¿Mí compañero de cuarto?

Parte 7

Son las 9:45 cuando llego a casa. No hay rastro de Dex en la cocina. Camino hasta la habitación y lo veo ponerse una campera, pero frena al instante cuando me ve.

-¿Sales? Pregunto

-Si, a buscarte. Pero veo que como siempre no me has hecho caso dice sacándose la campera algo enojado.

-Si lo siento, pero no quería abusar, además pase por lo de Edder.

-Ah bien dice saliendo de la habitación.

Dex lo llamo. Nada, no contesta. Dex repito, escucha por favor. Se gira y me mira. Me acerco hasta él y pongo mis manos en ambos lados de su cuello, lo que hace que respire profundo.

-Escucha, sólo fui a pedirle disculpa por no haber ido los otros días y a dejarle en claro que sólo podemos ser amigos.

-¿Enserio?, eso es todo pregunta.

-Si Dex, eso es todo. Miro su boca y pego mis labios a los suyos, y responde a mis besos, nos besamos lento, hasta que corta el beso.

-¿Qué pasa? Pregunto.

-¿Es enserio lo que me dijiste hoy, que me querías?

-Sí, es verdad. Porqué me lo preguntas.

-Porque siempre estas odiándome, a todo momento.

-Eso no es cierto, yo no te odio, nunca pudiera odiarte. ¿De dónde sacas eso?

-Yo lo se osito, siempre estas pegándome, discutiendo conmigo.

-Si te pego es por algo, y si discuto es porque eres imposible a veces. Como ese día cuando me encerraste y no me dejaste ir a ver a Edder. ¿recuerdas?

-Si dice con la mirada triste, pero tuve un motivo.

-¿Cuál?

-Celos.

Me quedo con los ojos grandes.

-¿Celos? ¿Estabas celoso de que saliera con Edder?

-Si osito dice resignado, estoy celoso de ese troglodita, estoy celoso de todos esos chicos que traías a tu habitación. Cada día pedía que no llegara el viernes, era insoportable saber que ibas a estar con otro que no fuera yo. ¡¡JODER!! Quería entrar a tu habitación y molerlos a trompada; pero sabía que si hacia eso te perdería para siempre. Y eso era peor que aguantar a ... esos inútiles. Así que simplemente me iba por ahí a emborracharme o a buscar a una chica.

-¡DIOS DEX! ¿Porque nunca me dijiste que me querías?

-Por lo mismo que vos dice. Asiento.

-Si, por eso.

Digo afirmando lo que ella no dijo. Miedo. Miedo a que me dijeras que no, o peor aún, a perder nuestra amistad.

Me acerco y lo abrazo. Me corresponde.

-¿Osito?

-Si contesto.

-Prométeme una cosa.

-¿Qué es?

-Prométeme que pase lo que pase con nosotros nunca vamos a dejar de ser amigos.

-Si Dexter, te lo prometo.