Soy tuya...Boruto

24.9K 711 167
                                    

-Bien - cerré la puerta de mi oficina dejando un clon por si surgía algún problema. Aún me quedaban revisar unos papeles, pero estaba bastante cansada, llevaba días encerrada ahí.
Ya que Boruto estaba de misión debía terminar todo mi papeleo para que cuando llegue pueda con él.

El solo pensar en el...aún se sentía como si ayer me hubiese enamorado.

-Que tenga Buenas noches Hokage-sama - me dijo una recepcionista al verme salir.

-Igualmente - le sonreí - no se quede tan tarde.

-Ya me iba, solo olvide algo - rió y desapareció de mi vista.
Seguí mi camino, la noche era calurosa y el manto de hokage no ayudaba mucho. Me lo quite y lo doble.
Miré mi reloj, eran las doce, hoy dormiría tarde de nuevo.

Alcé mi vista y lo vi, estaba por tocar la puerta de mi departamento.

-¿Boruto? - volvió.

Me miró - acabo de regresar de la misión. Quería verte - ladeó su rostro y note un leve rubor en sus mejillas, se que se sentía igual que yo.

No pude evitar reir. Era tan tierno, acomodé un mechón detras de mi oreja.

-¿Te quedaras? - le pregunte mientras sacaba mis llaves para abrir.

-Si no te molesta...sí.

Se había vuelto tan maduro, pero aún así a veces regresaba a su comportamiento ordinario, hacia una mezcla de ambas y me encantaba.

-Sabes que no idiota - reí y abrí la puerta para luego entrar y darle acceso- pasa

Deje mi manto en el perchero y el hizo lo mismo. Supuse que moría de calor ya que portaba el uniforme y era molesto con este clima.

-Si quieres, date un baño mientras preparo la cena - le dije entrando a la cocina, no planeaba comer cuando llegará ya que no me gustaba cocinar solo para mi, luego quedaría comida de más, pero si estaba el si valia la pena, además seguro no comió nada durante la misión.

Lo escuche subir las escaleras y comencé a cortar la carne mientras hervía un poco de agua para la salsa.

Cuando la comencé a cocer el bajo y se asomó por la pared que dividia la habitación.

- Puedes bañarte y lo termino

-Bien solo vigila que no se queme - le sonreí y cruce a su lado para subir. Busque mi ropa sencilla y entre a la regadera, no pude evitar reir al ver su shampoo, lo trajo porque la ultima vez que uso el mio su cabello olía a fresas, me dijo que sus amigos lo molestaron ese día, el solo imaginarlo era gracioso. Era como si ya viviesemos juntos, tenía ropa e incluso su cepillo de dientes. Cada vez nos era dificil no vernos.

Seque mi cabello y lo cepille. Al bajar ya tenía los platos listos para servir.

-Con cuidado - le susurré al pasar a su lado, estaba por servir la salsa hirviendo. No paso ni un minuto y escuche que maldiga.

-Te lo dije tonto - vació la salsa en su mano ¿estaba distrído? Abrí la llave y tome su mano para que el agua helada le quitará el ardor, luego de unos segundos la retiré y solo estaba un poco roja, pegue mis labios y ya no estaba tan caliente.

Después de servir, cenamos y en el transcurso me hablo de su misión y yo le contaba cosas de la oficina, fue algo normal.  Al terminar recogimos la mesa y me ayudo con los platos.

No tardamos y subimos a la habitación, la compartiamos, en mi apartamento había otro cuarto, pero prefería que durmiera conmigo, ya nos habíamos acostumbrado, el era muy respetuoso en ese aspecto, nunca intento propasarse - saca la sabana sencilla - le dije mientras quitaba la colcha de la cama, el lo hizo y la dejo en la misma mientras abría las ventanas.

Eres mía en cuerpo y alma ✓Where stories live. Discover now