Era un domingo tranquilo.
Wheeler había aprovechado la mañana para salir a correr y hacer sus tareas.
Mientras Byers seguía en su casa durmiendo plácidamente.
Hoy ambos chicos habían quedado en salir, irían a tomar un café o algo por el estilo, realmente a ninguno parecía importarle realmente. Pues el simple hecho de disfrutar de la compañía del otro resultaba gratificante.
-Saldré con Will, vendré en la tarde - El de rulos bajaba las escaleras de su casa rápidamente.
-Michael, te quiero aquí antes de las 5:00. Prometiste cuidar a Holly en lo que yo trabajo - Sentenció su hermana y el pecoso suspiro cansado, dando seña de asentimiento a su hermana.
-Bien, tranquila. Estaré aquí - El chico sonrió y siguió su camino a la salida de su casa. Justo saliendo se topo con el hermano mayor de su enamorado.
-Mike - Sonrió Jonathan y dio un ligero choque de puños en saludo.
-Hey. ¿Vienes a ver a Nancy? - Pregunto el de rulos con una sonrisa haciendo al joven fotógrafo reír nervioso.
-Puede ser - Soltó una risa incómoda.
-Bueno, esta en la casa. Tu pasa con confianza - Wheeler soltó una risa y siguió su camino hasta casa de su joven amado, realmente el que su hermana y el hermano de su chico estuviesen juntos, hacia las cosas más fáciles. Así almenos cuando uno de los mayores salía, instantáneamente sabían que el otro iría con el y así podrían estar solos.
A paso rápido, el pecoso llego a casa de Byers en menos de 5 minutos. Este último corrió a abrir la puerta con emoción, pues no tendría nada que ocultar puesto que al parecer su madre estaba al tanto del inicio de la relación que los chicos tenían y mostraba su apoyo y afecto incondicional.
-Hola lindo - Byers abrió la puerta y se abrazo del de rulos con cierta emoción, cosa que aunque causo cierta extrañes en el anterior mencionado, no dudó ni un segundo en corresponder.
-¿Tu madre no esta? - Le susurró Mike en el odio sin separar el abrazo.
-Mi madre ya sabe todo, y no ha mostrado desacuerdo - Sonrío el chico - Ni siquiera se lo tuve que decir yo, ella simplemente lo sabía, bien dicen que la madre del pollo lo conoce mejor que si mismo, ¿no? - Agregó este riendo y robando una risa al otro chico.
-Bueno, si - Sonrió Wheeler, el hecho de hablar sobre la madre de Byers lo ponía algo sentimental, pues no tener una madre a la cual referirse con cariño le daba cierta tristeza, sin embargo no era capaz de transmitirla.
-¿Nos vamos ya? - Byers sonrió sacando al otro de sus pensamientos, el cual solo asintió.
-Sobre eso...¿Quieres cuidar conmigo a Holly por la tarde? - Pregunto el pecoso con una sonrisa de lado ideal para convencer a cualquiera.
-Suena bien, tal vez podríamos hablar con ella...Sobre lo nuestro.
-Holly entenderá, siempre lo hace - Aseguró Wheeler sonriendo.
Los chicos tuvieron una cita linda, tales como aquellas de las películas...Pero en esta no eran libres de tomar sus manos o besarse en público, eran diferentes y raros...Y la sociedad nunca perdona.
La llegada a casa de los chicos fue puntual, diez minutos antes de que diesen las 5:00, la mayor se fue de la casa al trabajo y ambos chicos se quedaron juntos con la pequeña cuidandola.
Habían hecho cada cosa que decía la nena, habían jugado a la princesa, visto películas y jugado a las muñecas, sin embargo el momento aterrado y esperado para los chicos se aproximaba cada vez más...
-Princesa, Will y yo queremos hablarte de algo - Inicio el chico alto y así captó la atención de la menor.
-Te escucho caballero - Asintio la rubia y se sentó con ellos en su mesa para tomar el té.
-Bueno linda...Will y yo nos queremos - Decía el pecoso de manera simple.
-Eso lo se, son mejores amigos - La nena sonrió y observó a ambos chicos con detenimiento.
-No...Escucha no así...Will me quiere de la manera en que mamá y papá se querían antes - Soltó nuevamente Wheeler para explicar mejor la situación y la pequeña asintió sin dar mucha importancia.
-Me robaste a mi hombre! Desgraciado! - La pequeña que portaba un hermoso vestido rosado de princesa e imitaba perfectamente las frases de novelas que solía ver con la mayor de los tres por la noche.
-Bueno no lo veas así - Byers sonrió mientras retenía junto al otro una sonora carcajada.
-Si tu eres mi papá - Empezó diciendo la pequeña rubia dirigiéndose a su hermano mayor - Y Will te quiere...Es como tener dos papás - La niña sonreía con emoción y cierto brillo en su mirada, este que caracteriza la inocencia de un niño.
Si todos pudiésemos ver como los niños, sacando lo mejor del caso, sin prejuicios y viendo el amor que un ser humano tiene para dar, en un mundo donde todos tuviésemos el corazón de un niño, tal vez todo sería mejor...
Hola bebés!
Lo se:( me fui mucho tiempo JAJA:(
LO LAMENTO
Enserio se que están cansados de excusas, pero la escuela me roba mucho tiempo y con la dislexia se me vuelve más difícil escribir algo sin errores, espero no los tenga el capítulo pues trate de revisarlo lo mejor que pude:(
Perdón mis amores...Gracias por su bella paciencia
Sin más...Los amo demasiadooooo
XOXO Anna
