Familia parte II.

10K 402 376
                                    

Boruto la miró tragándose la risa, era tan terca y eso le gustaba. Sarada ya tenía ocho meses, su pequeña barriga había aumentado, y aunque ella dijera que no mil veces, él pensaba mil y un veces más, que se veía adorable con esa ropa holgada.
Ella llevaba más de cinco minutos en la entrada de la casa Uzumaki ¿Qué hacía? Se intentaba quitar las sandalias, pero no podía, las embarazadas no podían inclinarse porque... No sabía como explicarlo, pero no podían.

No pude evitar reír y se arrodilló frente a ella y le dio una palmadita en la pierna.

--- Ya ríndete.

Sarada lo miró enojada y se relajó. Odiaba no poder hacer ciertas cosas sola, como quitarse las sandalias.

Boruto quitó el broche y se las sacó.

--- ¡Awwww! --- ChouChou los miró enternecida --- ¡Oye Mitsuki! ¿por qué no eres así?

--- Nunca me has pedido que lo haga...

--- Ese el es problema, Yo no debo pedírtelo.

--- Lo tendré en cuenta...

Boruto se levantó algo apenado y caminó junto a Sarada a la sala. Ya no era tan difícil estar ahí, aún traía recuerdos... podía jurar que oía las pisadas rápidas bajando las escaleras cuando la cena estaba lista o cuando la puerta se abría pasadas las doce, eso significaba que el viejo había llegado, pero no volvería a ocurrir.

Ya no.

Tampoco era bueno pensar en ello con nostalgia, Sarada le había dicho que no estaba mal recordar, decía que ella lo hacía todo el tiempo, pero con felicidad, a veces lo intentaba y funcionaba, otras terminaba llorando en el regazo de su esposa, pero ahora no podía darse el lujo porque estaba en la sala con sus amigos y familia a su al rededor.

Boruto tomó los cojines más cómodos y lo junto y ayudó a Sarada a sentarse.

--- Solo un mes... solo falta uno. --- Dijo acariciando su vientre.

--- Si... solo uno --- repitió Boruto abrazando un cojín. Un mes y sería padre, un mes y tendría un bebé llorando por toda la casa, un mes y tendría que ser más responsable. 

Un mes y su vida cambiaría por completo. Las voces de los demás se volvieron un bullicio, miró como su hermana y su madre revoloteaban en la cocina y tía Sakura ponía la mesa, Inojin estaba en cuclillas armando una pila de cubos deformes junto a su hijo, Shikadai y ChouChou se burlaban de él y pronto también de él y... ¿Mitsuki? ¿Dónde estaba? Miró hacia otro lado y estaba frente al televisor cambiando los canales con el control remoto. Todo el mundo parecía detenerse frente a él.

Todo estaba tranquilo, tenía miedo de cerrar los ojos y al abrirlos que todo se vuelva a quebrar, todo vuelva a caer, ahora no era solo él. Tenía que proteger a Sarada aunque sabía que era fuerte, tenía que proteger a su hijo, a su familia. Ahora entendía el gran peso que llevó su padre en la espalda, su familia era la aldea. No lo pensaría dos veces y se sacrificaría por ellos como él lo hizo.

El dedo de Sarada picando su mejilla fue como el pincho que estalló su burbuja, Boruto se quedó algo aturdido y después la miró. Ella tenía el ceño fruncido ¿Estaba hablando y la ignoró?

--- Estás muy pensativo --- tocó un mechón de su cabello y lo esparció en sus dedos. --- No sueles pensar tanto.

--- Estaba pensando si tengo los ahorros suficientes para mantener tus antojos locos un mes más. --- bromeó --- ¡Ay! --- se quejó cuando Sarada le jaló el cabello.

--- Yo hago las compras semanal y no me quejo... --- Dijo Sarada cruzándose de brazos.

--- ¡Yo pago la corriente dattebasa!

Eres mía en cuerpo y alma ✓Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