Capítulo 17

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Nos encontramos todos ante las puertas de un gran edificio del cual era dueño la discográfica Ooo, nerviosos, nadie quiere dar el primer paso para entrar, dependiendo de lo que ocurra hoy en la planta superior de este edificio el futuro de las Scream Queens y el de Marceline pegará un giro de ciento ochenta grados, ya sea para bien o para mal. Al final mi novia agarra mi mano y al mirare veo que me está sonriendo, intentando demostrar seguridad para calmarme, irónico que ella sea la que me tenga que tranquilizar a mí. Entramos con un nudo en el estómago y el tiempo que pasamos en el ascensor se nos hace eterno, cuanto más nos acercamos más me pesan los pies, como si los tuviese cubiertos de plomo.

Nos acercamos a la mesa de una secretaria que nos indicó que el presidente de la discográfica nos está esperando y que pasásemos. Las paredes del despacho estaban cubierta de posters enmarcados de los grupos y cantantes más famosos que habían saltado al estrellato con esa discográfica y me imagino que en uno de los posters están mis triunfadores amigos, orgullosos de poder darle al mundo su música.

Sentado en una silla tras un escritorio bastante abarrotado de comida chatarra hay un chico moreno que no deberá de superar los 25 años ataviado con un sombrero negro y una simple chaqueta verde. Veo que lleva unos cascos puestos y me hace gracia la manera en la que mueve la cabeza frenéticamente al ritmo de una melodía que solo escucha él. No se da cuenta de que estamos en la habitación hasta que me acerco a su mesa y le doy un pequeño toque en el hombro.

Al vernos se quita los cascos, se levanta con una gran sonrisa en la cara y se acerca rápidamente a los miembros del grupo, cogiéndoles de las manos y saludándoles de una manera muy enérgica.

-Así que Las Scream Queens, ¡por fin os conozco! Soy muy fan de vuestra música. Soy Pat, pero llamadme Party Pat, todos me llaman así.

Todos nos quedamos algo asombrados por la actitud del chico, nos esperábamos algo más... ¿serio? Y antes de que ninguno pudiésemos decir nada Pat vuelve a hablar.

-Siento no haberos contactado antes muchachos, mi viejo decidió dejarme la discográfica hace verdaderamente poco, al principio se veía reacio porque decía que iba arruinar la empresa con mi "ruido". ¡Pero no! Saqué a la luz varios grupos que se hicieron maravillosamente famosos, y teniendo en cuenta que él no había conseguido esto en varios años decidió cederme su puesto. - Nos cuenta esto sin que ninguno todavía haya preguntado nada, vaya, qué tipo tan espontaneo.

-Entonces... ¿tengo que entender que no necesitamos ninguna entrevista? - Pregunta Marcie algo confusa, normal, veníamos preparados para una super reunión o algo así y resulta que el tipo era incluso fan de su música.

-Hombre, deberíamos hablar de contratos y tal, pero si de lo que dudabais era si os queríamos o no, podéis relajaros, si vosotros queréis estáis completamente dentro.

No me lo puedo creer, ¿así?, ¿tan fácil? Tanta suerte de golpe me está empezando a oler mal...

Después de hacer mejor las presentaciones Party Pat nos hizo un pequeño tour por la discográfica y nos pidió que al día siguiente fuésemos a hacer una prueba de sonido a uno de los estudios para ver qué tal sonaban ahí dentro, y después haríamos lo trámites y contratos. Los chicos me dijeron que me encargase yo de eso, confiaban en mí puesto que de haber trabajado con mi padre yo tengo bastantes conocimientos de derecho laboral, aunque debería informarme sobre las condiciones que afectan al mundo artístico.

OoOoO

Contratos firmados y las grabaciones para el primer disco que iban a sacar hechas el grupo tiraba perfectamente, a la gente le gustan, ya no solo el público que las conoce de antes, si no todos los que les están descubriendo ahora. Las visitas en YouTube subían como la espuma y ya estaban planeando hacer un videoclip para la canción principal del disco. El padre de Marceline hace tiempo que no molesta, es más, la última vez que llamó le dijo a su hija que estaba desperdiciando su vida, pero Marcie no se dejó achantar, por fin había conseguido lo que más deseaba.

Hoy estamos teniendo un día tranquilo en casa como hace tiempo que no tenemos, tiradas en el sofá y viendo películas. Tengo un pequeño dèjá vu puesto que estoy tumbada sobre sus piernas y en un momento se agacha para besarme. Se me hace raro pensar en negarle el baso como hice aquella vez.

-¿Pasa algo? - Dice Marcie, supongo que al verme la cara rara que he puesto.

-No, nada, solo estaba... recordando una situación muy parecida que no acabó especialmente bien. - Lo digo con una sonrisa un poco culpable en mi cara.

Marceline me mira de una manera muy tierna que hace que se me derrita el corazón.

-No te preocupes princesita, lo importante es cómo estamos ahora, no lo que pasó, lo atrasado en el pasado, Hakunna Matata.

Me hace gracia su comentario, pero tiene razón, ahora estoy muy feliz a su lado.

-Hacía mucho que no me llamabas así, vampirita. - Digo sacando a la luz el motivo por el que me había puesto ese mote.

Ella empieza a reírse con ganas a la par que yo.

-Así que Sexy Vampire, ¿con ese nombre quién te hablaba? - Empiezo a meterme un poco con ella.

-Mira princesita - lo dice con el tono jocoso con el que me lo decía cuando nos conocimos... o ¿reencontramos?, bueno, lo que sea, - tuviste suerte de que fuese yo quien te habló aquél día, hay mucho tío baboso fingiendo ser chicas por esos sitios.

-La verdad es que sí me alegro de ese desliz con el ratón que tuve. - Le digo intentando sonar lo más sincera que pueda, porque es verdad.

-Ya, ya, desliz...

-¡Oye! Que es verdad.- Empiezo a hacerle cosquillas y ella se retuerce entre mis manos, adoro estos momentos a su lado...

En ese momento la melodía de mi móvil.

-Salvada por la campana. - Suelto a Marceline que intenta recuperar el aliento y me levanto a contestar a la llamada.

-¿Señorita Bubblegum? - Se oye al otro lado de la línea cuando descuelgo.

-Sí, ¿con quién hablo?

-Buenas tardes, llamamos del Laboratorio Biológico Experimental Nacional, y nos complacería mucho si aceptase tener una entrevista con nuestro director, estamos muy interesados en sus conocimientos.

-¿El... el LaBEN? - digo sin poder creerme que me hayan llamado. - ¡Sí, claro, me encantaría!

Marceline se levanta del sofá mirándome con cara de "qué está pasando", le sonrío para que se tranquilice y continúo hablando con la señora.

-Bien, pues si no le importa le llamaremos más tarde para confirmar su cita.

-Por supuesto, estaré esperando. Hasta luego. - Cuelgo y miro a mi novia.

-Puedo suponer que algo bueno ha pasado, ¿verdad?

-¡Me han llamado del mejor laboratorio del país, quieren que investigue allí con ellos! Echaba tanto de menos la ciencia. - "Aparte que odio estar parada sin hacer nada" pienso.

-¡Qué bien Bonnie, me alegro mucho! - Me abraza y se lo devuelvo, es genial tener una persona que te apoya tanto como Marcie lo hace conmigo.

Ninguna de las dos sabíamos que esto provocaría más problemas de los que nos gustarían.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. La historia sí.

¿Recuerdas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora