Dulce Venganza

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La azabache se encontraba firmando papeles como siempre, suspiró agotada y se recostó en la silla. No podía sacar de su cabeza lo ocurrido anoche, el solo recordarlo sentía sus mejillas arder. Sacudió la cabeza borrando los recuerdos, debía concentrarse.

De la nada la puerta se abrió de golpe, iba a protestar y vio a Boruto con el ceño fruncido.

-¿Qué pasa? - preguntó desconcertada.

- ¿Qué, qué pasa? - cerró la puerta detrás de el. Ella no entendía nada, y menos aún cuando el se acercó y la jalo de golpe y la beso.

Fue un beso muy demandante y apresurado y jadeó al sentir los dientes de su pareja en sus labios, después de unos segundos se separaron por falta de aire.

-¿Qué te pasa? - dijo la pelinegra tocandose el labio.

-Me dejaste marcas - dijo avergonzado

-Era para estar a mano - contestó tranquila

-Pero la hiciste muy notoria, además - la tomó de la cintura - las tuyas no se ven.

Era cierto, su Qipao le cubría el cuello y no se notaba, en cambió el solo tenía una camiseta, hoy era su día de descanso.

- Y ¿por qué te molesta tanto que te las miren? - ahora ella frunció el ceño -¿Te enojó que lo vean tus admiradoras? - dijo con voz graciosa y lo apartó.

-¿Qué admiradoras? - preguntó - mis amigos me molestaron toda la tarde.

-Si claro - se volteó - aún tengo trabajo que hacer... - abrió la computadora y el la cerró al instante.

-No.

-¿No? - arqueó una ceja

-Me dijeron cosas extrañas que no sabia...así me pagaras esta Sa ra da -

La azabache se sonrojo al escuchar la manera en que pronunció su nombre. La tomo de la cintura y abrió de un jalón la parte de arriba de su Qipao.

-Boru...- fue interrumpida por sus labios nuevamente, luego bajo a su cuello y comenzó a succionar la piel blanca de su amada.

-Detente...- jadeó aferrándose a su espalda, sentía que sus piernas le fallarían en cualquier momento. Más aún cuando comenzó a bajar más - Boruto...- gimió su nombre y se tapo la boca al instante.

El hizo un lado los papeles y la recostó en el escritorio.

-No...aquí no - susurro cuando sintió sus manos acariciar sus piernas.

-Dije que me vengaré - la beso de nuevo. La chica sintió que se le escapaba el alma, sintió deseo, pero recordó su papel.

-Detente alguien podría entrar - colocó sus manos en su pecho intentando apartarlo.

-No me importa

-¡A mi si!

-¡Sarada! Mitsuki y yo queriamos pedir....

La novena sintió su corazón detenerse, miró la cara del rubio sorprendido. Luego se dio cuenta que la posición en la que estaban dejaba todo claro.

Su rostro ardió.

-¡Baka Boruto! - cerró los ojos y lo apartó al instante. Los abrió de nuevo al escuchar el vidrio del ventanal rompiendose.

-Creo que se te paso la fuerza - dijo Mitsuki viendo el agujero donde acababa de salir su amigo.

-¡Boruto! - miró por la ventana.

-Perdón - le dijo a su pareja que seguía con la vista perdida en el televisor - tu te lo buscaste - miró su cabeza y brazo vendado. Suspiró rendida y apago el aparato y se sentó a su lado -Boruto... - lo miró, tenía el ceño fruncido, pero solo lucía tierno y gracioso, no pudo evitar reir.

Se acercó y rozó sus labios -¿no me hablaras?

El Uzumaki trago grueso, no podía decirle no a esos labios, a su olor, amaba su perfume de vainilla con canela, era un aroma relajante y delicioso que se impregnaba en su piel.

-No era necesario aventarme de la ventana- refunfuño recordando lo doloroso que fue.

-Fue tu culpa, te dije que ahí no - frunció el ceño - Chouchou me interrogará mañana.

-Hum

La pelinegra arqueó una ceja ¿había usado un monosílabo? Pocas veces lo hacía, se lo pegó su padre y aunque ella igual lo usará, odiaba que el lo ultilizara, no quedaba con su radiante personalidad.

Rodó los ojos rendida - bien, haré lo que quieras.

El rubio la miró de reojo - ¿lo que quiera?

-Si...- contestó sonrojada

-Mañana no uses tu Qipao - frunció el ceño.

-¿Qué? Soy hokage no puedo andar mostrando marcas

- Y yo jefe de la policia militar y hoy medio konoha vio las marcas que me dejaste dattebasa

-Por tonto

-Bien, entonces lo que quiera - la tomó de la muñeca y ella lo vió, esa mirada en sus ojos azulados.

Intentó callar esos sonidos obscenos que escapaban de sus labios, por más que lo intentaba no podía, sus manos estaban firmes en la pared y hacía lo imposible para no romperla. El agua que caía en chorros de la regadera le nublaba la vista...

El por su parte contemplaba la bella silueta frente a el. Su cabello negro se pegaba a su espalda humeda por el agua, las gotas que caían descendían  por su estrecha cintura, la cual era sujetada con fuerza por el mientras la movía hacia adelante y atras con frenéticos movimientos, se sentía un completo pervertido, pero desde que la toco era imposible no desearla de nuevo.
Le encantaba como pronunciaba su nombre y su bello sonrojo.
Era como una droga, la probó y se hizo adictó a ella.

-Boruto...- el igual lo sintió, sus jadeos y gemidos hacía eco en la pequeña habitación del baño.

-Sarada...- intentó alargar el momento, pero no pudo, ya no podía más. Sintió como con brusquedad era aprisionado en su interior y sin poder evitarlo la embistió más profundo para derramarse en ella.

Salió de su interior y la tomo de la cintura para luego abrazarla, la respiración de ambos era agitada e intentaban calmarla. Ella se abrazo lo más que pudo a el para sostenerse, sentía que si la soltaba se caería, esa posición era más agotadora, el placer se multiplicaba, pero aún más el cansancio.

Cerró los ojos y se dejó llevar por la atmosfera, el agua seguía callendo, su sudor fue remplazado por las gotas cristalinas.

Lo miró, lucía tan atractivo con sus mechones cayendo en su frente humedecida, su sicatriz, su leve sonrojo y labios entreabiertos.

Abrazaron sus labios en un beso tranquilo y suave, solo querían disfrutar del delicado tacto en el que mostraban su amor.




Habrá continuación gracias a batmanuzumakiuchiha ^^ 

Eres mía en cuerpo y alma ✓Where stories live. Discover now