-Que estás haciendo, voy a llamar al 144 si sigues pegándome.
-Cállate Dexter. Me has roto el celular, ¿en que estabas pensando?
-Tú me has roto una remera, mi preferida.
-Es distinto mi celular tiene un valor único.
-¿Y crees que mi remera no? Me la había regalado una persona importante.
-¿Quién? Contrataca
-Una chica.
-Con más razón. Ha saber cuántas más tendrás en tu puto armario gatero.
-¿Eso me suena a celos?
-No cambies de tema Dexter, realmente estás mal.
-¿Yo estoy mal? Tú me has roto mi remera, me pegas y encima estás celosa. Ah y cambias de tema.
-Ya, es imposible hablar enserio con vos.
-Lo mismo digo osito.
Horas después salimos ambos de casa, para hacer lo que le había dicho antes, me costó tanto convencerla de que me acompañe; ya que la pelea la dejó de mal humor. Bueno sigue así, pero que me haya escuchado es algo. Aunque como siempre quería algo a cambio; un helado, si como escuchan, cualquier chica se conforma con un helado en estos momentos.
Cuando nos estamos acercando al local me pongo nervioso, y eso que no es un anillo de compromiso algo por el estilo, pero estoy intrigado de si le gustará; es más me estoy arrepintiendo, pero ni modo, ya lo encargué y estamos aquí.
Antes de entrar tomo un suspiro.
-¿Lista?
-Estas rarito Dex. Bueno corrección, siempre lo fuiste-
-Ya cállate.
La tomo de la mano por impulso y entramos. Por suerte para mí no retira su mano.
La señora que nos atiende me conoce al instante, nos saluda a ambos y nos pide que esperemos. Solo asentimos.
-¿Dex? Me llama Lee. ¿Qué ha sido eso?
-¿El qué?
-La señora esa.
-Ajá que pasa con la señora esa.
-¿Te conoce?
-¿Si por qué?
-¿¡NO ME DIGAS QUE TE LA HAS TIRADO!?
-¡QUÉ! No ¡SHHH! Baja la voz.
-No me la puedo creer Dexter, eres un cerd...
-He dicho que te calles digo tapándole la boca. No digas tonterías.
-¿Y entonces que ha sido eso?
-Ya verás.
Luego de unos minutos aparece Helena, creo que me había dicho que se llamaba así.
-Joven, aquí está su encargue.
-Gracias digo tomándolo.
Está todo como lo he pedido en una bolsita y espero que dentro el estuche sea dorado, ella ama ese color.
-Aquí digo alcanzándole mi tarjeta de crédito.
-enseguida vuelvo. Desaparece con mi tarjeta.
Me quedo mirando fijo el lugar por el que se ha ido y puedo verla observándome con la ceja fruncida, y digo observándome, porque la veo desde el espejo que esta frente, creo que no lo ha notado.
YOU ARE READING
¿Mí compañero de cuarto?
Teen Fiction¿Puede tu tonto compañero de cuarto celarte? Es el colmo, siempre lo mismo. Si salgo porque salgo y si no porque no lo hago. La verdad nadie los entiende ¿es el, o son todos iguales? Están peor que una chica, no saben lo que quieren. ...