Quinta lección: Mío

6.6K 1K 413
                                    


El día empezó con la llamada de Sharon. Ella no sabía sí debía ir luego o sería mejor que vayan juntos.

Steve decidió que la segunda opción era mejor para que sus alumnos tengan más confianza. Así quedó con la rubia. Ésta de nuevo le agradeció y colgó.

Cuándo llegó a la escuela, la mujer ya estaba esperando por él con una sonrisa nerviosa. Le hizo acordar a él hace sólo cuatro días. Se saludaron para dirigirse al salón del rubio. La rubia se quedó a un lado mientras Steve daba la bienvenida a sus alumnos.

Cómo era de esperarse el único niño que pidió más explicación que la que Steve ofreció fue Tony. 

— Buenos días, Steve.

— Buenos días, María ¿Todo bien con Jarvis?

— Claro que sí, querido. Sólo hoy me apetecía venir.

Su mirada se había posado en el collar que Steve llevaba en su cuello.

— Es un regalo de su hijo.

— Lo sé. Él me lo mandó a hacer hace dos días. Viene desde Francia.

Steve jadeo y tomó su collar. Se veía elegante pero ¿¡Tanto?!

— No se preocupe. Es una baratija.

El rubio decidió creerlo o no iba a dormir hoy.

— ¿Quién es ella?

El pequeño estaba fulminando con la mirada a la rubia.

— Ella estará hoy con nosotros.

— ¿Por qué?

— Porque ella quiere saber cómo una clase se desarrolla.

— Hay vídeos que muestran lo que quiere ver. No hay necesidad.

El rubio sólo suspiró, así que él iba a comportarse de esa forma.

— Tony, debes comportarte. El profesor es un adulto que sabe lo que hace y tú eres un niño aún.

Madre e hijo se miraron fijamente. Una conversación pasó entre ellos. Los dos terminaron con su duelo mirando el collar de Steve.

— Tienes razón. Mis disculpas, profesor.

María tosio disimuladamente.

— Y señorita desconocida.

El pequeño jaló la manga de su madre, ella se agachó con una sonrisa y recibió el beso de despedida. Tony se alejó rápidamente metiéndose al salón.

— Es un niño interesante. No sé si te odia o te adora.

— Ya somos dos.

María sólo sonrió y se despidió.

La clase transcurrió normalmente. Sharon fue recibida por los demás niños con emoción, hasta pudo jugar con ellos. Sólo Tony se mantuvo viendo fijamente a Steve y aún más cuándo el rubio interactuaba con la rubia.

El timbre de salida sonó.

Steve despidió a los niños, Tony fue el último en permanecer en el salón. Sólo permanecía parado al lado de la puerta así que el rubio con una sonrisa se acercó. Su manga fue jalada. Él se agachó.

— Te vas a casar conmigo.

El collar del rubio fue tomado para que un beso fuera depositado en la R. El pequeño sonrió haciendo que Steve se sintiera cálido.

Y se fue. María ya estaba esperando y cuándo su hijo salió por su lado se apresuró a seguirlo no sin antes despedirse. 

— Nos vemos, Steve.

Sólo quedaron el rubio y Sharon.

— Sí que es un niño interesante.

Steve sólo pudo asentir.

El quinto día en que conoció a el pequeño Tony fue pedido en matrimonio por el niño.
¿ Entonces nunca lo había odiado?

'Cosa de niños.' Where stories live. Discover now