Capítulo 19

2.9K 243 117
                                    

Han pasado ya dos horas desde que me he despertado y Marceline parece no querer dar señales de vida. Ya cansada de esperar, y había esperado suficiente porque conozco lo impulsiva que puede ser mi novia, decido llamar a la persona que es más fácil que sepa dónde se encuentra Marcie, o al menos que sepa que sigue viva.

Los bips suenan sin parar, uno detrás de otro cayendo pesadamente en mi estómago, si Keila no contestaba ya no sabría qué más hacer excepto llamar a la policía. Ya voy a colgar cuando descuelgan al otro lado.

-Que sepas que ahora mismo te odio profundamente – dice Keyla con voz adormilada.

-Keyla, ¿sabes algo de Marceline? – digo atropelladamente pisándome las palabras.

Durante un momento no recibo contestación, y podría pensar que la llamada se ha cortado de no ser que oigo ruidos del otro lado, como si se estuviese desplazando para luego abrir una puerta o ventana y pasar a escuchar el ruido de los coches y el viento.

-Está en mi casa, llegó anoche completamente borracha a las tres de la mañana, luego tuve que escucharla llorar por dos horas hasta que se quedó dormida, aún estábamos ambas en la cama cuando has llamado.

-Yo… lo siento mucho, discutimos – expliqué un poco.

-Lo sé, me lo ha contado todo.

-¿Qué… qué opinas tú? – necesito saber la opinión de un tercero, y aunque Keyla es la mejor amiga de Marceline sé que tendré una respuesta bastante objetiva.

-Marceline te quiere mucho, te ama y es feliz a tu lado – comezó –. Y aunque sin ti no hubiese dado el salto, la música es suya, es ella la que se ha esforzado, más incluso que todos nosotros, para que la banda saliese adelante. Con esto quiero decir que básicamente su vida sois tú y su música. Ahora vamos contigo. Tú eres una persona que no puede estar quieta sin más, necesitas estar gestionando algo, no hace falta que sea un proyecto científico, te he visto hablando con Pat sobre cláusulas y mil mierdas que ninguno entenderíamos. Yo no te voy a decir qué hacer, lo tuyo es una oportunidad muy grande, pero ¿acaso conoces el número de ensayos a los que faltó Marceline cuando se quedó a cuidar de ti? Yo sí he estado con ella todos los años que te recordaba y te buscaba sin cesar, dudo que después de haberte encontrado le haga mucha gracia volver a perderte.

-Pero Keyla… No debería decirte esto porque aún no está confirmado, pero Pat me comentó que quieren que hagáis una gira de lanzamiento de disco dentro de no mucho – escucho un "¡¿Qué?!" extasiado por parte de Keyla, pero continúo a donde quiero llegar –. Tienen calculado que será al menos para tres meses, ahora, ¿qué hago yo mientras estéis fuera? ¿Esperar simplemente?

Me niego a no hacer nada, me siento inútil, y el LaBEN es una enorme oportunidad.

-Habla con Marceline cuando llegue a casa, la levantaré ahora, seguramente hoy esté algo más receptiva.

-Gracias Keyla, eres genial, por cierto, yo no te he dicho nada de la gira.

-¿Qué gira?

Ambas reímos antes de colgar y nos despedimos.

Como una hora después la puerta se abre lentamente, dejándome ver a una Marceline con la cabeza gacha, parece avergonzada y aunque el enfado que tengo al no haber dado señales de vida es mayúsculo, no le echo nada en cara puesto que no quiero empezar la conversación ya peleando. Un leve "Hola" sale de sus labios.

-Hola, ¿vas a querer comer?

Ella niega.

-He comido con Keyla – asiento ante esto y me siento en el sofá callada, no quiero presionarla -. Bonnie… siento lo de ayer.

¿Recuerdas?Where stories live. Discover now