三十四

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Gerard me beso fuertemente mientras me quitaba la camiseta y me subía al escritorio tirando todos los papeles y cosas que se encontraban en el. Le desabroche su camiseta rápidamente tratando de apaciguar la lujuria que tanto sentía en ese momento, mordió mi cuello suavemente mientras movía la falda y pasaba su mano por arriba de mis bragas haciendo círculos tortuosamente, provocando me los gemidos. Con su mano izquierda metió dos de sus dedos en mi boca, haciéndome callar y lamerlos. 

Sentía la erección grande de Gerard presionando suavemente mi pierna, lleve mi mano hasta su pene, acariciándolo lentamente mientras el quitaba mi sostén.

-No sabes, lo bien que la pasaremos en Nueva York Annie.- Dijo depositando besos húmedos desde mi cuello para llegar a mis senos.

Gemí al sentir la cálida lengua de Gerard juguetear con mi pezón. Mierda ¿Como le diría a Gerard que no podré ir a Nueva York con el?  Y, su lengua pasando por mi pezón y sus dedos jugando con mi clítoris no me dejaban pensar correctamente en que decirle, solamente podía pensar en lo caliente que me ponía mirarlo sonreír al escucharme gemir, con su cabello negro y largo cayendo por su cara, lo hacía tan difícil. 

-No p-podré, i-ir c-contigo-o p-papi.- Dije con la voz entrecortada por tratar de no gemir fuertemente.

-Mierda.- Chille al sentir los dientes de Gerard morder mi pezón derecho, golpeó mi muslo fuertemente.- Papi, no.- 

Gerard me agarro por las muñecas y me acostó en sus piernas, dejando mi culo al aire. Lo golpeo dos veces seguidas haciendo que chillara y me pusiera tensa, la verdad, tenía miedo de lo que me podía hacer en este momento, no quería decirle sobre el profesor Donatello, pero tampoco quería que me castigara.

-¿Que te he dicho sobre maldecir?- Dijo el alzando la voz, no podía articular las palabras, así que lo unico que hice fue asentir.- Ahora, me dirás porque carajo no me podrás acompañar a Nueva York.- 

Sentía las lágrimas salir de mis ojos y un nudo gigantesco formarse en mi garganta. Pase saliva fuertemente y trate de tranquilizarme antes de hablar, lo ultimo que quería era que me volviese a pegar.

- A-ayer me d-dieron m-mis calific-caciones y-y reprobé u-una materia, a-así que tendré que ir a c-cursos.- Escuche un suspiro profundo por parte de el, volví a llorar tratando de arreglar las cosas.- Lo siento mucho p-papi.- 

-Levántate y vístete.- Dijo de manera muy fría y fuertemente mientras me levantaba.- Y deja de llorar.-

Asentí mientras me colocaba la ropa rápidamente, pase mi mano por mi cara quitando las lágrimas que caían. Gerard se vistió sin voltear me a ver, una vez estando listo, tomo de mi muñeca fuertemente y salimos de su oficina rápidamente, agache la cabeza tratando de que nadie me viese con mis ojos hinchados, Gerard caminaba rápidamente haciéndome tropezar varias veces tratando de seguir su paso. Llegamos al ascensor que se encontraba solo, una vez dentro, soltó mi mano y presiono el botón, esperamos a que el ascensor empezara a bajar los 12 pisos del edificio. Mire mi reflejo en las paredes del ascensor que eran muy similares al vidrio y mire que mi cabello estaba despeinado, lo arregle con mis manos rápidamente, mis muñecas dolían y note que tenía rojo en el lugar en donde Gerard había puesto su mano, lo mire por el reflejo, y note que su cara estaba seria, apretaba su mandíbula tan fuerte que temía que rompiera sus dientes, su ceja estaba entre ceñida, y su respiración era muy fuerte. Después de unos minutos el elevador llegó al primer piso, Gerard volvió a sostener mi mano, haciendo que el ardor regresará.

Caminamos por todo el estacionamiento hasta llegar a su carro, me abrió la puerta y sin pensarlo me senté en el asiento, agarró el cinturón de seguridad y lo pasó por debajo de mi brazo izquierdo, estremecí cuando me tocó, cerró la puerta fuertemente y dió la vuelta al carro. Abrió la puerta y subió al carro, suspiro fuertemente y empezó a manejar.

