Parte 1. Navegando en Aguas Misteriosas

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Even if we can't find heaven, I'll walk through hell with you
Love, you're not alone, 'cause I'm gonna stand by you...



El sonido del metal chocando contra metal rompía a través del tempestuoso viento, y Alec se agachaba para esquivar la espada de su hermano. Sostenía la espada fuertemente y con un perfecto balance en su postura, justo como Hodge le había enseñado. Había esquivado el golpe de Jace con facilidad, por lo que la sonrisa burlona de Jace le confundió.

– Estás distraído, – Jace bromeó, y la espada de Alec tambaleó por el siguiente golpe de Jace.

Dio un paso hacía atrás y giró los ojos cuando su hermano sonrió lleno de arrogancia. La espada de Alec, esculpida a la perfección con gemas y el signo de la familia real, brillaba por la luz del sol mientras contraatacaba de vuelta.

– Lo que solo será más vergonzoso para ti cuando pateé tu patético trasero, – Alec se defendió, haciendo que Jace chasqueara la lengua.

– ¿Es el amor lo que te tiene tan preocupado, hermano? – siguió molestando. – ¿Ya no soy suficiente entretenimiento para ti? –

Alec bufó, sus espadas volvieron a chocar. Jace era un peleador experto, quizá hasta mejor que Alec, pero era demasiado arrogante, hablaba mucho, aunque Alec sabía que era para distraer a su oponente. Pero Alec hace mucho se había hecho inmune a sus trucos.

– ¿Son celos los que oigo en tu voz? – Alec siseó burlón. – Sabes que no tienes que competir con Magnus por mi afecto, ¿cierto? –

Una punzada de sorpresa pasó por los ojos de Jace por un segundo, casi cayendo por el golpe de Alec, pero rápidamente se recuperó.

– No por la misma clase de afecto, eso seguro, – Jace bromeó, tomándose un segundo y fingiendo pensar. – Aunque ahora que recuerdo tu tenías un pequeño crush por mi cuando éramos adolescentes. –

– La adolescencia es la etapa de pensamientos estúpidos, – Alec contraatacó, casi perdiendo el balance al chocar con la cubierta, donde Jace se las había arreglado para conducirlo. – Ya soy más listo. –

– Como dije, – Jace se burló, sonriendo mientras apuntaba hacía donde Alec estaba arrinconado. – Distraído. No puedes dejar de pensar en Magnus lo suficiente como para ganarme una batalla. –

La mirada de Alec fue hacía atrás de su hermano, y su sonrisa se hizo igual de grande que la de Jace. – Es como si estuviera en todas partes, – dijo, benévolamente.

Incapaz de ocultar su deleite, vio como Jace era arrojado al piso, mostrando un rostro de total sorpresa. Y a su lado, estaba Magnus, pateando la espada lejos y con las manos en la cadera.

– ¡Eso es trampa! – Jace protestó, recuperándose de su asombro.

– Solo si hay testigos, – Magnus replicó, lanzándole una mirada juguetona a Alec.

– Yo no vi nada, – dijo Alec, encogiéndose de hombros.

– Me agradabas más cuando estabas enamorado de mi, – Jace gruñó, aceptándola mano de Magnus que le ayudó a ponerse de pie. – Pirata, – se quejó.

– Gracias, – respondió Magnus, divertido. – Estamos a tres horas de la isla Dumort, cariño, – añadió, mirando a su novio. – La tripulación ya comienza a agitarse. –

Aunque Alec también estaba emocionado, sabía que la tripulación tenía otras razones. La Isla Dumort era conocida por su libertinaje y poco respeto a lo moralmente aceptado. De acuerdo a Magnus, era una locura de libertad y los mejores cocteles del mundo.

A Pirate's Life For Me (Malec)Where stories live. Discover now