Capítulo 2

4.1K 314 143
                                    

-¿C-cómo me has encontrado? - pregunto algo asustada.

-Da la casualidad de que de que hoy, por alguna misteriosa razón, encendí la televisión y lo primero que veo es una rueda de prensa sobre algo del cáncer. Iba a cambiar cuando ví que al lado del hombre hay una preciosa chica de pelo rosa, parece una princesa con su bonita falda. Estaba hablando de algo de su mujer y de repente dijo un nombre, "Bonnibel Bubblegum", y ahí até cabos. Bonnibel, una princesita rica, y decidí salir a buscarte, eres fácil de encontrar en internet.

-Podría no haber sido yo - me cruzo de brazos.

-Tampoco perdía nada por intentarlo - se baja de la moto y se pone frente a mí.

-Que sepas que estoy en desventaja, no conozco tu nombre.

-Marceline Abadeer a tu servicio - hace una cómica reverencia.

-Bien Marceline, ¿y ahora qué?

-Pues ahora te voy a llevar de fiesta como te prometí.

-¿A las 4 de la tarde? - suelto una risa sarcástica.

-Nope, vamos a decir que estoy siendo caballerosa y estoy aquí para decirte con tiempo que a las 9 te recojo. Ponte sexy que lo de guapa ya lo tienes. - me guiña un ojo, se pone el casco y sin dejarme dar una respuesta se va.

Miro como se va con una mirada incrédula.

-Será posible, no me ha dado opción a replicar.

Tirada de nuevo en la cama miro el reloj y luego el armario… las 6 de la tarde, suspiro. No sé de qué me preocupo, no pienso ir.

-En cuanto llegue le diré que no voy – digo.

Me levanto y voy a la cocina a buscar un poco de batido de fresa. No puedo dejar de darle vueltas al hecho de que una persona que no me conoce de nada se haya tomado la molestia de buscarme e invitarme a ir de fiesta.

De repente me doy cuenta de lo que estoy pensando.

-Oh no, Bonnibel, ni se te ocurra por un segundo que vas a ir a esa fiesta - me regaño a mí misma.

Mi mente sigue buscando escusas para convencerme de ir a esa fiesta, sé que no es el ámbito en el que me suelo mover, pero… pfff no se.

Al final decido hacer una tregua conmigo. Yo me arreglo y salgo, pero si no me dice dónde vamos no me monto en esa moto.

Abro el armario y miro lo que tengo. Un vestido… no, tal vez pueda ponerme esa falda con… no, tampoco. Me estoy empezando a estresar. Al final opto por unos pitillos azules desgastados y una blusa blanca con un hombro al aire algo translucida. Las 20:30, me voy a maquillar. Me pongo algo leve en los ojos y un poco de colorete, suficiente. El pelo me lo dejo liso y me paso los últimos minutos arreglándome el flequillo. Cuando suena el telefonillo, miro la hora. Las 21:00, puntual como un reloj.

Por la cámara veo a la chica de esta mañana, vestida exactamente igual con las manos en los bolsillos.

-Dame un minuto, si quieres sube - pulso un botón abriendo la puerta del edificio.

Agarro una chaqueta fina y mi bolso. Suenan unos golpes en la puerta. Abro y encuentro a la alta chica.

-Hola princesita -me saluda apoyada en el marco-. Qué guapa estás- sonríe pícaramente.

Hago un mohín, algo irritada, y me cruzo de brazos.

-¿Vas a dejar de llamarme así? Tengo nombre ¿sabes?

Ríe algo exageradamente.

-No, me gusta princesita, te pega mucho.

Resoplo.

-Está bien, como quieras, ¿a dónde me vas a llevar?

-Pues por ser tu primera vez no nos vamos a ir mucho por los bajos -sonríe.

-He dicho que a dónde, sino, no me muevo de aquí.

-Bueno, bueno, está bien, hay una discoteca no muy lejos de aquí, es algo pija pero perfecta para ti - me guiña un ojo.

Le lanzo una mirada asesina.

-Si es así como ligas te va a salir siempre el tiro por la culata.

Se ríe por lo bajo.

-Eso ya se verá.

Suspiro. "Esta chica me va a sacar de mis casillas" -Pienso.

-Venga, vamos, pero si te digo que quiero irme nos vamos sin rechistar.

-Vale, lo prometo- pone su brazo para que yo lo agarre y sonríe -. ¿Nos vamos?

Pongo mis ojos en blanco y meto mi brazo por el hueco.

Bajamos hasta donde tiene la moto y me da un casco.

-Si te digo la verdad pensé que no vendrías – sonríe ligeramente, como… ¿tímida?

Yo me sonrojo y miro hacia otro lado recordando la lucha interna que tuve durante toda la tarde.

-Agárrate fuerte -dice antes de arrancar.

Vamos a gran velocidad, nunca me había montado en una moto y me aferro a ella abrazando con fuerza su cintura.

Paramos en un edificio de dos plantas con mucha gente en la entrada y nos bajamos. Nos estamos acercando a la puerta cuando viene hacia nosotras un chaval pelinegro. Es muy guapo.

-¿Qué pasa hermanita? -choca la mano con Marceline.

-Hey Marshall, quiero presentarte a una amiga. -Él levanta incrédulo una ceja cuando pronuncia la palabra "amiga" pero no dice nada- Se llama Bonnibel, la conocí en un chat anoche.

Se ríe.

-Yo no sé como haces para encontrar estos bombones.

Me sonrojo un poco. No esperaba eso por su parte.

Marceline le pega un puñetazo amistoso en el hombro a su hermano.

-Bueno enano, nos vemos luego.

Él se acerca a mí y me dice algo en bajito.

-Se cree mayor por haber nacido 3 minutos antes.

Marceline le pega una colleja.

-¡Anda y pirate!

Marshall se ríe y se aleja corriendo.

-Tu hermano es muy majo y guapo. -Digo mientras vamos otra vez hacia la puerta.

-Sep, ha salido a mí.

Río un poco, la verdad Marceline a veces no es tan molesta.

Cuando entramos un grupito de chicas me miran de arriba a abajo sonriendo, cuchichean algo y una se acerca a mí.

-Hola guapa, ¿vienes sola? -lleva el pelo cortito y de un rubio cenizo.

Marceline se pone junto a mí y me agarra el brazo, lanzándole una mirada asesina.

-Está conmigo. -Dice fríamente.

La chica al verla pone una sonrisa nerviosa.

-Ah… eh… hola Marceline, no lo sabía, lo lamento. -se aleja rápidamente.

-Marceline… -miro a la chica como si la quisiera matar.

-¿Hmm? -al darse cuenta empieza a retroceder.

-¿Me has traído... a una discoteca... DE HOMOSEXUALES?

Se empieza a reír algo descontroladamente.

-¿En serio esperabas ir a una normal? Te conocí en un chat LGTB, creo que lo más normal sería pensar que te traería aquí.

Resoplo y la miro algo desesperada.

-Pero yo no soy así…

-Todas las chicas tienen una parte lésbica, sólo hay que saber encontrarla -suelta una risita -. Vamos, tengo una sorpresa, espera aquí.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. La historia sí.

¿Recuerdas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora