Capítulo VI : Cacería de Brujas

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Nuestros pasos resonaron por la calle central al amanecer, en cuanto los enemigos perdieron sus multiplicadores de fuerza dejamos las cómodas camas para emprender viaje al bosque de las brujas y conseguir el pergamino oficial.

Amy bostezaba mientras con la mirada yo recorría las diferentes edificaciones en busca de una especial. La de pociones se encontraba casi al final de la calle siendo indicada por un recipiente transparente lleno de un líquido rojo. Caminé hacia allí perseguido por la maga y por su Furry, ambos adormecidos todavía.

Al entrar en la tienda un anciano encorvado nos recibió dándonos la bienvenida y preguntándonos si queríamos comprar o vender. Accioné en la primera de las opciones dando paso a que se abra un catálogo de lo que el viejo tenía en su disposición.

Muchas pociones básicas como salud, ataque, velocidad, MP y otras más eran las primeras en salir, por ser las más casuales, pero durante mis largos años sentado tras la pantalla descubrí como derrotar a un rival que utiliza mayoritariamente ataques a distancia. Representada como una botella de líquido blanco encontré por fin la que decía "Reflejo". Seleccioné 6 unidades para luego comprarlas dejando una buena cantidad de mi dinero allí.

Un poco más despabilada la curiosa de mi compañera no perdió tiempo en interrogarme sobre nuestra nueva adquisición.

—Las pociones de reflejo nos permiten devolver un ataque a distancia si golpeamos correctamente sobre él—dije.

—Ya veo... y las brujas lanzan hechizos ¿Verdad?

—Exacto ¿Desde cuándo te volviste tan inteligente?—dije molestando a la maga.

—¡Cállate! Yo soy mucho más inteligente de lo que parezco—dijo poniendo sus manos en la cintura—pretendo ser adorable y torpe para engañar a los debiluchos como vos.

A las afueras de la capital nos detuvimos a un lado del camino, era hora de poner en practica la pociones. Tomé la que tenía en la mano de un sorbo y una luz blanca rodeo mi espada, acto seguido, di la orden a Amy de que me ataque.

La joven maga vino corriendo hacia mí y me dio de lleno con su cetro en la cabeza.

—¡Agh!—grité antes de caer al suelo—¡Así no! ¡Tenías que lanzar un hechizo!

—Ya se—dijo ella antes de echarse a reír.

Fingiendo que no sucedió nada me puse en guardia de nuevo ahora si preparado para lo que sea, la luz seguía rodeando mi arma y la maga, poniéndose seria, posó.

—¡Aliento helado!

El hechizo tornó el cetro de color celeste y escarcha justo antes de salir disparado hacia mí. Con ambas manos en el Corazón Maldito golpeé la esfera que intentaba herirme, esta salió disparada en dirección donde la impacté, como si fuese un beisbolista. Amy agachó la cabeza creyendo que le daría pero el proyectil no llevaba esa orientación por lo que solo se elevó en el aire.

—¡Otro!—le dije a ella.

—¡Conjuro Apestoso!

Ahora el arma de mi compañera cambió su color a verde musgo y se materializó una esfera de dicho color en mi dirección. Con la intención de contraatacar golpeé el hechizo apuntando a Amy la cual no reaccionó hasta que fue demasiado tarde. La bola verde babosa dio en su pecho causándole también envenenamiento.

Sonreí al ver que funcionaba de forma correcta. Usar esta poción en nuestras armas seria vital para derrotar a las brujas que sin duda utilizarían ataques lejanos y hasta a veces volarían con sus escobas sobre nosotros quedando fuera de nuestro alcance, o por lo menos de mis poderosos ataques físicos.

Corazón Rojo Vol. 1Where stories live. Discover now