Crybaby ♡ daddy kink ! [gaw]

三十五

Me quedo sentada sobre mis piernas mientras veo a Gerard buscando algo en el mismo cajón del mueble situado al lado de la cama, recordando que de ahí había sacado la soga, mi estómago había vuelto a formar un nudo, las palmas de mis manos sudaban un poco y lo único que podía hacer era esperar callada y rezar porque no fuese aún más rudo el siguiente castigo.

Alcanzo a mirar una tela roja, bastante larga, similar a una bufanda y con la textura idéntica a la seda, además de cuerda y otros artefactos que nunca había visto antes, uno era parecido a una gargantilla, a excepción de que tenía algo parecido a una pelota pequeña pero tenía algunos agujeros y el otro parecía a una cola blanca de zorro.

Empiezo a negar levemente con la cabeza y susurrar pequeños "no" sin si quiera pensarlo a causa de mis nervios. Cierro mis ojos cuando siento a Gerard parado detrás mío colocar la bufanda roja en mis ojos y atarla bastante fuerte como para no poder quitarla sin su ayuda y no poder ver absolutamente nada, vuelve a agarrar mis manos y está vez las coloca detrás de mi espalda, haciendo que mis muñecas estuvieran pegadas. Siento la dura textura de la cuerda pasar por alrededor de mis muñecas lastimadas y la siento haciendo presión a mis heridas conforme Gerard les hace ataduras.

-No, papi, porfav-

Antes de poder terminar de decirle que no me lastimara, puso rápidamente la parte de la gargantilla que tenía lo que parecía una pelota en mi boca, y la ató detrás de mi cabeza, haciéndome incapaz de seguir hablando. Escuchó que agarra algo más y hace que me levanté del piso, lo hago cuidadosamente, tratando de no tropezar. Gerard se acerca a mí y me carga sombre su hombro derecho, haciendo que mi trasero desnudo quedará exactamente a centímetros de su cara, lo mas seguro era de que tenía una pequeña sonrisa en su cara a causa de eso. Siento como baja las escaleras rápidamente haciéndome rebotar en su hombro, probablemente a propósito solamente para ver mi trasero rebotar.

Mierda

¿A dónde se dirija si yo ni siquiera traía ropa?

Escucho una puerta abrir y el agradable olor a tierra mojada y aire fresco inundo mi nariz, la brisa de aire que había, pego directamente contra mi trasero y mi vagina desnuda, haciéndome estremecer en el hombro de Gerard. Escuchaba lo que parecían ser ramas y hojas crujir cada que Gerard caminaba, y no tan lejos se escuchaban los pájaros silbar sus hermosas melodías, eso me tranquilizó bastante, sabía que Gerard no me haría nada malo y que no me causará placer, pero aún así, no me gustaba que el estuviera enojado conmigo.

En un movimiento rápido me puso en cuatro en el suelo, como mis manos estaban atadas y no podía apoyarme de ellas, mi cara estaba contra el suelo húmedo, y como lo había sospechado, estaba lleno de ramas, hojas y una que otra pequeña piedra pinchando mi mejilla izquierda.

Gerard chasqueo su boca varias veces y dijo.

- Te haz comportado como una completa zorra ¿No es así?- Escuché como abría la tapadera de una botella -¿ Y sabes lo que se les hace a las zorras malas que se comportan como tú?-