Mire hacia la carretera que se encontraba sola al ser solamente las 9 de la mañana, Gerard subió la velocidad, quite mi vista de la carretera y lo mire, sus nudillos estaban blancos de lo fuerte que estaba sosteniendo el volante. Salimos de la ciudad y nos adentramos un poco en el bosque que se encontraba al lado de la ciudad. Una casa grande se asomaba entre los árboles, nos estacionamos frente a ella, Gerard apago el carro, se bajó y abrió mi puerta, me quitó el cinturón y me tomo por la muñeca nuevamente.

Abrió la puerta de la gran casa y me metió en ella. Mi estómago dolía de los nervios y el nudo regreso a mi garganta, mi labio inferior empezó a temblar levemente. Subimos las escaleras y abrió la puerta del primer cuarto.

El cuarto era sencillo, había una cama matrimonial, unos sofás pequeños, una televisión y un ordenador.

Gerard me empujó a la cama rápidamente y se puso arriba de mi para evitar que me moviera. Busco algo en el cajón situado junto a la cama, agarró mis manos y las ató en el respaldo de la cama.

-Papi, no, por favor.- Dije mientras trataba de quitar las cuerdas de mis muñecas lastimadas.

-¡Cállate! Y deja de moverte, mierda.- dijo mientras agarraba unas tijeras.

Sentía el frío metal contra mi estómago subir hasta mi pecho, pronto quede sin prendas que pudieran cubrir mi pecho, quitó mi falda y mis bragas. Subió su mano hasta mi pezón derecho lastimado y lo pellizco fuertemente.

Chille y traté de quitarme de su agarre pero era inútil, el aún seguía arriba de mi.

-Para por favor, papi.- Lloriquie mientras trataba de no gritar por el dolor.

-Dije que te calles.- Me agarró mi cara entre su mano y apretó un poco más mi pezón, haciéndome gemir y entreceñir la ceja.- Te haz ganado un castigo pequeña zorrita.-

Bajó su mano hasta mi entrada y metió dos de sus dedos en mi, sacándolos y metiendo los rápidamente.

-Papi.- Gemí al sentir su lengua marcar círculos en mi clitoris.- No, pares, ya casi llegó.-

-Bien.- Dijo sacando sus dedos y parándose, sin dejar que terminara.

Quitó su ropa y puso su pene en mi entrada. Empezó a embestir me rápidamente y al empezar a gemir puso su mano derecha en mi cuello apretándolo suavemente, me excite tanto cuando su mano apretó mi cuello, que empecé a rogar por unos azotes. Gerard empezó a azotar mis muslos haciendo que gimiera como loca.

Si esto era un castigo ¿como seria si me portará bien? Seguía preguntándome.

Saco su pene cuando estaba apunto de llegar al clímax, se acercó a mí y tomo mi cara entre su mano.

-Abre la maldita boca.- Dijo mientras sostenía su pene con su otra mano y lo acercaba a mi cara.- Y lo mamaras como la gran puta que eres.

Lo metió entre mi boca y empezó a mover sus caderas inconscientemente embistiendo me. Escuché sus gemidos leves indicándome que lo estaba haciendo bien. Lo saque de mi boca y le dí lengüetasos a la cabeza de su gran pene cuando mire el líquido pre-seminal indicando que ya se correría, puse mis labios alrededor de él y empecé a bajar y subir mi cabeza de nuevo, sentí su semen caliente ser disparado en mi boca.

-Tragalo si no quieres que te vuelva a azotar el culo tan fuerte que no te podrás sentar por días.- Dijo Gerard mirándome a los ojos.

Tragué el semen que se encontraba en mi boca mientras Gerard desataba mis manos de la cabecera de la cama. Sonreí mientras miraba a Gerard quitar las cuerdas de mis manos.

-No creas que se ha acabado el castigo mi pequeña Annie, esto apenas comienza.-

:D

Crybaby ♡ daddy kink ! [gaw]Where stories live. Discover now