¿Mí compañero de cuarto?

Parte 8

      Me levanto con el ruido de la batidora. Recuerdo todo el episodio de ayer con la loca y sonrío. Me dirijo al baño cojo una bata luego me lavo los dientes, meo y salgo a ver que es todo ese espamento allá en la cocina.

Me quedo apoyado en la puerta observando a Lee con su amiga la batidora, le encanta tanto hacer licuados que ya me he acostumbrado a ellos, especialmente el de ananá, ese esta de muerte, no sé qué lleva o le pone pero se le da muy bien.

- Buenos días mirón.

- Buenos días Osito. Camino hasta ella y dejo un beso en su mejilla.

- ¿Con que me alimentaras hoy? muestro una de mis sonrisas efervescentes.

- Te he hecho un licuado de ananá, pero si no te gusta también he preparado café y jugo, hay tostadas.

- Sabes tengo que confesarte algo.

- Humm... Dime.

- ¿Recuerdas cuando te jodí con los licuados aquella vez?

- Si, cuando me dijiste que era una idiota por tomar un LICUADITO de bebe dice con sarcasmo reparando mi voz que por cierto le sale como un dibujo animado. ¿Qué pasa con ellos?

- Primero: nunca te lo dije porque sé que me joderías, pero tu licuado de ananá esta tan bueno que podría confesarte que lo he tomado a escondidas.

- ¡¿Qué?! ¿Eras tú el que me bajabas la jarra de jugo de la nevera?

-Sí, pero es que estaba tan bueno que era irresistible.

- Serás desgraciado, yo que pensaba que estaba volviéndome loca por pensar que Alfred entraba a la casa y tomaba nuestro jugo. O las veces que creí que Alexa lo hacía... así que eras tú.

- Si, lo siento. Me daba vergüenza admitir que era tu ladrón de jugo. Pero con respecto a lo de loca, lo estas Lee, ¿a quién se le ocurre que Alfred un niño de 4 años con lo loca que es su madre podría dejar que el niño cruzara la calle para venir a robarnos el jugo? encina ni siquiera llega a la nevera el demonio ese.

-Sí, deberías sentir vergüenza por tomar mi jugo, loca no, ¿acaso no puede acercar una silla y subirse? Pero bueno, ya solucioné mis sospechas al final, solo era un adulto más niño que Alfred.

-jaja muy graciosa.

- ¿Y segundo?

- ¿Segundo qué?

-dijiste primero cuando empezamos hablar, ¿o acaso tampoco sabes enumerar NENITO?, hace énfasis en ese nenito.

- A si, relájate. En segundo lugar YO NO HABLO ASÍ digo haciendo la misma voz que había puesto antes.

- Si tú lo dices cariño.

-¿Qué has dicho?

-Nada, sigue desayunando.

-No, quiero escucharte decirlo, repítemelo.

- Está bien "niño"

- Lee... sabes que eso no era.

-Pues si lo has escuchado, para que me haces repetirlo.

-Tú sólo dilo.

-Está bien cariño.

- ¿Sabes? Podría acostumbrarme a esto.

- ¿Sí? Pero no te acostumbres.

-Eso ya lo veremos.