocionada por esto, de verdad

-Después de la escuela será, ahora debemos correr o... -sonó el timbre de la escuela- Llegaremos tarde

Larissa y Danielle corrieron hasta sus casilleros (claro que Danielle corrió a una velocidad humana), sacaron sus libros de allí y corrieron al salón de historia, la cual era su primer clase del día. Una vez en el salón, ambas chicas soltaron una carcajada, la cual era parte nerviosismo y parte felicidad por haber llegado a tiempo. Al terminar de reirse, Danielle ocupó su lugar en la misma mesa que ayer, mientras que Larissa observó qué, en su asiento habitual,se encontraba su mejor amiga Harriet. La chica de ojos avellana parecía estar enojada, y Larissa comenzó a pensar en que había hecho para ponerla de aquél modo. La rubia se acercó a su amiga y se sentó junto a ella, y luego de poner todas sus cosas en la mesa, volteó a verla

La hija de supercorpWhere stories live. Discover now